Nunca Será Suficiente

¡Hola, amigos!

Hoy, he decidido escribir sobre algo que rumbaba por mi mente y tenia ganas de contar. Hay días, donde logro pensar y permanecer dentro de mi mente durante la mayoría del transcurso de las horas, Incluso más de lo que logro hablar con otro ser vivo, y hoy, ha sido uno de esos días. Aquí, mis amigos, esta el resultado.

Así que, sin más, comencemos:

Tomando una perspectiva personal dentro de estos temas que sostengo para hablar en los últimos días, sigo con esta corriente para expresar con ustedes de la forma mas clara que puedo dejar ver; mis pensamientos en la frase: Nunca será suficiente.

Nunca será suficiente, un sentimiento.

Sentir dentro de nosotros lo que llamamos sentimientos es lo normal, lo cotidiano, y casi esperado tanto de la conducta como de la participación y practica del humano, que hemos llegado a quitarle valor a la belleza e importancia que este conlleva en todos nosotros. Quizá mis palabras tengan sentido solo en mis pensamientos, y esto no logre asimilar los de otros que ahora se encuentren leyendo, o los tuyos, pero repito; perspectiva personal. La magia de la individualidad y la singularidad de mentes. ¿No?

Sentir golpes de emoción en momentos que desconocías podían causar estos, pueden con el tiempo y repetición, hacer que no tengamos la misma inconsciente reacción. Esa misma incertidumbre, un golpe firme que con la secuencia vuelve al cuerpo blando e insensible. Es extraño, ¿Acostumbrarnos a sentir algo nos hace inmunes a ello, o nos llena tanto de este, como para no necesitar darle reconocimiento más?

Este pensamiento llego a mí, y utilizo este mismo recuerdo como ejemplo, un año atrás, tiempo en el que escribía historias y publicaba semanalmente capítulos en estas. Había una en especial, esta es la que causó el origen de estas palabras. Al principio, cada capitulo podía con suerte llegar a los cinco votos, y recuerdo pensar cuando seguía siendo parte de ese lapso de comienzo, que eso era bastante increíble. Maravilloso que alguien, una persona, quisiera si quiera ver algo hecho simplemente por mi. Eso sentí.

Con los meses, esta cantidad de visitas y por consecuencia votos fue subiendo, y a medida que lo hacia, podía sentir ese sentimiento de sorpresa y brillante emoción opacarse en la linea de la normalidad. Ya lo esperaba, ya no me causaba esa atrayente emoción y felicidad, y para cuando esa historia llego a los diez mil votos, no sentí nada. Absolutamente: nada. Solo tristeza por el efecto colateral de saber que era algo importante y debía entonces sentir algo, felicidad, emoción, regocijo, placer, pero... nada. No podía sentirlo, y no podía tampoco forzar a mis sentimientos salir como si pudiera controlarlos.

Nunca era suficiente para hacerme sentir que era mucho. Y tampoco pude percibir el valor de lo que había obtenido. Entonces entendí como hacían mis otras compañeras escritoras (que tenían quizá cinco veces mas mis números, y yo veía como algo impensable) para seguir luciendo una tranquilidad tan propia de la normalidad. Como si no hubieran hecho algo tan increíble. Quizá sentían así mismo que yo, en un distinto grado, claro.

Siento que, al ver las metas y magia de lo increíble y casi imposible en otras personas, es distinto a tenerlo uno mismo.

Que las metas, cosas, al tenerlas nosotros, en lugar de verlas en otro, no podemos apreciarlas como alguien más lo haría en un parpadear.

Cuando vemos a esos famosos con cosas extravagantes que desearíamos poseer, o el dinero, influencias e incluso atención... piensen un par de veces sobre ello.

Como el nada puede volverse todo, y al final de ese recorrido, el todo puede volverse nada.

—Lastsense.

Imagen propiedad de: We Heart It