Una historia de amor pausada por el tiempo y que Steemit recuperó.

Según anécdotas, chistes y relatos, no hay suegras buenas, pero es que las nueras se las traen y TOOODAS las que he tenido me han sacado los colores de la cara.

Por esto, quiero empezar este post, agradeciendo a @introspectiva (mi nuera) porque a través de ella, entendí que SI es posible llegar a querer a una nuera, como si de otra hija se tratara.
Quiero compartir con ustedes, esta historia que a mi parecer, fue guiada por energías ancestrales, llena de inverosímiles causalidades.

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Tengo dos hijos, unos de ellos es un varón llamado Alejandro. Él tiene 22 años, de los cuales lleva 10 queriendo tener una novia formal (siempre fué muy precoz).

Desde pequeño amaba la música tanto como respirar; hace años cuando vivíamos en España, corría buscándo a todos los mendigos que se ganaban la vida tocándo un instrumento o cantándo, para acompañarlos en sus canciones, o les pedía tocar el instrumento de turno, improvisándo canciones con letras desentonadas; pero con el pasar de los años, estas rimas fueron agarrándo forma y color, hoy después de 15 años, empieza a vislumbrarse el comienzo de un camino musical.

Alejandro, me ha presentado un montón de mujeres: rubias, morenas, pelirrojas, gorditas, flaquitas y perfectas (deja los celos instrospectiva jajajá) hasta que me presentó a esta morenita: humilde, alegre, cariñosa, espóntanea, imprudente y loquita... fue suficiente un minuto, para sentir que ella sería la última de la lista; el tiempo me dió la razón.

Pienso que cuando las personas vienen a reencontrarse en este plano terrenal, no hacen falta años para saber que son el uno para el otro; este noviazgo fue relativamente corto, pero en la sincronicidad del tiempo, los puedo imaginar viviendo esta historia, como una eternidad permanente y como la continuación de otra vidas.

Instrospectiva, es la versión de mi hijo Alejandro, pero mujer; aún alucino con la similitud entre ellos, ambos aman la música, la poesía, el cielo, el mar y la montaña, tanto como la vida misma.
Tienen los mismos arranques de locura, en el buen sentido de la palabra; para ellos no existen paradigmas, todo lo manejan con humor (¡con buen sentido del humor!).

¿Su prioridad? Además de hacer el amor hasta desgastarse (instrospectiva NO lo borraré), hacer todo "con y por amor".

¿Su lema? Vivir intensamente y ser felices en todooo, porque la vida es un segundo.

No quiero pecar de presumida, pero después de conocerlos, se hace imposible "no amarlos" y NO es nostalgia por el viaje...

¿Cuál viaje? Les cuento... Cuando Alejandro pidió formalizar la relación (en abril de este año), a las dos semanas se le presentó la oportunidad de irse a Chile; fue una sopresa para todos, pero lo tuvimos que asimilar rápidamente, así que lo ayudamos con los preparativos del viaje, a empacar en sus maletas, nuestros miedos y tristezas entre otras cosas...

Quienes me conocen, saben que soy extremadamente positiva; pero verlos juntos de nuevo era muy complicado, ya que en Venezuela, el precio de los pasajes -al tenerlos que pagar en dólares-, son casi imposibles de comprar, más aún para personas sin posibilidades ecónomicas.

Quiero comentarles que el viaje de mi hijo a Chile fue por tierra y estuvo lleno de contratiempos y peligros, pero gracias a Dios salió ileso de todas esas terribles circunstancias, su presencia fué invisible frente a todo.

No quiero parecer Lupita la Dolorita y hacerlo largooo (tipo Corín Tellado) jajajá

Quiero agradecer a Steemit (y a todos los que forman parte de esta red social) ya que hicieron realidad un sueño, que hasta hace poco era totalmente inalcanzable.

Quiero agradecer al universo, por conspirar a favor de dos personas que merecían volver a reencontrarse en el camino, y continuar escribiéndo en las líneas de la vida, su historia de amor.

Quiero agradecer a Dios, por haberme escuchado cuando le pedía una mujer noble y coherente en la vida de mi hijo, para que ordenara un poco sus muebles mentales; aunque envió una persona más loquita que él jajajá pero buena onda y con vibra positiva (me quedo con eso), porque de esto se trata la vida, de vivirla locamente y si corduras, ¿verdad?

Sé que existe otra dimensión, invisible a nuestros ojos, llena de espectros angelicales y celestiales, en donde TODO toca el margen de lo posible... a ellos les pido poder reencontrarme en algún momento con estos dos seres maravillosos y de antemano les agradezco el milagro, para que se dé.

Me despido con esta foto, una travesía en Chuao (para los que no saben, es un lugar paradisíaco en Venezuela, entre mar, ríos, cascádas y montañas) en dónde Noemi y Alejandro, empezaron su historia de amor. El hombre debería cargar a la mujer, pero con ellos todo es diferente y descomplicado.

P.D: cuando hay fe, entrás en un hilo universal y solo hay una respuesta cósmica, que conspira apostándo a historias imposibles como ésta y muchas otras, aún sin contar.