Me llamo Leidymar, que bueno pasar a saludarte.

Hoy como todas mis noches paso a leer un poco, con la buena fortuna de encontrarte esta noche.

Tu titulo llamo mi atención a primera vista, lo que me hizo entrar a tu post.

Yo también tuve miedo de verme al espejo y reconocerme como la mujer maravillosa que soy.

Estoy de acuerdo contigo cuando dices:

cuando eres más pequeño, eres más vulnerable y te afectan muy fácil las cosas.

Cuando somos niños, somos como unas computadoras nuevas, vamos guardando cada cosita que llega a nosotros, además de aprender de aquel que nos usa.

A medida que pasa el tiempo, eso que aprendimos y guardamos se queda en nuestro disco duro y formatearlo es muy doloroso y costoso.

Como seres adultos debemos cuidar de nuestras palabras y acciones frente a estos seres que están en pleno desarrollo.

De ser así estaremos formando personas con respeto de si mismos y respeto hacia otros.

De igual manera desarrollaremos en ellos amor propio y autoestima, lo que fortalecerá sus personalidades como individuos.

Nosotros que ya pasamos por esta circunstancia nos corresponde fortalecernos, de modo que no permitamos nuevamente un insulto a nuestra persona.

Aceptarnos como somos y amarnos.

Tenemos absolutamente todo para ser felices, somos seres auténticos y extraordinarios.

Gracias por compartir tu experiencia de vida.

Desde acá miles de bendiciones para ti.