Julia Aurelia Zenobia, siglo III DC

Zenobia habla a sus soldados, Giambattista Tiepolo, siglo XVIII

Ya que en el capítulo anterior tocamos la figura de Cleopatra, e intentando seguir algún tipo de cronología, continuamos con otra guerrera sospechada de ser descendiente directa de Cleopatra. En el siglo III DC,("el siglo de la crisis" se aventuraron a llamarle, debido a que en 50 años se sucedieron en el trono imperial 21 emperadores) existió Julia Aurelia Zenobia, tambien conocida en arameo como Septimia Bathzabbai Zainib. Hablemos un poco del contexto histórico de aquel peculiar momento.

Dentro del marco de las sublevaciones y constantes arremetidas de los pueblos bárbaros hacia las entonces endebles fronteras romanas, se alzaba amenazante el imperio persa sasánida, resaca del glorioso imperio persa aqueménida. Además de las internas entre los generales romanos que se acuchillaban entre sí, mientras las fronteras se achicaban por los saqueos sasánidas, el descontento en el pueblo romano se acrecentaba. De hecho, en el año 238 hubo 4 emperadores distintos. El imperio sasánida era comandado por Sapor I, que a diferencia de sus enemigos romanos, era un excelente general, y un gran rey (acaso si alguna de estas dos cuestiones son realmente posibles...). De no ser por la aparición de Valeriano en la escena romana, tal vez este capítulo histórico fuera distinto. Valeriano mismo cabalgó con sus legiones para intentar expulsar a los sasánidas de Siria, pero la fortuna no le acompañó: sus legiones fueron destrozadas, y él terminó prisionero. El emperador Valeriano, quien pudo ser por un breve momento "dueño del mundo", concluyó su efímero mandato siendo usado por Sapor como escalón humano para subir a su caballo. La vida te da sorpresas...

Sapor I a caballo, y Valeriano arrodillado. Naqsh-e Rustam, Irán

Odenato, señor de Palmira

Entre las actuales Siria y Arabia, se encontraba la ciudad de Palmira, cuna del reino nabateo. Como dijo Plinio el viejo: "Palmira es una ciudad independiente entre dos imperios". Claro que era una parada necesaria entre mesopotamia y Anatolia, o yendo al sur hacia Palestina, pero eso no significaría que no tuvieran que pagar tributos como cualquier otra ciudad dentro del agitado imperio romano. Hacia el año 260, aparece Odenato como señor de Palmira, ya que la provincia Siria que antes era romana, pasa a manos de Sapor y los sasánidas. Por ello, en un vano intento por hacerse con el favor del emperador sasánida, le envía cartas y regalos con resultados negativos. Demostrando su lascividad política, envía cartas y regalos al emperador romano que sucedió al infortunado Valeriano, Galieno, profesando lealtad a Roma y llamándose defensor de los intereses romanos en oriente. Con las arcas de su próspera ciuidad, Odenato logra parar un ejército que no duda en avanzar sobre las líneas sasánidas, emboscando al ejército persa en su retirada victoriosa de la ciudad de Antioquía. Al instante, Galieno le concede el dudoso honor de ser su representante en oriente como "totuus orientis imperator".
Hasta aquí la cosa marcha medianamente bien dentro de lo que se puede. Odenato se limita a cumplir los mandatos del imperio, y a defender la provincia de Siria de los ataques sasánidas. Pero al poco tiempo se llama a si mismo rey de Palmira y nombra a su hijo Herodes (Hairan) "rey de reyes". Un familiar cercano de ambos, de nombre Meonio en una ocasión les invitó a un banquete, durante el cual les asesinó. No está claro si fue a pedido de los romanos, de los persas, o de la protagonista principal de este artículo, Zenobia, esposa de Odenato. Aquí encontramos la primera paranoia machirula, o no tanto: quién asesinó a Odenato y a su hijo Herodes? La mayoría asegura que fue Zenobia para apoderarse del reino, ya que tenía otro hijo producto del matrimonio con Odenato, de nombre Vabalato, y recibió como herencia el reino palmirense con tan solo un año de edad, hecho por el cual Zenobia se hizo cargo del imperio. Meonio, el asesino de el emperador y su hijo, es capturado y ofrendado a los dioses máximos de Palmira, Arzu y Asisu, respectivamente representados por un caballo y un camello. L@s nabate@s no eran tan abiert@s como los hititas.
Si... Como si no tuviera enemigos, su mujer lo mata. En la mayoría de los casos, sería algo extraño. Cuando giramos la cabeza, nos damos cuenta que cualquiera te apuñala por un caramelo.

Palmira en la actualidad. Se puede apreciar la avenida de las columnas corintias

Palmira, significa "ciudad de las palmeras", probablemente producto de una sentencia grecolatina. El verdadero nombre de la ciudad era Tadmor (ciudad de los dátiles). Dejo este pequeño dato para sopesar la capciosa posibilidad de que la historia siga mintiendo. Y no está de más destacar sus monumentos sincréticos que con el arte aportado por los escultores palmirenses, sentarían las bases del arte religioso árabe y bizantino.
Zenobia, nació aproximadamente un 23 de diciembre. Hija de una esclava egipcia (de aquí la probable conexión con Cleopatra) y un mercader árabe, el dato da rienda suelta a la conjetura. De los datos que pude rescatar sobre su personalidad, es que era una excelente arquera que montaba muy bien a caballo, y que hablaba varios idiomas al igual que las supuestas raíces ptolemaicas hicieron con Cleopatra. De hecho, algunos llegaron a llamarla "la Cleopatra del próximo oriente", desde luego que denostando sus capacidades de liderazgo para rebajarla a un simple objeto histórico como hicieron con la reina del Nilo.

