No todo es color de rosas.

En la Avda. Los Próceres, Qta. América, San Bernardino damos albergue a niños y niñas viviendo en condición de vida VIH/SIDA en edades comprendidas entre 0 y 11 años de edad y allí reciben todo el amor y cuidados que necesitan.

Damos apoyo a niños, niñas y adolescentes viviendo con la condición de vida VIH/SIDA que se controlan en la Unidad de Infectología del Hospital J.M. de Los Ríos ayudando a costearles los exámenes periódicos que necesitan, así como enfermedades que se puedan presentar (diarrea, tuberculosis, toxoplasmosis, etc..) y también cubrimos las necesidades de la Unidad de Infectología (tapa-bocas, guantes, batas, cateters, colchones para las mamás de los niños hospitalizados, entre muchas cosas más.

Actualmente contamos con un total de 15 niños (8 varones y 7 hembras) en la Casa Hogar Madre Teresa ubicada en la Av. Los Próceres de San Bernardino, allí reciben todo el amor y cuidados que necesitan.

Contamos con una bebita de 1 año que está con nosotros desde que tenía 4 meses, los demás niños y niñas oscilan entre los 5 y 11 años.

La casa consta de 4 habitaciones equipadas con literas, lockers, televisor, DVD, cada uno tiene su cama y toda la comodidad que necesita.

Los tratamientos antirretrovirales los entrega el Hospital J.M. de Los Ríos y de ellos dependemos para su atención, nuestros niños se controlan allí, tanto en infectología (control cada 4 meses) como en las diferentes especialidades anualmente: neurología, cardiología, crecimiento y desarrollo.

La casa hogar cuenta con tutoras para el cuidado de los niños, cocinera y chofer.

En la casa no hay enfermera, pero la casa hogar se encuentra cerca del hospital en donde se controlan y a la hora de una emergencia los llevan para allá.

Una empresa privada nos apoya si hay que hacer traslado en ambulancia.

Nosotros recibimos los niños a través de los Consejos de Protección, si alguien sabe de algún caso debe acudir al Consejo de Protección y ellos nos contactarán.

Colaboramos también con la Sección de Infectología del Hospital J.M. de Los Ríos, costeando parte de los exámenes que deban realizarse los niños que están hospitalizados o que se controlan allí. El número atendido alcanza a más de 150 niños.

A veces nos quejamos por lo poco que tenemos y no nos damos cuenta que aunque sea poco estamos sanos y bien de salud y nos preocupa lo material, estos niños por la irresponsabilidad de sus padres padecen una enfermedad mortal y simplemente con lo poco que tienen son felices. Día a día se someten a tratamientos, exámenes, consultas y muchas cosas mas.

Quien puede compartir con estos niños se da cuenta que es día inolvidable porque sus ocurrencias y el cariño que trasmiten es único.

Hace 4 meses acudí a la casa hogar para poder hacer mi labor comunitaria, para así poder certificarme como contador, fue una experiencia única la cual me gustaría de nuevo repetir.

El primer día que llegue me encontré con José un niño de 9 años, super inteligente, atento, cariñoso y honesto. Empezamos a jugar y hacer las tareas que le habían mandado en la escuela y me hablaba que quería que llegara muy rápido diciembre para irse con su abuela, porque su mamá se encontraba enferma y no lo podía cuidar, me comenzó a contar su historia de vida la cual me decía que tenia desde muy pequeño viviendo en la casa hogar y en eso se paralizo y se coloco triste, y le pregunte que le pasaba y me dijo nada, no te puedo seguir contando porque si te cuento no vendrás más nunca, y le dije no digas eso José yo seguiré viniendo y me dijo me lo prometes y le dije claro que sí y me dijo es que cuando estaba muy pequeño en el hospital donde mi mamá dio a luz me infecte con una enfermedad llamada VIH y todos los días tengo que estar en tratamiento. Pero siempre que viene alguien nuevo a la fundación y le cuento mi historia mas nunca viene y le dije entre los ojos aguados y el corazón arrugadito tranquilo José, que eso no pasara yo seguiré viniendo para jugar y hacer las tareas juntos.

Con cada granito de arena que se suma, se construye una gran Obra.