Quedan pocos minutos, debo escapar, él vendrá y me atrapará; me siento desesperada, he estado secuestrada por tres días, no sé por qué él me quiere hacer daño, se suponía él era un hombre bueno, un hombre especial, que se suponía que me amaba pero todo era mentira, él piensa que lo engañé, le da celos mis amigos, que siempre he tenido una amistad con ellos. Él se siente inseguro, él cree que soy de su posesión, quizás una obsesión.

Miro a todos lados, percatándome que no haga ruido y él no vea donde estoy. Me he podido soltar de las sogas que hizo en mis manos y piernas. No entiendo por qué se puso agresivo, no entiendo por qué me arrojó al suelo, me besó diciendo que era suya, y luego me sujetó con fuerza junto con la cabecera de la cama, donde todos los días dormíamos juntos.

Siento que mi respiración hace ruido, no quiero que me escuche, tengo miedo. No quiero que me golpee, no quiero que me tome con fuerzas y me arroje de nuevo a la cama. No quiero empezar a llorar, no es justo.

Yo siempre le he tratado con respecto, nunca hizo algo como esto, ¿por qué se ha vuelto de esta forma? Pensé que nuestro amor era tan fuerte como para no desconfiar del otro. No le he dado motivos para ello.

Me duele, me duele su forma de ser. Siempre tener en alto a este hombre, que me hizo sentir especial, la más bella. Ahora estoy lastimada, sus palabras dolientes resuenan en mi mente, "¿por qué? ¿Por qué me engañaste con él? ¡Deja de usar vestidos! ¡Me haces daño! ¡Tú eres mía, entiéndelo!" Me dijo cada una de esa palabras, así como malas palabras, que nunca me imaginé que me diría después de muchos "te amo".

Esta mañana salió, muy temprano, con su camisa a cuadros, pantalones color marrón y con una cara bien lavada; como si no tuviese a su esposa secuestrada, lastimada y dolida.

Pienso en mi familia, ¿Por qué no han venido? ¿Por qué no han llamado?

Abro la puerta con sigilo, veo a todos lados, salgo al pasillo, mientras voy caminando de puntas, escucho la puerta abrirse, no puede ser mi momento de escapar y alguien llega. Corro al cuarto, trato de parecer normal, no encuentro las sogas, agarro una y la persona entra, cierro los ojos, no quiero ver, empiezo a llorar, no puede ser.

Fuente

Hola amigos, esta historia se refleja la violencia doméstica, un problema importante en nuestra comunidad, mujer, no dejes que tu novio o esposo, te levante la voz, te golpee o solo te diga una mala palabra; tu no mereces eso. Denuncia, busca ayuda.

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