Querido diario. Día 3
En realidad han pasado cuatro días desde la publicación del día 2, pero me fui de viaje, así que decidí no publicar nada en esos días, para disfrutar de la naturaleza y el momento, como soy nueva en este arte de escribir, entonces no importa mucho si dejo de hacerlo, total que esto es como lanzar letras al aire. Esto me lleva a preguntarme si así se sentirán los escritores... tal vez solo los periodistas, cuyos escritos buscan algo un poco efímero o práctico, no buscan crear una historia o algo sorprendente, tienen límites estrictos.
Bueno, yo no estoy creando nada, solo describiendo algunas cosas que se me vienen a la mente... ni siquiera cuento con el bagaje académico para contarlo de una forma atrayente. De cualquier forma les comparto un poco de mi viaje, viajamos al norte del país, la carretera te lleva por el llamado "corredor seco" que no es más que un valle (no sé si es científicamente correcto llamarlo valle, mi catedrático de geología era medio zonzo) que tiene montañas altas a ambos lados, entonces la humedad proveniente de los océanos se queda atrapada en la montaña que da a los mares y no llega al otro lado, por tanto las condiciones pueden ser casi desérticas. Aunque la lluvia lo tenía todo cubierto de flores moradas y amarillas.
Foto recuperada de aqui
Las condiciones del corredor seco se encuentran en varios departamentos, la carretera va solamente por El Progreso y Zacapa, que en el mapa sería oriente, después se dirige al norte, cruzando el departamento de Izabal, con su lago que lleva el mismo nombre. Sin embargo la primera parada la hicimos en Estanzuela, municipio de Zacapa, que queda un poco después de este cruce, así que con una corta desviación visitamos el museo arqueológico de Estanzuela, es pequeño y cuenta con tres fósiles grandes, un mastodonte, un perezoso gigante y una ballena
En el museo de Estanzuela
Se me había olvidado mencionar que salimos del centro de la ciudad de Guatemala a las 5.00 am, hicimos una parada para desayunar en un parque a orillas del río Pasabien, en la aldea Pasabien ubicada en el municipio de San Agustín Acasaguastlán, del departamento del Progreso. Al rededor de las 11 am estábamos en el museo, se hicieron algunas paradas más para ir al baño antes de hacer la penúltima parada, el Castillo de San Felipe, donde hicimos el almuerzo. El Castillo, lleva el nombre por su arquitectura, sin embargo era un fuerte militar que funcionó unos 100 años como un fuerte, para proteger la costa de las invasiones pirata... de algún lugar sale la historia de los piratas del caribe (Izabal es la entrada del mar caribe para Guatemala), este era un puerto importante en tiempos de la colonia española, pues era la única forma en que lograban sacar todos los tesoros del país con rumbo a la "madre patria". En palabras de mi hija, era bonito pero olía mal (agua estancada), no tenemos fotos.
La última parada que se hizo fue en la finca Ixobel, ubicada en Petén, en el municipio de Poptún, según dicen es el kilómetro 376, llegamos ya muy tarde y estaba lloviendo. Como había personas con niños pequeños (solo nosotros que viajamos los cuatro, dos adultos, una de 6 y uno de 2) entonces nos ofrecieron cabañas, habían 9 camas en total. Ocho se ocuparon, con adultas que no querían o no podían acampar y con otras familias de niños entre 5 y 6 años. El segundo día fue de levantarse un poco tarde (6am) para estar listos a las 8, la noche no fue muy buena, compartí cama con mi hija y ella no es muy amable y cuidadosa despierta, lo es menos dormida, a las tres de la mañana una señora se cayo de la cama de arriba de la litera donde mi novio y mi hijo dormían, fue bastante perturbador para mi ver a la señora, como persona atropellada inconsciente a los pies de la cama, sentí ese frío de que algo malo pasa y no se puede remediar, finalmente reacciono la señora, dijo algunas cosas sin sentido, contactamos a otros familiares que habían ido con ella, pero que estaban en la otra cabaña (nos dieron dos, los demás durmieron en un salón de eventos o en un patio con techo de paja) después de las siete nos enteramos que estaba bien, no tenía ninguna hemorragia interna o algo serio, no paso más allá de dos dedos rotos, después del incidente me pase a dormir con mi bebé, al menos descanse dos horas bien.
