Metáfora  anónima  de  la pérdida olvidada.

¡Y de ahora en adelante esto no volverá a suceder!
Mi rango en el ejército es un peón,
Más importante es tu perdón.
En zonas horarias apretadas.

¡Dame el barril, en este minuto me matarán!
No es así, las duchas tienen prisa..
Después de cuarenta días ya ayunado
No vi los ojos más tristes.

Caliente atrapa un beso.
Y vagamos por los laberintos.
Dieciséis veinte veinticinco
Porque lo compramos con entradas.

Entre las paredes desnudas se ahogan de dolor,
El mal tiempo roe, la vanidad.
¿Quién necesita una guerra? ¿Quién necesita todas estas batallas?
Soy culpable, lo siento, adiós!

Ahí, donde una canción feliz.
Y no pensé entonces.
Cuán pocos de los que se divierten a la hora...
Si podemos olvidarlo a veces, ¿es un sueño?

Y el borde es solo un borde, no hay sentido en un diamante.
¡Pero el alma llamó y llamó!
Y nadie, y nada, Dios ve...
Incluso tenemos el poder de la fe.

La gente la aprecia tanto
Escrituras, frases, días fríos,
Ellos encontraron una vida brillante para ellos mismos.
Y en tranquila emoción.