Estos últimos días an sido de desolación, tristeza, incertidumbre, angustia y terror; en fin no encuentro un adjetivo correcto para definir la impotencia que se siente el ver el gran desastre en el que está mi hermoso país que se ha agravado por los grandes apagones que duran varios días que han hecho que la situación económica que cada día sea más grave ya que sin energía eléctrica varias empresas que aún seguían a flote se han terminado de hundir y más aún los pequeños productores que pierden muchas veces sus inversiones.

Lo antes expuesto es terrible pero lo más delicado es en el tema de la salud cuantas personas habrán muerto, cuantos bebes por este caos en hospitales, mis ojos se llenan de lágrimas al pensar esto.

En mi caso tengo dos hijos uno de 4 años y un bebe de 8 meses para ellos fueron noches de desespero por el calor y por tantos zancudos que hay, mi esposo y yo pasábamos la noche echándoles viento con cartones, todo esto me tiene deprimida aparte de no tener luz tampoco agua ya casi ni reserva teníamos de agua esta vez estuvimos sin el servicio eléctrico desde el viernes hasta ayer miércoles en la noche y bueno el agua ya va más de dos años que nos llega a veces un día a la semana por tal motivo tenemos que comprarla a camiones cisternas que abusas cuando no hay el servicio eléctrico; para no extenderme más porque si sigo pasaría horas escribiendo sobre este caos me despido pidiéndole a Dios que nos ayude a salir de esto.