Fenris: El Regreso

Fenris había sido encadenado. El oráculo había predicho que debía ser capturado y atado, porque si no destronaría al Rey Tyr. Este con pesar tuvo que dar la orden de captura. El Rey Tyr se había deshecho de un guerrero sin igual. Por Fenris había conquistado la mitad de su reino.

Fenris poseía cualidades inigualables: era un guerrero valiente e implacable, era leal, sabía escuchar y daba sabios consejos, era inflexible en sus decisiones y se debía sacrificarse lo hacía, al fin y al cabo había robado una de las manzanas de inmortalidad de Iluna. Esas cualidades lo convertían en un buen guerrero y en un enemigo sin igual.

El Rey Elter siempre pensaba en las consecuencias de haber encerrado al lobo Fenris. Sabía que sobre su cabeza pendía una espada.

Cuando las cosas comenzaban a ir mal en su reino redobló la guardia donde se encontraba Fenris.

La avaricia había llevado al Rey Tyr a aliarse con Romulus, un rey que había asesinado a su padre para tener acceso al poder. Había ejecutado a sus hermanos en público y todo aquel que intentara rebelarse moría en la cámara de tortura.

La resistencia contra el Rey Tyr comenzó a gestarse cuando encadenó a Fenris. Muchos de sus comandantes y fueron a parar a la resistencia.

El ejército de Tyr había mermado por las constantes batallas contra la resistencia y ya no podía enviar a sus hombres a ser sacrificados. Si no hubiese encadenado a Fenris tal vez hubiese tomado mejores decisiones, pero debía obedecer al Oráculo. Ahora estaba allí con toda la tensión del momento.

Loyal se había ganado el corazón de Fenris. Lo había ayudado y dado de comer a escondidas de los guardias. Esto le proveyó de una amistad sin igual con aquel enemigo. Si alguien descubría el túnel Loyal moriría y por eso hablaban mediante susurros o mensajes en las paredes de la cueva.

Cierto día mientras conversaban, Fenris le pregunto cómo iban las cosas en el reino de de Tyr y Loyal respondió en un susurro:

-No están bien. Estamos siendo esclavizados y asesinados, la guardia real ha estado persiguiendo a todos aquellos que intenten sublevarse.

-Es muy lastimoso eso. Tyr nunca debió aliarse con Romulus. Tyr me traicionó y me envió a este agujero por consejo de Romulus. Jamás le perdonar! Si logro salir de este lugar y desencadenarme de esta maldita cadena creada por los enanos los asesinaré. Gritó

Loyal pidió que bajara la voz, porque la guardia podría ir y asesinarlo. Cosa que sucedió. Los guardias llegaron y encontraron a Loyal con Fenris. Uno de los guardias con su lanza la clavó en el corazón de Loyal. Otro de los guardias trató de acercarse al cadáver del intruso y Fenris lo estranguló con sus cadenas. Este episodio no fue notificado al rey por temor a perder sus vidas.

Loyal era un cufflinks, una especie de gemelos que podían compartir materia y espíritu. Su otra mitad, Aileen, era la luz que lo guiaba.

Aileen sintió un agudo dolor en su costado y vio a su hermano morir. En su destello Loyal le dijo que la resistencia debía liberar a Fenris.

Aileen fue a donde estaban reunidos los de la resistencia y les dijo que la única forma de derrotar a Tyr y Romulus era liberar a lobo. Todos preguntaron cómo podrían hacerlo y uno de los elfos dijo que en su aldea había una anciana que sabía del hechizo para desarmar las cadenas con las que estaba atado el lobo. Un grupo de tres fueron a buscar a la anciana. Esta preparó el hechizo y les dijo que tuviesen cuidado, porque los ingredientes ya no existían

Aileen fue como le indicó Loyal y al ver a Fenris quedó inmovilizada. Fenris intentó matarla con sus mandíbulas, pero percibió el olor de Loyal. Ella le dijo susurrando:

-Por favor, no me hagas daño. Loyal y yo eramos cufflinks, somos gemelos de materia y espíritu. El aun está en mi y gracias a su destello vital, pude llegar hasta ti. Somos como unos gemelos que comparten más allá de la muerte. He venido a proponerte una salida, pero debes ayudarnos. La tierra agoniza por culpa de Tyr y Romulus. Mis amigos, que me esperan al final del túnel, quieren proponerte un plan. Si prometes no hacerles daño, ellos vendrán y hablarán.

