Recuerdos de aquel bar | Segunda parte: Detrás del telón - Relato erótico

in #spanish5 years ago

DETRÁS DEL TELÓN

Pasó una semana después de nuestro encuentro, pero no habíamos vuelto a tener ningún tipo de contacto sexual, solo algunos besos detrás de alguna puerta sin que nadie lo notara, el bar había estado muy lleno los últimos días. Pero un día no aguanté más, un día que en el que Bárbara y Julián volvían con los insumos y un dúo de músicos que tocaban música acústica que actuarían esa noche. Le lancé una mirada de complicidad a Bárbara, me miró a mí, luego a Carlos que estaba en el escenario ayudando a conectar los equipos; ella lo supo inmediatamente, era mi mejor amiga y me conocía.

-Sabía que caerías- Dijo mientras reía- No sé a quién intentabas engañar.

emiliano-vittoriosi-720653-unsplash.jpg

La noche transcurría tranquila, con pocos clientes, cerca de la media noche los músicos empezaron a tocar unas piezas en acústico. Yo empezaba a mirar nerviosamente hacia la cocina, una y otra vez. Bárbara se dio cuenta.

-Anda- Me dijo.

-No puedo– Le respondí en voz baja – Hay clientes todavía.

-Solo son tres mesas, yo les puedo atender – Sugirió- Ya lo cocina cerró. ¡Aprovecha! Pero que nadie te vea.

Sin pensarlo dos veces me dirigí a la cocina; Carlos estaba de espaldas a la entrada terminando de lavar los trastes, se volteó en el momento en que entré al lugar, dejó lo que estaba haciendo, se secó las manos con una toalla, se dirigió a mí rápidamente, me tomó entre sus brazos y me apretó muy fuerte. Lllevó sus labios a la altura de mi oído y susurró:

-Te dije que vendrías a buscarme. Espérame detrás del telón.- Me encaminé hacia el escenario mientras dejaba atrás a Carlos.


keagan-henman-386875-unsplash.jpg

Como la cocina tenía media pared cubierta de vidrio, todos verían lo que pudiera suceder y como quedaba justo al lado del escenario debía ser rápida, los músicos seguían tocando. Era común que entráramos y saliéramos del espacio detrás del telón, lo utilizábamos como depósito y tenía abarrotadas muchas piezas de utilería, cables y focos de escenario, y una vieja cama en un rincón cubierta por títeres polvorientos. Carlos llegó enseguida, lo abracé allí mismo, solo 30 cm nos separaban del telón blanco, y detrás de este un par de músicos interpretando La flaca frente a un público de unos diez personas.

Empecé a llenarlo de besos por toda la cara, y terminé en sus labios, él me agarraba las nalgas por debajo de mi vestido, y me dio un par de nalgadas con poca fuerza para que no se escuchara, yo no aguantaba más y allí mismo me arrodillé frente a él. Le quité el cinturón de cuero con una mano, y con la otra le agarraba una nalga pequeña y muy dura, estaba todo musculoso, se notaba que hacía ejercicios. Le desabotoné el pantalón y le bajé el cierre, ya no había tiempo que perder; tenía un bóxer blanco que bajé de un tirón para dejar escapar un miembro completamente erecto, grande, grueso, todo un espécimen (como ya había dicho mi amigo).

alexander-krivitskiy-796258-unsplash.jpg

¡Pero que sorpresa!- Exclamé yo, mojé mis labios con la punta de la lengua y le di un beso en la punta del glande, con mis labios empecé a darle pequeños besos alrededor de todo su miembro,luego regresé al glande y empecé a masajearlo con mi lengua de forma circular, luego seguí haciendo lo mismo, subiendo y bajando por toda su erección, llenándolo de toda la saliva que proporcionaba mi boca, lo tomé con la mano izquierda en la base y le sobraba mucho más espacio para que lo tomarán dos manos más, cubrí mis dientes con mis labios y me introduje lentamente su pene en mi boca, al mismo tiempo lo masajeaba con mi lengua hasta llegar al fondo de mi garganta. Levanté la mirada y allí estaba mirándome, complacido. Tomó todos mis rizos rojos con una mano y los sujetó fuerte en lo alto de mi cabeza, jalando con fuerza pero sin brusquedad.


Empecé a sacar y meter una y otra vez su miembro de mi boca, acompasadamente al ritmo de la música que tocaban a mi lado, solo a centímetros de distancia de los músicos, sin saber que eran la banda sonora de lo que ocurría a pocos pasos. Fui aumentando la velocidad poco a poco, mientras disfrutaba la felación y Carlos empezó a ejercer resistencia:

No, no, no, no, no. – Se quejaba, pero yo ya no podía parar; y para él era irremediable, estaba bajo el poder de mi boca y no iba a para. Entraba y salía repetidamente de mi boca él no pudo más y derramó en mi interior todo su afluente, me llenó la boca de su sabor, caliente, sentía como se desplazaba al interior de mi garganta; yo solo tragaba. Lo saqué lentamente de mi boca y saboreé un par de gotas que quedaban en mis labios mientras lo veía pícaramente.

¡Que perra eres!- Me dijo, me levantó y me dio un beso profundo. – Esto no se va a quedar así. Se volteó, y como si nada salió… Quedé detrás del telón escuchando las últimas notas de la canción, para luego salir escabullida por un lado, viendo la cama llena de títeres del fondo y pensando en nuestro próximo encuentro.

Natalia Loreto.png


Continuará...

Fuente 1, Fuente 2 y Fuente 3.

Esta historia pudo haber estado basada en la vida real (o no).

Coin Marketplace

STEEM 0.30
TRX 0.12
JST 0.032
BTC 61227.60
ETH 3022.96
USDT 1.00
SBD 3.88