Clarisa: Presa de sus temores. Parte I
Clarisa
Presa de sus temores
Parte I
Esta es la historia de una joven soñadora que empezaba sus estudios de secundaria, era todo nuevo para ella y debía adaptarse a nuevas personas y enseñanzas. En su lugar de estudio se llegó a sentir atacada por sus compañeros, algunos de forma cruel se burlaban de ella; se sentía tan perdida que a veces sentía el deseo de no regresar más a aquel lugar.
Clarisa era su nombre, era de piel morena, delgada, alta y de agradable apariencia. Su carácter un tanto fuerte y era poco expresiva en cuanto a demostrar sus sentimientos, de hecho ella reconocía que no le gustaban las manifestaciones de cariño como abrazos y besos, aunque su mamá siempre quiso enseñarle lo importante de ser cariñosa con los demás.
En su mundo de limitaciones por su forma de actuar, Clarisa se sentía excluida por sus compañeros que lo que hacían era criticarla y juzgarla con mucha severidad. Pero a pesar de todo, la joven era aplicada e inteligente, sus notas eran eximidas y quizás eso hacía que la rechazaran aún más.
No era fácil para ella tener que lidiar a diario con tantas dificultades, sin embargo, ella prefería afrontarlo sola, nunca quiso que sus padres ni sus profesores se enteraran porque asumia que las cosa podían empeorar. Los días pasaban y ella afrontaba las malas actitudes de sus compañeros, algunas les afectaba tanto que incluso en ocasiones cedía a las lágrimas, otras eran de menos importancia y trataba de pasarlas por alto.
En algunos momentos Clarisa lograba relacionarse con algunos jóvenes que se identificaban con ella, muchos de ellos eran de otro nivel académico pero se sentía cómoda al estar con ellos. Fue así como poco a poco empezó a surgir una linda amistad con aquellos jóvenes que la hicieron sentir mucho mejor, en sus horas de descanso aprovechaban para conocerse mejor, jugar y escuchar música.
Los padres de la joven se sentían tranquilos pensando que su hermosa hija se había adaptado con facilidad y se sentía bien en su lugar de estudio; estaban ajenos a todos esos momentos difíciles a los que ella se enfrentaba ya que ella había decidido ocultarlo para no preocuparlos.
En ocasiones Clarisa llegaba a casa muy deprimida, la única forma de ocultarlo a sus padres era permaneciendo en su habitación largas horas, haciéndoles ver que estudiaba pero su verdadera intención era que ellos no notaran su desánimo. Ocultarlo no era fácil pero lograba manejar la situación, hasta que un día todo su mundo se derrumbó se sentía aplastada y humillada por una difícil situación.
Clarisa era su nombre, era de piel morena, delgada, alta y de agradable apariencia. Su carácter un tanto fuerte y era poco expresiva en cuanto a demostrar sus sentimientos, de hecho ella reconocía que no le gustaban las manifestaciones de cariño como abrazos y besos, aunque su mamá siempre quiso enseñarle lo importante de ser cariñosa con los demás.
En su mundo de limitaciones por su forma de actuar, Clarisa se sentía excluida por sus compañeros que lo que hacían era criticarla y juzgarla con mucha severidad. Pero a pesar de todo, la joven era aplicada e inteligente, sus notas eran eximidas y quizás eso hacía que la rechazaran aún más.
No era fácil para ella tener que lidiar a diario con tantas dificultades, sin embargo, ella prefería afrontarlo sola, nunca quiso que sus padres ni sus profesores se enteraran porque asumia que las cosa podían empeorar. Los días pasaban y ella afrontaba las malas actitudes de sus compañeros, algunas les afectaba tanto que incluso en ocasiones cedía a las lágrimas, otras eran de menos importancia y trataba de pasarlas por alto.
En algunos momentos Clarisa lograba relacionarse con algunos jóvenes que se identificaban con ella, muchos de ellos eran de otro nivel académico pero se sentía cómoda al estar con ellos. Fue así como poco a poco empezó a surgir una linda amistad con aquellos jóvenes que la hicieron sentir mucho mejor, en sus horas de descanso aprovechaban para conocerse mejor, jugar y escuchar música.
Los padres de la joven se sentían tranquilos pensando que su hermosa hija se había adaptado con facilidad y se sentía bien en su lugar de estudio; estaban ajenos a todos esos momentos difíciles a los que ella se enfrentaba ya que ella había decidido ocultarlo para no preocuparlos.
En ocasiones Clarisa llegaba a casa muy deprimida, la única forma de ocultarlo a sus padres era permaneciendo en su habitación largas horas, haciéndoles ver que estudiaba pero su verdadera intención era que ellos no notaran su desánimo. Ocultarlo no era fácil pero lograba manejar la situación, hasta que un día todo su mundo se derrumbó se sentía aplastada y humillada por una difícil situación.
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simon.bolivar (70) 6 years ago