Carta de un Gatito de la Calle
Hoy di mi primer respiro y sentí frió al no estar en el calentito vientre de mami, aun no abro mis ojitos y tanteando a ciegas consigo como alimentarme, en una lucha con mis otros dos hermanitos, hasta que todos quedamos satisfechos.
Han pasado varias semanas, ya abrí mis ojitos, además puedo explorar ciertas zonas de las que parece mi hogar, es un lugar donde hay muchos ruidos extraños que me asustan, mi mama me dice que este hogar se llama mercado, los humanos venden cosas aquí, a veces le regalan algo de comida.
"Han pasado varias semanas, ya abrí mis ojitos, además puedo explorar ciertas zonas de las que parece mi hogar"
Una tarde, Después de tanto jugar, mis dos hermanitos y yo nos dispusimos a salir de la guarida sin que mamá se diera cuenta, estuvimos viendo el mercado donde muchos humanos nos veían, otros casi nos pisan, nos alejamos mucho de nuestro hogar y nos sentíamos perdidos, así que llamamos por un rato a nuestra mami para que nos rescatara, que no tardó en conseguirnos y justo cuando nos disponíamos a regresar, un perro muy grande nos impidió el paso, quiso agredirnos pero mamá no se dejó, ella le lanzaba zarpazos en nuestra defensa, nos dijo que nos escondiéramos que volvería a buscarnos.
Unos días mas tarde...
Aún no hemos querido salir del escondite, mami no ha regresado y tenemos mucha hambre, así que salimos en su búsqueda, pero no pudimos encontrarla. Estuvimos deambulando sin rumbo por mucho tiempo, comiendo lo poco que conseguíamos en la calle, tomando agua en pozos, huyendo de los humanos, de los perros y gatos más grandes.
Un día hurgando en las bolsas de basuras, unos humanos empezaron a perseguirnos creo que se enojaron mucho porque nos lanzaban piedras, de las cuales una le impacto a uno de mis hermanitos en el estómago, corrimos con todas nuestras fuerzas pero mi hermano sintió un dolor profundo en su costilla, y no pudo seguir avanzando, así que nos quedamos con él, hasta que pudiese levantarse.Con el paso de los días, el aun no podía moverse, había dejado de comer lo poco que le conseguíamos en la basura, su respiración se fue apagando lentamente, hasta que entregó su último suspiro con una mirada de dolor.
Luego de varios días sin salir por miedo a los peligros de la calle,Decidimos caminar en búsqueda de comida, puesto que el basurero ya le pertenecía a los perros, era muy peligroso acercarse. Después de muchas horas de largas caminatas ya no éramos capaces de seguir andando, estábamos sedientos y con mucha hambre, nuestras patas no tenían fuerza, ese día llovía mucho, nos tumbamos bajo la lluvia,sentía que mi cuerpo era muy pesado, cerré mis ojos ,recordé a mamá, el mercado, cuando vi por primera vez la luz del día, sentí tristeza, me hice muchas preguntas ¿para que vine a este mundo?, ¿con que propósito nacimos?, ¿por qué vivir es tan difícil?, sentí que era mi último momento, un frío recorría mi esquelético cuerpo, decidí cerrar mis ojos para esperar mi último aliento.
De repente siento que me elevo en el aire, unas cálidas manos me sujetaban, vi la cara de un humano e intente zafarme, mi hermano corrió sin mucha fuerza, así que igualmente fue atrapado, teníamos mucho miedo puesto que nuestra experiencia con los humanos no ha sido agradable.
"Sentí que era mi último momento, un frío recorría mi esquelético cuerpo, decidí cerrar mis ojos para esperar mi último aliento".
Me siento feliz, ya no soy aquel gatito flacucho y casi moribundo, mi aspecto ha cambiado considerablemente, puede decirse que soy un gato nuevo. Estamos en un lugar donde adoptan animales, a veces vienen humanos y se llevan a otras mascotas, pero no sabemos a dónde, uno de ellos se llevó a mi hermanito, dicen que se llama familia, donde le darán mucho amor y una camita acolchada.
Hoy ya se lo que significa tener una familia, tengo dos años con unos humanos que me llevaron con ellos a lo que le llamo mi hogar, tienen un perro muy amigable llamado doyo, que duerme a veces conmigo, el me cuida mucho.
Mi mama humana me tiene muy consentido, me da mucho cariño a veces duermo en una camita o con ella, me gusta subirme al tejado, correr en el patio con doyo y comer galletas con sabor a pescado. Ya no soy un gato callejero ahora me llamo tom.