Como un barco a la deriva

Me he perdido muchas veces, sin encontrar el camino que necesito. Culpando al mundo de mis problemas y sintiéndome muchas veces vacío, no soy de quejarme, pero la vida se me ha hecho complicada, me he encontrado con muchas piedras que me han roto los zapatos y en algún momento he tenido que caminar descalzo.  

De alguna manera aprendí, que no valía la pena tirarme a la deriva, porque consideraba que perdía mucho tiempo en semejante estupidez. Aunque, no voy a negar, que a veces provocaba hacerlo, el cansancio se volvía eterno en ciertos momentos. No conseguir soluciones, te vuelve triste y sin ganas de seguir. En ese preciso momento, miras a tu alrededor y observas que no eres el único que paso por esa situación, ¡hay personas que están peor que tú!  

En ese momento te valoras un poco más, entiendes que la vida da muchas vueltas y que si no te pierdes, vuelves a encontrar ese camino que tanto deseas. A veces, nos preocupamos de cosas tan superficiales, que no terminamos valorando a la vida misma. Eso me ha puesto a pensar, de que somos seres muy inconformes y que en cada momento que vivimos, vemos un problema, que realmente es solucionable, pero que lo engrandecemos para que los demás nos tengan lastima.   

¡Hasta sin quererlo lo terminamos haciendo!  

Es inevitable sentirse mal, es parte de nuestra evolución. Pensar que nuestro barco se hunde, determina que clase de personas somos. Si las que se rinden al primer problema, o en cambio, las que luchan en cada tropiezo para no terminar en el suelo. Muchos prefieren hacer lo segundo y una minoría prefiere hacer lo primero. Es lamentable, que muchas personas se rindan tan rápido sin dar la pelea, ¿dónde está su espíritu por mejorar?, ¿se les perdió en el camino?  

En un gran libro llamado el Quinto acuerdo, dice en varias partes de sus páginas. No me creas a mí y mucho menos a ti, solo vive la vida. La verdad que creemos, es solo producto de lo que la sociedad nos ha dicho, esa no es la verdad absoluta. En partes de esas palabras, se puede recoger que vivimos en una sociedad, que determina muchas lo que es bueno y lo que es malo, cuando necesariamente no tiene que ser asi. En una de sus páginas textualmente dice: “Utiliza el poder de la duda para cuestionar todos los mensajes que trasmites”, siguiendo con otra parte interesante: “Ninguno de estos mensajes proviene de la verdad, de la vida; provienen de las distorsiones en nuestro conocimiento”.  

Analizando un poco esas palabras, te terminas de dar cuenta, que realmente la vida y nuestras sociedades, no deben ser tomadas tanto en cuenta a la hora de tomar tus propias decisiones. Me refiero, a que uno debe revisarse profundamente que es lo que quiere y no lo que los demás quieren de uno. Ahí puede estar la diferencia para encontrar esas respuestas que tanto buscas.  

Sin duda, este artículo en particular no es la guía perfecta para solucionar tus problemas, solo expreso mi opinión, basándome en lo que he vivido y he visto, no aspiro a ser dueño de la verdad ni mucho menos. Eso queda en cada uno de ustedes, determinar qué es lo que les conviene para sus vidas. Si, a veces podemos caer “como un barco a la deriva”, pero si te pones analizar un poco, no es el fin del mundo, es parte de la vida misma, que tiene una solución, solo debes buscarla y tomar las decisiones pertinentes.  

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Las imágenes fueron sacadas de pixabay.com