Ya casi es medianoche, es por eso que espero aun estar a tiempo para que puedas recibir mi carta, prometo ser lo más breve que pueda. Aunque nunca ha sido mi don hacer milagros.

Si estuviera en tus facultades poder echar el tiempo atrás… indudablemente ese sería mi deseo para este año, desearía que me llevaras a cualquiera de las noches junto a la dulce compañía de Martin, junto a sus besos apasionados, sus delicadas caricias…. O simplemente me llevarías a una de esas noches donde no las pasábamos hablando de tonterías hasta el amanecer y veíamos salir el sol desde el techo de su casa. Te prometo que si pudiera estar en cualquiera de esos instantes, arreglaría mi vida, no perdería el tiempo, aceptaría mi realidad y mi amor por él, sin titubeos, sin dudas y sobretodo sin terceras personas, como quien se lanza de un precipicio con la convicción de que un amor profundo lo salvará.

Si tuvieras el poder sobre la vida o la muerte, y además el tiempo… te pediría que me llevaras al momento en el que conocí a Augusto. ¡Oh, sí, por favor! Pudo haber sido tan útil conocer la fragilidad del tiempo y los enredos de la vida… el tiempo a veces se nos escapa de las manos, como sal en el agua. Hubo tantas maneras de haberle ganado la batalla al tiempo, son tantas las posibilidades que me dan vértigos.

Sin embargo sé que el tiempo no se altera, que la vida no perdona y que el destino no regala segundas oportunidades…

… hoy quiero hablarte de alguien especial, alguien que en los últimos años se ha ganado un lugar en mi corazón. Sé que tú lo conoces, pues tú conoces a todos, él es algo verde y no tiene amigos; sí te estoy hablando del Grinch, sé que odia la navidad, pero vamos, realmente he logrado comprenderlo en todo este tiempo.

En realidad no es que odia la navidad, es solo que le duele tanto que se le hace intolerable. Así estoy yo, de cuando en vez, la navidad me duele mucho, como para ser feliz con ella.

Esta carta es para pedirte otra realidad para el Grinch, una realidad donde pudiera haber llegado a la casa de su verdadera familia, a un lugar donde tenga aceptación, donde no sienta el rechazo y la soledad, sé que es un deseo algo grande, así que si no puedes cumplirlo, simplemente te pido una continuación… me gustaría saber qué ocurrió con su vida, luego del final de la película… ¿fue feliz?

Dale felicidad al Grinch, haz de su vida una gran vida… después de todo es lo que menos se merece, es culpable de sus acciones más no de sus sentimientos y al final de todo, se parece mucho a nosotros los humanos. Déjale siempre un regalo junto al árbol, que aunque no lo admita lo obsequios lo hacen feliz, también dale valor y constancia para cumplir sus metas y sobre todo no apartes el amor que esa noche cultivó en su corazón.

Dale días de risas y limita los días de llanto y dale el don de aprender a valorar las pequeñas cosas, que al fin y al cabo son las que enriquecen esta vida, dale dignidad y amor propio, ah y por ultimo no te olvides de darle una familia, una comprensiva y amorosa, porque la familia nunca se olvida… es el pilar de nuestras vidas. Santa, espero que no estés muy ocupado para leer mi carta, creo que después de tanta soledad, el Grinch merece ser tomado en cuenta… merece ser recordado.

Sé que no me he portado muy bien durante el último año, he llorado más de lo que tengo permitido, he dejado una que otra vez que mis monstruos me atormenten y la ansiedad ha sido mi pan de cada día durante un tiempo, pero por favor, no dejes de cumplir mi deseo… te lo pido de corazón.

No te quitaré más el tiempo, sé que eres un tipo ocupado. Gracias por tomarte el tiempo de leer mis letras, espero saber de ti pronto.