Fenris pensó que sería una trampa, pero recordó a su amigo y le dijo:
-Está bien, diles que pasen.

El elfo y el enano pasaron. Fenris los miró con recelos, puesto que fueron los artífices mágicos de los enanos por los que se encontraba encadenado. Sin embargo, asintió y permitió que hablaran. Ellos les explicaron que Tyr se había vuelto muy codicioso y paranoico. Estaba destruyendo a los demás reinos y necesitaban detenerlo o no tendrían lugar dónde vivir. Si él los ayudaba, ellos lo liberarían.

Fenris pensó la propuesta y aceptó. La condición que pondría era que jamás se le encerrara nuevamente. Todos acordaron que él sería libre por siempre.

El brebaje preparado por la anciana fui distribuido por las cadenas y estas fueron cediendo. Fenris salió y comenzó la ola de mortandad, arrasó con todos y cada uno de los ejércitos de Romulus y Tyr. Su ola de venganza ayudó a liberar a pueblos enteros.

El Lobo Fenris como se hacía llamar decapitó y sentenció a todos aquellos que lo traicionaron. Los reyes Tyr y Romulus se habían alojado en una fortaleza, las murallas habían sido construidas con el mismo material de las cadenas que lo había mantenido preso. Al descubrir dónde se encontraban, Fenris se encaminó con sus tropas, pero el elemento mágico contenido en las murallas hacia al ejercito de Tyr y Romulus más fuerte y a la tropa del lobo menos fuerte, hasta él se sentía sin fuerza.

Fenris reunió a todos sus comandantes de tropas: Centauros, Elfos, Enanos, Ju´il, Yakes, Sibilinos para buscar una manera de traspasar esos muros. Tireisas, uno de los elfos más viejos les dijo:
-La única forma de romper esas murallas era mezclando los ingredientes: el sonido de la pisada de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, los tendones del oso, el aliento de los peces y la saliva de las aves .

El elfo recordó que esos habían sido los ingredientes para desatar a Fenris y la anciana le había dicho que ya no quedaba.

El enano rebuscó en su bolsillo y entregó Fenris una vasija mediana.

-Aquí queda un poco de ese brebaje. Lo había ocultado porque no pensé que pudieses aceptar la oferta de ayudarnos.
Fenris lo miró y aulló.

Enviaron a un grupo con las armas acorazada con el brebaje, el plan consistía en abrirse camino en las murallas y así dar paso a Fenris. Mientras cruzaban la muralla el Lobo veía morir a sus hombres. Hecho el camino, Fenris se aventuró a ayudar a sus hombres, pero mientras más se acercaba más débil se sentía.

Al entrar al castillo, Fenrer ya era mortal. Allí lo esperaba Romulus y Tuys.
Al ver lo débil que estaba Fenris Romulus clavó una lanza en su corazón.
Romulus no se dio cuenta y clavó la lanza en un costado de Fenris. Este moribundo, sacó fuerzas y con su mandíbula mortal arrancó la cabeza de los hombros de su enemigo. Luego se abalanzó sobre Tyr y con las pocas fuerzas que le quedaban lo fue desmembrando.

Con la ayuda de Aileen Fenris pudo salvarse. En su abdomen quedó una marca de media luna y había perdido su inmortalidad, como lo había dicho el Oráculo.

Reestablecida parte de la paz en la tierra. Fenris junto a Aileen, al elfo y al enano se dirigían al templo de la diosa Semele para restituir la inmortalidad del Lobo.