Hazlo friamente. Tu Ego odiará que le hagas esto.
El alumno le preguntó al profesor de psicología: profesor ¿Cómo puedo conocerme más a mí mismo, pero más importante que eso es cómo puedo saber cuál es mi potencial y cómo descubrir si podría llegar a convertirme en algo que deseo?
1. Humildad Radical
2. Sentirte bien y orgulloso de tí mismo
3. Subete a la báscula
-Ok entiendo; supongamos que hago lo que dice. Que me observo como si estuviera observando un extraño y que estoy haciendo un buen trabajo con respecto a investigar quién y cómo soy. Pero cuál sería el siguiente paso, cómo podría seguir expandiendome como persona para alcanzar mi potencial y ser quién podría llegar a ser.
-Es una buena pregunta, dijo el profesor. Se necesita mucha humildad, tu ego no querrá que hagas nada de esto, pero supongamos que has estado posponiendo una tarea o que estás endeudado en tu tarjeta... O ya sé, mejor supongamos que has estado evitando mirarte en el espejo de cuerpo completo y subirte a la báscula del baño en la mañana porque sabes que estás gordo y eso te irrita y baja tu autoestima y te hace sentir mal contigo mismo, disminuye el respeto que sientes por ti mismo. Y entonces, si tienes el valor y la humildad suficiente, es cuando te levantas y piensas: bueno ya llevo más de un año sin subirme a esta báscula es evidente que tengo pánico a lo que va a mostrarme y que el miedo ha sido más grande que Yo.
4. Hay cosas en tu vida que sabes que podrías mejorar
Piensas: ¿Es en serio? ¿así de mal estoy y solo soy capaz de dar ese pequeño paso? Pues bueno, parece que si has estado evitando el problema entonces, el asunto es que no tienes el suficiente coraje, valor y humildad para decir "sí" así de malas y decaído estoy y por ahora solo me atrevo o sólo puedo dar este pequeño paso. Esto es lo que puedo manejar y eso simbólicamente es apuñalar a tu ego arrogante que se está parando en tu camino y no te deja avanzar. No es agradable, pero tu alternativa es seguir alabando la imagen de grandeza falsa y frágil que tienes de ti mismo. Es más fácil, pero el precio que pagas cuando pasan los años es muy alto en realidad y te pone una bofetada y te muestra de un solo golpe quién eres en verdad.
5. Deja de ignorar el problema
El profesor respondió: -Subirte a la báscula es dejar de ignorar el problema, es abrirle la puerta a los dragones que ahí están escondidos. La parte buena es que si conquistas este reto aprendes que no eres tan cobarde como pensabas y entonces quizá puedes ponerte un poco más valiente y luego dar otro paso un poco más grande. Trata de agarrar un pedazo del problema que sea lo suficientemente grande para asustarte pero contra el que tengas alguna posibilidad de éxito, ahí es cuando te desarrollas. No sólo resuelves el problema interno que es más fuerte, sino que aprendes que puedes hacerte más fuerte aun. Ese es el camino del hombre virtuoso.