Cómo hacer tu trabajo final de carrera, y no morir en el intento - Consejo 2
Consejo 2: Elección del tutor/a
Si preguntas a compañeros que ya han pasado por la experiencia, puedes encontrarte con un puñado de tipos de tutores: los hay quienes te hacen un seguimiento semanal y los que tienes que ir a buscarlos tú, los que te recomiendan bibliografía y los que te dejan a tu aire, los que se leen de forma minuciosa tu trabajo y los que te hacen preguntas que realmente te hacen pensar que ni han abierto el archivo…
A menos que hayas optado por la opción de escoger un trabajo ofertado por la Universidad, te toca la tarea de buscar tutor. Normalmente, a estas alturas de la carrera ya habrás pensado en alguien, pero puede darse el caso de que andes más perdido que un pollo sin cabeza.
Muy bien, mi caso es el del pollo sin cabeza.
Respira y no caigas en la desesperación. Tienes un tema, puede que no una idea muy bien definida, pero sabes la materia en la que vas a trabajar. Pues hay que empezar por ahí.
Haz una búsqueda por la web de tu universidad. Te recomiendo dos sitios: uno, el departamento al que pertenece, o crees tú que pertenece, tu trabajo. El otro, las áreas de investigación.
Haz una lista de posibles tutores/as que pueden ayudarte con tu trabajo. Así puedes asegurarte de que, como mínimo, el elegido o la elegida sabrán de tu materia. Una vez tengas la lista de nombres, pasa al siguiente nivel.
¿Alguien en esa lista ha dirigido un trabajo parecido al que tienes en mente?
Si sabes que sí, enhorabuena, puedes empezar a ordenar. Si no, calma. Hay más recursos.
Por ejemplo, la biblioteca. Busca trabajos parecidos, o de la misma materia que el tuyo, y si son de años recientes, mejor. Anota los nombres, puede que muchos ya estén en tu lista. No sabrás la nota, así que no tendrás ni idea de la calidad, pero puede que te suene algún alumno y puedas preguntarle directamente. Deja la timidez a un lado, te la estás jugando.
Prueba también a buscar bibliografía. A veces, las bibliotecas universitarias contienen títulos escritos por profesores en plantilla, alguno/a podría terminar dirigiendo tu trabajo.
Otro recurso: tus propios compañeros. Puede que alguno haya acabado ya la carrera, puede haberse matriculado antes o, simplemente, puede que conozca a alguien, que conozca a alguien, que conozca a alguien… que pueda hablarte de algún buen tutor.
Siempre es mejor poner en tu lista primero aquellos que se toman la dirección de los trabajos en serio.
Ya tengo mi lista, pero no conozco a nadie, ¿qué hago?
Espabilar.
Como ya he dicho, te la estás jugando, así que entierra esa timidez y empieza a tocar puertas.
¿Qué no los conoces? No hay problema. Te presentas, propones tu tema, y esperas. Lo peor que puede pasar es que te digan que no. Si es así, no te vengas abajo: muchos docentes están metidos en proyectos de investigación que pueden quitarles muchísimo tiempo, no es culpa tuya. Pasas al siguiente, y ya está. Eso sí, si te ofrecen su ayuda, acéptala.
Y en el momento en que uno acepte… ¡zas! Ya tienes tutor.
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