Sin Saber que Habia Detrás...

En el pasar de la vida de una persona, suele suceder muchos eventos que nos hacen madurar o replantear las cosas nuevamente, en algunos casos la persona queda marcada de por vida y por mucho que luche por borrar las heridas, el recuerdo lo mantiene presente. Esta historia que les relataré trata de la vida de Eugenio un joven de 23 años a la cual la vida no le ha jugado bien y es que por ser hijo de madre soltera, creció con el rencor de no disfrutar de un padre y por mucho que su madre lucho para que esa ausencia no lo marcara, este joven lo llevaba en su corazón.

Resulta que la madre de Eugenio conoció a su padre en una carrera de autos, el señor en cuestión era mecánico de esos que preparan los carros para carreras clandestinas y Rita madre de Eugenio, era una chica que le gustaba conducir y ser liberal, pues en una de las carreras se conocen y mantienen una relación hasta que sale embarazada y le toca casarse, al nacer el niño todo parecía ser una vida plenas hasta que con el paso del tiempo, el niño con 8 años, el padre le dice que se va de casa y que ya no era su hijo, que se olvidara de que tenia padre, este hecho le causo mucho dolor al pobre Eugenio y no sabia que pensar, su madre solo le dijo que ya entre ellos había muerto el amor y por eso se marchaba.

Así, Eugenio creció con la carencia de un padre que le diera afecto y por más que sabia donde vivía, él nunca quiso visitarlo y es que se decía a si mismo, como yo voy a querer a una persona que me abandonó y me dijo que ya no tenia padre, resulta hipócrita de mi parte fingir que lo quiero, más si lo respeto porque me dio la vida, pero hasta ahí. A todas esta, años más tarde Rita y el padre de Eugenio se encuentran para resolver lo del divorcio, lo que Rita no sabia es que Eugenio averiguo donde se verían y dado el momento se aparece ante su padre, él quedó asombrado de ver el hombre en que se había convertido su hijo e intenta pedirle perdón, pero Eugenio se adelanta y le dice ¡luego de muchos años de tu ausencia ahora me atrevo a verte y no para pedirte explicación sino para decirte de que te perdiste de ver crecer y compartir con tu hijo, ahora soy yo quien te dice que no tienes hijo porque cuando te necesite no estabas, cuando busque tu consejo no te escuche y cuando requería de un fuerte abrazo solo encontré los de mi madre, al padre no le quedo de otra que darle la razón y decirle que lo abandono por inmaduro y porque no sabia como criar a su hijo cuando a él su padre también lo abandonó.