Como les contaba, a las ocho salimos rumbo al biotopo Cerro Cahuí, instaurado desde 2003, hicimos media hora de caminata, mi hija se emocionó tomando fotos y jugando con su amigo, sin embargo no llegamos a ver ningún animal en el camino, o tener una vista sorprendente de algún mirador, ya que es un sendero largo, que a buen paso se hace en 2 horas. Los biotopos se declaran en áreas de importancia de biodiversidad, es decir un bosque que contiene muchas especies de animales y plantas en un ecosistema saludable. En este lugar vimos algunos reptiles conservados en formol y cráneos de mamíferos. Además del sendero había una parte que daba al Lago Petén Itza, donde no salen los cocodrilos, ahí pudimos almorzar y los que no se incomodan con las condiciones del lugar se dieron un chapuzón (la verdad es que a mi eso de cambiarme a la interperie... o cambiar a mis hijos me estresa, por tanto no hubo chapuzón), la vista muy bella.
La selva, el Lago (Petén Itza), la barba amarilla y los niños jugando en Ixobel
El Lago de Izabal, visto desde el puente
Una cosa que se me olvidaba, es que uno de los rezagados vio una "madre quetzal" antes de empezar el sendero, es la primera vez que oigo el termino madre quetzal, pero se refiere a una hembra de quetzal (pharomachrus mocinno) el ave nacional de Guatemala... yo aún no he visto alguna en persona, y en un rancho que hay en la entrada habían unos murciélagos intentando dormir, colgados en el techo. Estábamos confiados porque parecía buen clima, sin embargo en un momento empezó a llover, aparecieron en el lago unos pajaritos, estaban muy lejos para saber que pajaritos eran (y si eran pajaritos o pajarotes) se zambullían en el agua, como si los peces salieran a recibir la lluvia y ellos aprovechaban la oportunidad y se los zampaban, también había un patito que de cabeza se metía al lago para salir unos metros más adelante, supongo que pescaba también. Al llegar al lugar llamado el remate (a unos pocos minutos) los dirigentes decidieron que no podríamos acampar en Tikal, la atracción máxima del viaje (nuevamente considerando a los inexpertos y al bebé), así que nos quedamos ahí, pagando el alquiler de su salón comunitario, desafortunadamente no se podía utilizar el espacio hasta las nueve de la noche.
En otro post les conté que el viaje se hacía con los scout, ante esta eventualidad decidieron que fueramos a Flores, una isla del lago Petén Itza. Realmente no me parece una decisión lógica de scout... ni de un adulto con niños, finalmente no fuimos, porque el dueño del bus quería cobrar un montón de dinero, sin embargo alguien tenía un familiar que ahí vivía y nos dejo estar en su casa un rato... como tres horas.
Mis hijos encantados porque pudieron jugar un montón y habían carritos. Mi hija se peleó con un niño porque no quería que le tomarán fotos, después estaba con su amigo (que tampoco le gustan las fotos) posando para que el primer niño les tomara foto. Esa noche hizo mucho calor, pero yo estaba tan cansada que me dormí a pesar del olor a carpa nueva... mi hija ni se movió en toda la noche y el bebé... duerme bien en todas partes. Mi novio, pobre, el si no podía dormir del calor, pero de eso no supe nada hasta ayer que me estaba contando. Nos costó mucho levantarnos... simplemente no podía coordinar dos cosas y así como sacaba cosas de la maleta las volvía a meter y no podía ordenar nada, finalmente logramos empacar y ahora si nos dirigimos a Tikal.
Esperando para poder entrar al Parque Nacional Tikal
Área de Camping
El Gran Jaguar o Templo I
Yo he visitado Tikal unas tres veces ya, pero nunca había acampado, estaba muy bonita el área de camping y habían baños (no letrinas como yo pensaba/temía), nosotros elegimos una chosita, casi que la más lejana de la entrada. Como era casi medio día, armamos el campamento y nos dio tiempo de visitar el museo, desafortunadamente no nos dijeron que en la entrada del parque se tenía que pagar la entrada del museo, así que no pudimos ingresar (la entrada esta a 17 Km del área administrativa/turística). Cuando volvimos al campamento almorzamos, como mis hijos son lentos para comer no tuvimos tiempo suficiente para comer y el grupo se fue antes que nosotros (yo todavía quería ir al baño, más bien necesitaba). Afortunadamente el proceso para entrar es lento, así que no nos perdimos de nada. El guía nos llevo por unos sendero (me daba miedo por los ataques de las serpientes barba amarilla, pero no paso nada) y finalmente visitamos el parque, descansamos un poco y regresamos, tuvimos un tiempo para descansar, mientras otros hacian la cena, había que prepararse para el día siguiente, la hora de salida se planificaba para las 5.30... creo que lo logramos ya no lo recuerdo.
Vista desde el templo II, o piramide de los mascarones
El último día fue un día perdido, solo para recorrer los más de 300 Km de regreso a la capital, llegamos a las 8 de la noche cansados y apestosos, nos bañamos y fuimos a dormir, para amanecer hoy todos adoloridos (no sale gratis cargar al bebé por todo Tikal). Sin embargo fue un viaje hermoso, lo disfruté muchísimo a pesar de que no todo salió como lo planeado.