Ayer me comí la Luna - La historia de un vals venezolano
"Ayer me comí la luna" es una conversación entre una mandolina y un cuatro venezolano en forma de vals de la que fui testigo.
Deja que te hable de cómo surgió este diálogo y de la sorpresa de cómo se dio a conocer.
Hay compañeros de caminos que te acompañan en casi todas las travesías de tu vida, más que por elección propia porque así lo manda el universo. Uno de mis compañeros se Llama Alejandro Suárez pues le ha tocado calarse mi presencia desde hace más de veinte años. Era una costumbre desde niños (ese "era" que suene nostálgico) sentarnos a hacer música con un par de instrumentos que íbamos intercambiando periódicamente. Un diciembre de 2003, él con un cuatro y yo con una mandolina, dejamos que la música hablara por sí sola, fue cuando empezamos a darnos cuenta que ocurría algo interesante entre ambos instrumentos. Era tan interesante lo que hablaban que les pedíamos que repitieran una y otra vez la misma historia, pasamos horas escuchando la misma conversación, la misma melodía.
Un cuñado loco que tengo, entró a la escena justo cuando escuchábamos la melodía que hablaban nuestras manos por enésima vez, ya nos habíamos preguntado qué título ponerle a esta nueva obra sin tener alguna buena idea al respecto. A mi cuñado, además de su locura, algo le inspiró a lanzar versos sin sentido como si se tratase de un fondo musical para su terrible rima. No recuerdo bien que tanta locura dijo pero era algo parecido a "El pan lo como con el queso", "el queso que ayer tenía", "pero me hace falta el refresco". Hasta que dijo la maravillosa frase "ayer me comí la luna". Lo cual hizo que Alejandro dejara el cuatro para decir enérgicamente "ese es el título de la canción!!".
Años más tarde, los mismos personajes estaban en su taller de luthería, probando un cuatro y una mandolina de concierto que recién terminaban de elaborar. Fue como si ambos instrumentos hubieran querido repetir el diálogo de aquel día porque dicha melodía volvió a surgir después de años sin tocarla. Este momento quedó guardado en un video que luego subí a internet para dar muestra no del vals, si no de la calidad de los instrumentos elaborados y así promocionar mi trabajo como artesano. Lo curioso es que inesperadamente, la melodía empezó a gustar e inmediatamente empezaron a escribirme de diferentes partes preguntándome sobre el nombre de esta obra y del autor, luego me pedían partituras de la pieza y fue entonces que me animé a escribirla por primera vez. Fue una grata sorpresa enterarme que un grupo argentino la tocaba, una estudiantina de Trujillo (un estado de mi país) también. Eso que me inspiró a hacer un arreglo para incluirla en el repertorio de la Orquesta "Alma Llanera", agrupación que tengo la suerte de dirigir.
Hoy la comparto con ustedes para que me cuenten qué les parece, con el mismo video aquél que subí probando la mandolina y el cuatro. Por favor no se rían de mi facha ni de mi tonta manera de hablar...
La luna a medio comer
Leoooooo!!!!!!! Dios qué alegría para el alma encontrarte y escucharte después de taaaanto tiempo! jajajaja, es mi regalo de fin de año, de verdad me puse nostálgica pero muy contenta de leer tus historias. Bellísimo post. PD: Sígueme y te sigo 😂 😂 😂
Analíaaaa!! cuanto cariño!! que bueno verte, ya mismo te sigo y te leo!
Esto es bellísimo, la luna debe ser comida para que nos llenemos de su brillo.