A veces, tus temores pueden abrumarte hasta el punto de que pareces rendirte. Cuando esto sucede, el siguiente paso es poner tu fe en Dios. Usar la ayuda de Dios puede ser de gran importancia en la eliminación de tus temores.

El primer paso que una persona debe de hacer es empezar a hablar y orar con Dios. Una persona puede ir a la iglesia o a un lugar tranquilo durante el día o la noche para decirle a Dios que está en dificultades. Debe decirle a Dios de cómo se siente y pedirle su ayuda. Toda persona también deberá estudiar la Biblia y leer algunos artículos o versículos sobre cómo confiar en Dios y luego aplicar estos conceptos en su vida. Todos los días debes dedicar algo de tu tiempo para hablar con Dios y pedirle su ayuda.

Igualmente, aprende todo lo que puedas en el manejo de la ansiedad y la depresión. Hay muchos libros e información que te ayudarán sobre cómo lidiar con el miedo y la ansiedad. Comparta esta información con otras personas que puedan ayudarle. La educación es la clave para encontrar las respuestas que buscas para manejar tus miedos.

Piensa en lo positivo. Una buena manera de manejar tu miedo es desafiar ese pensamiento negativo con declaraciones positivas y pensamientos realistas.

A veces ayuda hablar con alguien sobre nuestras situaciones estresantes. Hablar con un amigo, consejero o clérigo de confianza no solo puede hacernos sentir mejor, sino que podrían darte consejos e ideas adicionales sobre cómo lidiar con tu problema actual. Obtener ayuda de un profesional hará que todo este proceso sea más fácil y aumentará sus posibilidades de éxito.

Dios es más fuerte que tus miedos. Lo importante es seguir orando y hablando con él. Habla con Dios como si estuvieras hablando con un amigo. Lee la Biblia y ora. Sea persistente y esté abierto a las sendas que Dios puede proporcionarle para resolver su problema. No siempre es fácil, sin embargo Dios está en guardia y él te ayudará si se lo preguntas.