Saludos usuarios de Steemit y amigos de Milkbox. Esta es mi contribución al Proyecto Milkbox. En esta semana con un reto de fotografía sobre la soledad, felicidad, tristeza, el miedo, la familia, entre muchos otros relacionados con el Project Milkbox.

Hace unos meses atrás, exactamente el día primero (01) del mes de mayo a eso de las 4:00 PM, se suscitó una situación irregular en uno de los barrios de Venezuela. Un operativo especial, realizado por funcionarios, detuvieron a un grupo de jóvenes que se encontraban en una cancha de futbol, hicieron sus revisiones correspondientes, luego, seleccionaron a seis (6) de ellos, los esposaron y procedieron a llevarlos a una estación policial a la fuerza.

Los muchachos, sin saber razones, fueron sometidos a interrogatorios y maltratos, luego sabrían que eran acusados de homicidio de un Guardia Nacional. Dos de ellos eran estudiantes universitarios, tres trabajaban de caletero en empresas arroceras de la zona y el otro trabajaba la agricultura con su padre.

Los jóvenes, sin imaginar lo ocurrido, pensaban que solo era otro chequeo de rutina, creyeron que serían libres al rato, los familiares de algunos de ellos no sabían lo que había pasado esa tarde y desconocían su ubicación. Me contaron las personas que habitaban alrededor de la cancha, que los padres llegaron horas después preguntando si los habían visto.

Pasaron las horas y no tenían respuesta de que pasaría con ellos, a eso de las once de la noche (11:00 PM), los metieron en una celda de unos 3mx3m, algo realmente horrible, tuvieron que dormir de pie, debido a que adentro ya habían 26 reclusos. Podrán imaginarse ustedes el ambiente en el que esos muchachos se encontraban, el calor que allí había era tremendo, la celda no contaba con ningún equipo de enfriamiento de aire, el espacio tan reducido se hacía imposible, siquiera, para sentarse un momento, para orinar se usaban botellas y las otras necesidades las hacían en un rincón. Uno de ellos, lleno de optimismo, les decía a los otros, “quizás no nos liberaron hoy porque ya es muy tarde, mañana seguro nos sueltan, una noche se puede pasar en cualquier lugar”.

Al día siguiente, no les dieron razones de su liberación, todo empezaba a tornarse gris, ya no había color, pensaban, que aunque ellos no eran culpables, los querían inculpar, el miedo corría por sus venas sucumbiendo sus cuerpos. Ya adentro, al conversar un poco con los otros privados de libertad, encontraron un caso muy parecido al que les había sucedido. Tres (3) días antes de la detención de los muchachos en la cancha de futbol, habían sido arrestados un grupo de diez (10) hombres acusados de disturbio público, los familiares de más de la mitad de ellos no sabían dónde se encontraban, imagino que pensarían lo peor sobre su paradero, quizás ya sin esperanzas de volverlos a ver.

Las noches siguientes, los reclusos, le dieron a los jóvenes la oportunidad de acostarse un poco en un horario desde las nueve de la noche (9:00 PM) hasta la medianoche (12:00 AM). Dormían incómodamente en el piso sobre sabanas. Y así pasaron los días. Ya al cuarto día, solamente le dieron libertad a cuatro (4) y de los dos (2) que dejaron, uno era estudiante. A la semana liberaron al estudiante por pruebas contundentes de su inocencia. Al otro le costó un poco más de tiempo, siendo liberado dos meses después, hace unos quince (15) días atrás.

Tantas cosas que pasan por la cabeza de una persona que pasa por estas situaciones, que pasara con sus estudios, el sufrimiento y la angustia de los familiares, tres de estos jóvenes eran padres, quizás pensarían que no verían crecer a sus hijos, que pasaría con sus proyectos de vida.

Es increíble el mal rato que estos muchachos tuvieron que pasar, en el caso de los familiares que no sabían dónde estaban estos jóvenes puede considerarse como secuestro. En muchos países en el mundo, los sistemas penitenciarios van en contra de los derechos humanos (DDHH), he visto historias reales de muchos casos en donde personas inocentes son acusadas de algún delito y terminan pagando, donde las condiciones de permanencia de los reclusos no es para nada humanista.