Fotografía, cortesía de Davide Cantelli (Unsplash)

Hola, a todos mis queridos compañeros de Steemit.

Soy Zulay Pulido, estudiante de la extraordinaria Doctrina Filosófica Espiritismo Luz y Verdad.

“¿Qué harías si algo espiritual contradijese tus creencias científicas?” - (ARCHIE PANJABI - Priya Varma)

En mi artículo “Qué Somos” expuse que el ser humano es una Trinidad compuesta de: Espíritu, Alma y Cuerpo. En este apartado, explicaré, de forma breve, lo que es el Espíritu.

Ilustración de Zulay Pulido

En el artículo anterior “Qué es la Vida”, dije al final que: “La vida es el Espíritu” y el “Espíritu está en todo”. Pues, así es, el Espíritu es la Vida Universal.

El Espíritu es la conexión directa entre el Padre Creador de la Vida Universal y la demostración de la vida en los cuerpos y formas; es el flujo y reflujo, sin cuyo movimiento eterno no existiría la vida.

El Espíritu es la fuerza que produce los giros planetarios, el oleaje de las aguas, la respiración de todos los seres, el fluir de los líquidos, el crecimiento de las plantas, el soplar de los vientos, la comunicación de las células, la circulación de la sangre, el latir de los corazones, la combinación de elementos químicos, la lluvia, el fuego, el calor, los tornados y mucho más; es la luz que ilumina el firmamento, las estrellas, las galaxias y todo en el Infinito Universo.

El Espíritu es, y muy importante, el diseñador y creador exclusivo de las formas con las cuales el hombre demuestra la vida, por orden del Creador, para lo cual utiliza la naturaleza, también concebida por el Padre Creador, como materia prima; es el ordenador de todas cosas y la potencia en la unidad del Infinito.

El Espíritu del hombre es una partícula que procede directamente del Creador; y es parte del Creador con El y en El, antes de ser hombre, cuando es hombre y eternamente lo es con El.

Fotografía cortesía de pasjamil (Pixabay)

Cuando es mandado por el Creador a demostrar la vida como Hombre, debe encerrarse en la materia opaca del Cuerpo, necesaria para manejar los materiales requeridos y construir, en principio, su propio cuerpo. De ahí en adelante, será el arquitecto y constructor de todo en el universo, de acuerdo a su Grado de Progreso.

Cuando el Espíritu está encarnado, el hombre, por ignorancia, busca al Creador, su causa, fuera de sí mismo. Pero el gran secreto que viene a mostrarnos cuán importantes somos, es que llevamos a nuestro propio jefe dentro, y no necesitamos ningún intermediario para acercarnos a él.

Es el Espíritu, ya sea encarnado o en estado liberto el primer efecto de la causa única, el Creador; y por su destino, la primera causa en la creación y causa de todos los efectos del universo.

Al Creador le llamamos ELOÍ, que no es un nombre sino un acróstico que indica que su naturaleza es: Eterna, de Luz de la Sabiduría, Onmipotente e Infinita. Y como el hombre procede directamente del Padre, significa que posee esa misma naturaleza, pero en minúscula, aunque no es Omnipotente sino Omnímodo, porque tiene y siempre tendrá al Padre Creador por encima de él.

El mandato del Padre Creador es: Conócete a ti mismo, hombre, que, conociéndote a ti, conocerás al Creador en tu mismo ser; y conocerás la causa, el efecto y el universo.

Por otra parte, el Espíritu es el que posee las Facultades que el hombre ostenta: la Inteligencia, la Sabiduría, el Cálculo, el Pensamiento, el Habla, el Raciocinio, las Ideas, los Planes, la Creatividad, y, en definitiva, el Espíritu es la Voluntad del Padre Creador. Esa Voluntad o fuerza invisible que nunca dejará de impulsar la obra eterna con sus regalos: La Ley de Amor y la Ley de Libertad o Libre Albedrío, durante las infinitas reencarnaciones, viviendo en la trinidad del hombre, ascendiendo cada día en Progreso, Belleza y en Amor, sin encontrar jamás un límite, porque, como escribió Abraham: "Los mundos son infinitos y el hombre ha de vivir en todos los que existen, pero la creación sigue y no se acaba”.

En los próximos artículos explicaré, con más detalle, lo que son el Cuerpo y el Alma, por separado. Posteriormente, hablaré sobre las Leyes Espirituales.

Esta información está basada en los conocimientos obtenidos de la Doctrina Filosófica “Espiritismo Luz y Verdad”, que se imparte en la “Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal (EMECU)”, fundada el 20 de septiembre de 1911, por el Maestro Juez, Joaquín Trincado.

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