Felicidad genuina

in #spanish6 years ago (edited)

Felicidad genuina




Hace muchos años me desperté con el sueño de tener fortuna, vivir lleno de lujos. Sabía perfectamente lo que era no tener dinero. Mi familia estaba conformada por mi madre, mis dos hermanos mayores y yo, mi padre se había evaporado con el aire cuando yo tenia un año de vida. Siendo honesto agradezco no tener recuerdos de él. Nuestro sustento había sido gracias a que mi madre trabajaba de mesonera en una cantina cada día desde que tengo memoria.

Recuerdo que éramos felices. Mi madre siempre llegaba del trabajo y ya estábamos dormidos, sus turnos eran de doce horas para tener más ingresos, pero aún así la hora que teniamos juntos en las mañanas antes de marcharnos a la escuela era sin duda maravillosa. Yo y mi hermano Juan, corríamos en la pequeña cocina mientras mi madre nos hacía huevos revueltos; con dulzura siempre nos detenía y terminaba de vestirnos dándonos besos en las mejillas que dejaban su marca rosa.

Julian, mi hermano mayor se encargaba de buscarnos en el colegio a la hora de salida y juntos caminábamos las dos cuadras hasta nuestro pequeño hogar. No era para nada lujoso, solo tenía dos cuartos, un baño y un espacio que era tanto cocina como sala de recibo. Con energía y amor mi madre pasó mucho tiempo libre decorando nuestro pequeño espacio.

Por amor a ellos, a mi madre y a mis hermanos, me dediqué el doble cada año que pasaba hasta que por fin recibí una beca para entrar en la Universidad Tecnológica de México. Así que con dieciocho años me mudé con miedo y emoción a la Ciudad de México dejando todo lo que conocía en mi pequeña ciudad natal. Sin duda no fue fácil, por razones lógicas mi madre no poseía para darme el sustento que se necesitaba así que me valí por mi cuenta trabajando en mis días libres y en horarios nocturnos, solo veía a mi familia cuando viajaba para fiestas navideñas una vez al año. Las noches de insomnio fueron agotadoras pero dieron fruto, después de cinco años me gradúe en ingeniería en electrónica y telecomunicaciones.

Al mes encontré trabajo en una buena compañía, y al poco tiempo fui ascendiendo a gran medida. Con emoción ayudaba a mi madre monetariamente; mis hermanos me habían dado la dicha de tener dos sobrinos que, aunque habían nacido hacia tres años la hija de Julian y dos años el hijo de Julio, no los conocía. Mi enfoque solo iba hacia mi trabajo.

No mantuve relaciones serias con ninguna mujer, por algún motivo no las tomaba en serio. Mis encuentros con hermosas jóvenes consistían en una noche y quizás algún baile, pero nada más. No extrañé mi hogar, el único motivo por el que viajaba era para el cumpleaños de mi madre. Durante las festividades siempre debía acudir a fiestas en la empresa y no me disgustaban particularmente, eran totalmente entretenidas y divertidas. Sin duda había cumplido mis sueños de ser un triunfador, pero por algún extraño motivo me sentía totalmente vacío.

En la fiesta de mis treinta dos años tuve muchos invitados, amigos y compañeros del trabajo además de muchos que conocí de clubes y bares. Sin duda fue una gran celebración, habían muchos tipos de comidas y bebidas, incluso bailarinas exóticas y muchas burbujas. Pero a mitad de la noche era el único que estaba solo. Rodeado de muchas personas no gozaba de nadie a mi lado que me conociera realmente, todos tenían una novia, esposa, hermano que lo conociera, yo estaba sin nadie.

A las dos de la mañana me marché al departamento que llamaba hogar y al ver mi celular vi que tenía once llamadas perdidas, seis de mi madre, dos de mi hermano Julian y tres de mi hermano Julio, más dos mensajes por cada uno deseándome un feliz cumpleaños. Había apartado totalmente a los seres que me amaban y que se acordaban de mí, quizás no cada día pero si en los momentos que importaban.

Sin importarme la junta que tendría el día siguiente, me marché inmediatamente al aeropuerto. Llegué a las dos de la tarde a mi ciudad natal, donde sorprendí a mi madre quien lloró de alegría. Paseamos por la costa y gasté mi dinero sin importarme la suma, comprándole ropa a mi madre y obsequios a mis sobrinos y a mis hermanos. Comimos en un caro restaurante que estaba cruzando la playa y hablé con la mujer que tanto amaba las cosas de mi vida que nunca le había contado. Visité a mis hermanos en sus hogares y finalmente conocí a mis hermosos sobrinos. Después de mucho tiempo por fin me sentí feliz.

Ahora todas las fechas importantes viajo con mi familia, poco a poco le he arreglado la casa a mi madre quien se negó a mudarse de lugar. En mi último viaje para navidad conocí a Elena, una hermosa y simpática fotógrafa. No he ido a bailar con ella, ni he salido solamente una noche, por lo contrario nuestras salidas han durado días, hemos ido a la playa, visitado mi antiguo hogar y compartido con mis hermanos. No es como las modelos con las que solía encontrarme antes, su belleza es natural y genuina. Quizás eso necesitaba en mi vida, naturalidad, pero solo puedo decir que mi felicidad no tiene precedente, cada día me siento sumamente dichoso.

DIVISORRR.png



Cada mañana nos levantamos con el objetivo de triunfar, de destacar en cada cosa que hacemos. En nuestros trabajos nos esforzamos doblemente todos los días para obtener un ascenso, remuneración o ser alagados por nuestro gran desempeño. Vivimos en un mundo donde sólo importa la apariencia que mostremos a los demás, el gran valor que tengamos según las cosas que poseemos. Pero ¿que pasó con la felicidad? ¿Acaso la vida solo se trata de vivir en rutinas tortuosas para tener éxito?

Nos olvidamos de lo que importa realmente, ¡vivir!

Ser feliz es la mayor gratificación posible, así no tengamos el mejor vehículo, el mejor empleo, ni la mejor ropa. Nada de eso vale la pena si no estamos con las personas que amamos. Si solo estamos rodeamos de objetos nos olvidamos de lo que es sentir realmente.


BANNER.png


Links de las imagenes


Primera imagen
Divisor y Banner editados por autor, en programa Photoshop Cs5.

Coin Marketplace

STEEM 0.19
TRX 0.15
JST 0.029
BTC 62890.35
ETH 2544.51
USDT 1.00
SBD 2.94