Uno de los contras más sonados es que estas armas, al estar hechas de plástico, son indetectables por los detectores de metales, siendo un peligro que podría causar atentados terroristas en aeropuertos, edificios gubernamentales, y espectáculos públicos.

La disponibilidad de los planos para la fabricación de armas y el abaratamiento día a día de la tecnología necesaria, es un verdadero peligro, no solo para los Estados Unidos donde los tiroteos son comunes, sino que ahora cualquier grupo de terroristas del Medio Oriente puede fabricar armas y pasarlos por aeropuertos sin ser detectadas.

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