https://steemit.com/spanish/@kingaustral/apuntes-para-el-feminismo-mujeres-guerreras-vol-v-cleopatra-la-reina-del-nilo-primera-parte
https://steemit.com/spanish/@kingaustral/apuntes-para-el-feminismo-mujeres-guerreras-vol-v-cleopatra-la-reina-del-nilo-segunda-parte

Zenobia empoderada

La cuestión es que Zenobia decidió que ya tenía suficiente, y le pasó el trapo a todo Egipto, parte de Anatolia, Líbano, Siria, y Palestina. Los romanos y los sasánidas seguían matándose entre sí, además de que en Roma había problemas graves con los godos que amenazaban con romperlo todo desde el norte. Durante su mandato que duró apenas unos 5 años, desarrolló la arquitectura nabatea a niveles insospechados, creando la famosísima avenida de las columnas, de una longitud de casi 3 Km. adornada con columnas enormes de casi 15 metros de alto a los lados.
También se cuenta que Zenobia durante las efímeras campañas de su flamante ejército nabateo, se paseaba entre las tropas e interactuaba con los soldados, cosa impensada para la época. Incluso se dice que podía caminar a la par de sus tropas por más de 4 millas. Esto nos deja claro que era una reina guerrera sin lugar a dudas.

En amarillo el imperio palmirense

Luego de 5 años de hazañas militares expandiendo su incipiente imperio nabateo, en el año 272 Zenobia debe enfrentarse a Aureliano (el emperador romano de turno) en la batalla de Emesa. Fue derrotada y hubo de escapar a Palmira, donde esperaba a las tropas romanas bien abastecida de víveres para su población tras las enormes murallas que ella había mandado a construir. Pero los vientos cambiaron para su pueblo, ya que siendo traicionada por tribus satélite que no querían estar bajo su mandato, el sitio de Palmira fue mucho más corto de lo que se pensó. Zenobia hubo de capitular. Intentando huir con Vabalato cruzando el Éufrates, fue capturada por las tropas romanas. El pueblo de Palmira al conocer su captura, abrió las puertas de la ciudad a los romanos, y éstos no faltaron a su promesa de no saquear la ciudad. Aunque al poco tiempo tras un levantamiento en la Galia, el pueblo de Palmira se sublevó y mató a la guarnición romana. Esa vez, Aureliano no tuvo piedad y saqueó la ciudad.

Final repetido

Una vez Aureliano reestableció sus provincias en la zona que controlaba el imperio nabateo, lo único que le quedaba por hacer (como se acostumbraba en ese entonces), era marchar triunfal con la reina Zenobia y su hijo encadenados por las calles de Roma. Lamentablemente para Vabalato, el viaje hacia Roma resultó una pesadilla, y no llegó con vida. Zenobia, desfiló por las calles romanas, ataviada con una gran cadena de oro como grilletes que no podía sostener siendo asistida por dos eunucos, y llena de joyas. Se desprende un paralelismo más que necesario con el perdón que le concedió Julio César a Arsíone IV, hermana de Cleopatra. Cuando estaban por ejecutar a Zenobia, ocurrió algo similar a lo que le pasó a Arsíone cuando desfilaba encadenada para el deleite de la plebe romana, pero esta vez fue perdonada por el emperador Aureliano, y no por la plebe como ocurrió con su supuesta familiar egipcia. Se supone que Zenobia al ser interpelada por Aureliano, le dijo que a el si le consideraba un emperador, y que sus recientes predecesores no merecían tal título por su incompetencia y baja estopa.

La reina Zenobia ante el emperador Aureliano, Giambattista Tiepolo

Aureliano no se limitó a perdonarle la vida. De hecho, le cedió una villa cerca de la villa Adriana en Tivoli, tal vez el enclave arqueológico más importante de Europa. Dicen que fue desposada por un senador romano. El último período de la vida de Zenobia, es incierto. No es así con Aureliano, que fiel a la costumbre romana, murió acuchillado por sus iguales en el 276. En algún próximo capítulo, podremos hurgar en la navidad de Aureliano, un hecho que tal vez propiciara el para nada despreciable advenimiento del culto cristiano.

Asesinato de Aureliano

Se especula que Zenobia terminó sus días siendo considerada una gran filósofa. Existen algunas pruebas que demostrarían descendencia directa en Roma. Se encontró esta inscripción con estos nombres que se relacionan directamente con ella: L. Septimia Patavinia Balbilla Tyria Nepotilla Odaenathiania.

Mi conclusión: Zenobia fue víctima de su destino cuando Odenato se casó con ella a los 13 años, y la historia se fue torciendo en su favor. La historia escrita, otra vez nos quiere hacer mirar hacia otro lado. Creo que Aureliano le perdonó la vida no por una cuestión política, sino más bien porque se enamoró inesperadamente de su arrolladora personalidad. Mujer de armas tomar con verdaderas "armas de mujer".

Como me quedaron muchas cosas en el tintero, os dejo esta ópera de Rossini que toca la posibilidad del enamoramiento de Aureliano. Aureliano in Palmira.

Una de las mejores fuentes que consulté, fue el trabajo de la licenciada Eva Tobalina de la Universidad Internacional de La Rioja. No dejen de buscarla, es excelente.