Cuento Infantil: Eco en la Bóveda (Inédito)

Buenas noches mi gente bella de steemit.

En esta ocasión quiero complacer a mi amigo @joseelpoeta1 y a todos ustedes, con un relato que escribí hace 23 años aproximadamente. Es ideal para contárselo a sus niños en una noche estrellada. Espero que a mi amigo le guste y me comente lo que piensa, ¡jajajaja! y que a ustedes también les guste.

Eco en la Bóveda

La noche estaba fría, no había salido la luna y la oscuridad reinaba por todo el lugar.

Dos niños caminaban por entre unos altos pinos,... temerosos como buscando algo o alguien.

• Daniel, tengo mucho frío - Dijo la niña.
• Yo también Laura, yo también - Respondió el niño.

Y la abrazó como queriendo darle calor.

La brisa fría los acariciaba tristemente infundiéndoles temor.

• Dani... tengo miedo. ¿Por qué no volvemos?
• Yo también tengo miedo pero ahora no podemos retroceder, debemos continuar.

Y la abrazó mucho más fuerte para brindarle protección.

... Y de repente escucharon una voz lejana, oculta, como atrapada, como si algo impidiera que recorriera libremente el bosque, un escalofrío los recorrió de los pies a la cabeza, y al mismo tiempo, una gran alegría inundó el corazón del niño.

• ¡Es él!, ¡es él! - Exclamó Daniel.

• ¿Qué dices Daniel? ¿Quién pide ayuda? ¿Por qué estás tan alegre? - Preguntó Laura.

• No reconoces su voz porque estabas muy pequeña cuando se marchó, pero yo si lo recuerdo y algo me dijo que esta noche lo encontraría, porque él no podía haber muerto.

• ¿De quién hablas? - Preguntó confundida Laura.

• De Papá.

• ¿De Papá?, pero mamá dijo que él murió hace mucho tiempo.

• Sí, eso cree mamá, pero yo nunca sentí que papá estuviera muerto, él sigue vivo porque yo lo presiento y lo encontraremos pase lo que pase.

• ¡Ayúdenme!, se volvió a escuchar la voz del hombre, cada vez más cerca.

• Caminemos más rápido Laura, estamos acercándonos. - Dijo Daniel.

Y caminaban rápido como si un inmenso amor los guiara al lugar exacto.

De repente se encontraron en un espacio vacío, sin árboles, , que en el centro tenía una gran caja de hierro de color gris oscuro, los niños caminaron a su alrededor y no lograron ver ninguna puerta.

• Toquemos para saber si está aquí. - Dijo Daniel.

Y con los zapatos hicieron ruido por fuera de la caja de hierro y se escuchó nuevamente la voz.

• ¿Quién está allí? ¡Sáquenme de aquí!
• Somos Daniel y Laura - Contestó el niño - Te sacaremos de aquí.
• Hijos, ¡no es posible! ¿Cómo me encontraron?
• Me guió tu amor padre - Dijo Daniel.
• ¿Cómo lo sacaremos? - Dijo Laura.
• Hallaremos la forma, no te preocupes. - Contestó el niño.

La esperanza de salir de ese lugar con vida, invadió el corazón de Julio al pensar que al fin sería libre, al fin saldría de esa trampa gigantesca para animales.

• Padre, ¿cómo has podido respirar todo este tiempo? - Preguntó Daniel.
• La Bóveda tiene una ranura pequeña que ha permitido la entrada del oxígeno.
• Y, ¿de qué te alimentas? - Preguntó Laura.
• Primero, cuando me atrapó esta caja de hierro en el momento que iba a casa a llevarles algunas frutas a ustedes, me alimenté con ellas, luego cada mañana una ardilla entraba por el hueco de la Bóveda y se hizo mi amiga y siempre me ha traído frutas desde entonces, a ella le debo el que esté vivo aún.
• ¡Oh Dios, que asombroso! - Exclamó Laura.
• ¡Cierto! - Dijo Daniel.
• Y ESTE METAL, ¿no podrá romperse? - Preguntó Daniel.
• Me temo que no, hijo, es demasiado fuerte, la única forma es que sea levantado, ya que debajo de mi, hay sólo tierra. Para ello deben pedir ayuda y que alguien venga con una grúa.
• Pero papá, ¿con quién hablaremos? - Preguntó Laura.
• Hablen con su madre, ella sabrá qué hacer - Contestó Julio.

Y en el ambiente había una sensación de esperanza y nostalgia de verse después de cuatro años.

Y los niños corrieron a su casa ya sin miedo, llenos de alegría, hasta que por fin llegaron.

• ¿Dónde se habían metido? ¡No se imaginan el susto que me dieron!
• ¿Qué pasa? ¿Por qué están tan contentos?

Y Daniel le dijo:

• Madre, lo encontramos; encontramos a nuestro padre.
• ¿Qué dicen? Eso no es posible.
• Sí mami está en el bosque y necesita ayuda.

Y los niños le contaron todo lo sucedido a Carla y ésta sin perder tiempo llamó a su hermano y le pidió que llevara inmediatamente su grúa a la casa y se trasladaron al bosque donde levantaron la Bóveda, y Julio salió rápidamente. Y exclamó:

• ¡Carla amor tanto tiempo!, Hijos ¡que valientes son!

Julio lleno de gozo, le dio un fuerte abrazo a su bella familia. Carla no salía de su asombro pero le correspondió con un gran beso de amor.

Era como si el tiempo no hubiese pasado y nada malo hubiese sucedido, en aquellos seres había un sentimiento profundo, algo puro y bello, el amor llenó sus almas de esperanzas y alegría al encontrarse nuevamente después de tanto tiempo.

FIN

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Espero les haya dado algo de valor con este post, lo cual era mi intención.

Gracias por leerme,

Soy

@macodi1