Porque tú no pudiste no significa que los demás no puedan

Muchas veces me he encontrado, a lo largo de mis años de vida, personas que hablan, de lo bien que se sienten porque lograste tus metas, eso sí, esa es la opinión ejercida, porque están junto a ti, pero después cuando están con otras personas, la opinión no es la misma, la verdad no se sienten felices, más bien piensan que tus logros, no son merecidos, y que más bien ellos se lo merecen más que tú, es decir, son personas que generalmente son envidiosas, que no les importa verdaderamente si te va bien o mal, la verdad son amistades falsas, personas que nada más buscan tu amistad, para sus beneficios propios, y de alguna manera te tratan de forma hipócrita, sin ningún sentimiento positivo, que realmente muestre algo de consideración, hacia tus logros y metas cumplidas. 

Debemos entender que de alguna manera, las cosas no siempre van hacer como lo tenemos planeado, en la mayoría de las veces tus metas y sueños serán frustrados, por distintas circunstancias de la vida, por lo cual, uno debe aprender que eso es parte de la vida, lo peor que uno puede hacer, es sentir envidia por lo que no tienes, pero en especial por lo que tienen otros, eso me hace recordar unas palabras de Robert Kiyosaki, donde el habla de la envidia del pobre hacia el rico, donde todo consiste que el pobre quiere ser como ellos, pero realmente no hace nada, y no es porque no tenga oportunidades, es porque no tiene educación financiera, allí radica el problema que termina desencadenando, o mejor dicho, creciendo una especie de odio social, del pobre hacia el rico.  

Esos procesos culturales tienen mucho que ver, con la educación recibida en sus casas, crecemos con el tiempo siendo iguales a nuestros padres, y no entendemos o mejor dicho no nos enseñan, que cada uno de nosotros tenemos caminos distintos, no tenemos que repetir los mismos patrones de nuestros padres, más bien, ellos son un vehículo para el nacimiento de las generaciones futuras, por lo cual, no debemos copiar conductas, como la de la envidia, les pongo un ejemplo, cuantas veces no hemos escuchado a personas con hijos, que se quejan de los ricos porque tienen más dinero que ellos, posiblemente muchas veces, este tipo de odios sociales, lo terminan copiando nuestros hijos, ya que ellos son desde que crecen, como un libro en blanco, nosotros somos los responsables, de las conductas y de las formas de ser de nuestros hijos, como siempre digo, los hijos son imagen y semejanza de sus padres, sus cerebros son como una esponja, ellos absorben todo el conocimiento que nosotros le brindamos.  

Es allí, cuando nosotros pensamos, debido a nuestras formas de crianzas, que si yo no logro algo, las otras personas tampoco deberían tenerlo, esa forma de pensar tan egoísta, nos puede llevar a la larga, a hundirnos desde todos los puntos de vistas, de esa forma de ver las cosas, terminan sucediendo esas actitudes, que nos hacen una mala persona, debemos entender que para esas personas lograr sus éxitos,  tuvieron que trabajar de forma constante, para obtener los beneficios de sus esfuerzos, quien no ha escuchado de personas, que dicen nosotros somos el 99%, y ellos son el 1%, ¡no debería ser así!, pero no hemos pensado, por algún momento, que esas personas que son el 1%, han tenido que trabajar mucho para estar allí, yo no digo que las personas no protesten por lo que consideran injusto, cada quien tiene el libre albedrío, para hacer lo que quiere, pero siempre este tipo de cosas, me hacen pensar, de si es justo o no es justo.  

Confundimos igualdad, con equidad, pensamos que nos merecemos lo mismo, pero no hacemos nada, criticamos aquellos que tienen éxito, mientras vivimos de las excusas permanentes, y ellos usualmente hablan de la igualdad que significa que yo merezco lo mismo, sin importar el esfuerzo, cuando realmente deberían hablar de la equidad, que en resumen es, oportunidades para todos, y que cada quien se merece según su esfuerzo, es decir, por nuestros méritos, eso es lo que deberíamos defender, y a la vez, no sentir algún tipo de desprecio, por aquellas personas que tienen más cosas que yo; así que dejemos, nuestros egoísmos a un lado.  

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