Mi horrible historia con la Sayona(para los amantes del terror)
Era un día bueno de esos que te hacen desear seguir viviendo, luego de un viaje largo para visitar a mi hermano Enrique en los llanos lo único que quería era una taza de cafe que por fortuna mi cuñada Cecilia ya me había preparado. Me senté a hablar con Enrique y le dije -tienes una esposa maravillosa- el sonrió pícaramente y mirando hacia los lados asegurándose de que no estuviera nadie escuchándo, me dijo:esta noche hay otras maravillosas esperandome.
No me sorprendí, mi hermano desde joven siempre ha sido mujeriego y bebedor, aunque tenia la esperanza que ahora ya de cuarentón dejara la "mala maña" pero estaba muy equivocada, seguía yendo todos los viernes a ese burdel del viejo renco a pedir una caja de frías y a coquetearle a la primera prostituta que le hiciera ojitos. Este viernes no iba a ser la excepción.
Se hicieron las 11, habían pasado dos horas desde que Enrique había salido en su auto para el burdel, siempre he tenido la mala costumbre de meterme en las cosas, así que me puse mi chaqueta y fui al famoso lugar a ver que tal.
Pedí una cerveza y me senté a observar, paso un rato, no habían rastros de Enrique así que decidí ir al patio, allí lo vi.
Estaba atontado en la puerta de su auto observando a una mujer preciosa que se veía a lo lejos de la carretera, su piel blanca como la nieve, mejillas rosadas, labial vinotinto, su cabello era largo y negro como la noche, traía un vestido blanco con un escote que dejaba ver los bultos perfectos en su pecho y su brazo delgado haciéndole señas a mi hermano para que se acercara hacia donde estaba ella.
El fue corriendo hacia esa carretera desolada y mientras mas se acercaba mas se podía ver como la mujer cambiaba a un aspecto del demonio. Poco a poco sus ojos se volvieron rojos, su cara se fue arrugando, su sonrisa se había convertido en una mancha negra macabra con dientes cual animal con rabia, su precioso vestido blanco se fue manchando de tierra y de un rojo intenso que se asemejaba a la sangre, su columna brotaba generando una joroba y se escuchaba un grito tan horrible como para erizar mi piel y hacer que mi hermano corriera de regreso, ella no lo permitió...
Lo agarro por la pierna y mientras escuchaba sus gritos le arranco una a una sus extremidades, Enrique en agonía y yo cuando reaccione ya que estaba paralizada por el miedo fui a pedir ayuda pero cuando volví no había nada, ni rastros de la chica ni de mi hermano...
Mas nunca lo volví a ver y cuando conté lo que había pasado nadie lo creyó.
Ten cuidado hombre infiel u hombre malo la sayona te puede hacer pagar como lo hizo con mi hermano.
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