Menos mal dije:¡No!| Reflexión| Para ti joven de manera especial.

Recuerdo las fiestas del salón esas donde muchos la disfrutaban como que si el mundo se iba a terminar ese día. "Tranquila disfruta que el mundo se acaba en el 2.000", que risa, era lo que se escuchaba allá por los años 80 90. Ven vamos disfruta todo al máximo, cigarros, licor, lo que venga es gratis y otras expresiones que se debía estar bien clara para no caer en tentación. Estoy convencida que la oración llega (risas). Las hormonas desequilibradas, el buen mozo que quería con todas. La chica que tenía mucha "experiencia" y te daba esos tips fuera de serie.

Eran jornadas de bailes, maratones que te hacían olvidar el tiempo, familia y hasta esa promesa de regresar a una hora determinada. Excursiones a la playa, momentos que eran de disfrute extremo, sin muchos planes...Ni tampoco mucho dinero. Todo improvisado, llegar a casa de la tía de alguien, cualquier espacio era grato era impregnado con nuestra algarabía. Esa voz del adulto mayor que nos decía: "muchachos rían con media boca". Esas carcajadas que se prolongaba hasta altas horas de la noche debajo de un poste de la cuadra de alguno.

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Sin celulares, nada que distrajera nuestras largas historias. Ese chico que en el fondo no era malo, solo le faltaba afecto o le faltaba atención en su hogar, ese también era nuestro amigo. Pero era diferente ofrecía cosas que no llamaban nuestra atención. Algunos se quedaron en el camino, otros siguieron otros rumbos, pero hoy estoy segura que en sus recuerdos deben estar estos gratos momentos.

Recuerdo a la chica que les fascinaba los profesores, esa era la elegida para ayudar a pasar algún examen algo difícil, era lo que creíamos, que ilusos fuimos. Seguro esos profesores ya no nos recuerdan, que nos van a recordar si al ser los semaneros esas carpetas se solían extraviar, que rabias le hacíamos pasar.

¡Rebeldes sin causa! esa frase que no entendíamos cuando nos gritaban, solo con la mirada perdida y una media sonrisa al escuchar. Correr detrás de la nada solo para disfrutar del aire, del mar, de un baile, de una conversación sin final.

Ese día de la playa cuando caí en ese hueco y todos pensaban que estaba echando broma, fuí rescadatada por ese chico que me cargó, me sacó hasta la orilla, todo quedó en ese momento, seguro si hubiese existido el celular se hubiese entablado alguna buena amistad.

Tener dinero para "discotequear", cada una tenía sus ideas para conseguirlo unas más osadas que otras. Pero prefería sacarlo de mi mesada. En esta parte mi sonrisa no la pude evitar al recordar cada ocurrencia, en esas cabezas tan disparatadas.

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Llegó el momento de decidir ese momento donde las situaciones se van de las manos, ese momento que debes decir ...NO. Un no con seguridad, recordando que no puedes fallar la confianza de esos viejos que daban hasta lo que no tenían. Era algo que te daba fuerza para negarte a dejar valores y principios a un lado.

Que todas las respuestas podían ser positivas, pero en esa situación siempre el NO era la prioridad.
¿Cuántas veces te tocó decir NO? Ese NO que no dejara dudas.Mi viejo no te podía fallar.

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Gracias por leer amigos, hasta otra oportunidad. Ahora digo que NO en otras situaciones, pero esa será otra historia (risas).