Raíces

Para entender esto, hay que haberlos vivido desde pequeño. Estás tierras, no son para cualquiera. Son hospitalarias,pero hay que entender lo que se habla y como se habla.

Son tierras de campos, granero de Europa que fue, el Páramo, esas extensiones de trigales apenas salpicadas por campos de vides, según te vas desplazando del cono sur que forman, Zamora, León, Valladolid y Palencia en esta esquina del mundo.

También hay olivos, muy pocos pero bien considerados (el canal de Castilla, da para mucho regadío entre tierra seca, pero productiva), maizales, muchos girasoles e hileras de árboles bordeando los ríos, donde se concentra la vida.

Los pueblos, la vida, hablamos de extensiones que no superaron los dos mil habitantes en sus momentos de esplendor, hoy sobreviven orgullosos. Aquí la gente es lista, super vivientes natos. Se sabe sacar rendimiento a la tecnología, se tiene una cierta visión de futuro que se carece en el sur. Podemos decir hasta casi soñadores, pero las realidades, son sueños que pudieron ser tejidos.

Las civilizaciones,se cimentaron siempre usando las piedras de las anteriores, aquí,hubo dominación árabe, pero su rastro,se percibe solo en las piedras que sobreviven. Sobrevivir, está es aquí la clave, se vive mucho con poco, la gente es pinturera, gritona, le encanta conversar, con vidas tan prolongadas, treinta años, puede ser algo muy relativo.

La tierra, imprime carácter, cuando llevas más de dos días, hasta físicamente. Tienes ese polvillo del adobe, de la paja instalado en los pulmones,como un alquitrán que te cimenta con tu pasado. Aquí el guijarro, es omnipresente, al igual que en el noroeste,prima la pizarra, aquí somos de guijarro.

Guijarro, en las casas, en los caminos, entre las viñas, los cauces de los ríos, en las inmensas planicies, donde el cambio climático, es solo un rumor sordo carente de sentido, aquí todo sigue igual, que hace doscientos años, menos los lobos.

Los inviernos, no son tan crudos, las casas están preparadas,no se esquilman recursos de la naturaleza, hay más sitio para la vida y por tanto,para sus depredadores, se cierra el círculo, se permite la cadena. No es necesario acudir a los pueblos, en busca.

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