Me encanta viajar, conocer nuevos lugares, culturas, personas. He ido a varios países, de vacaciones o lo que llamamos los docentes, viajes académicos en los cuales nos damos una escapada a ese lugar que esperamos conocer algún día.

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Pues, me encontraba en Madrid por varios meses y necesitaba un descanso de tanto escribir e investigar.
Pensaba recorrer ciudades en Europa Central, Europa del este, Países bálticos, entre otros destinos, ya que el abanico de oportunidades es inmenso.

Sin embargo, deseaba que ese viaje fuera además de interesante, espectacular y trascendente. Así que decidí ir a Egipto.

Después de esa decisión, vino la búsqueda de los paquetes.
Contacté a la agencia y ofrecían en la fecha que había estimado, paquetes en árabe, inglés, alemán, japonés, chino…

Huyyy!!! Nada de eso…
Les comenté que deseaba un paquete en idioma español y me compré un librito Inglés para viajar donde empecé a estudiar un poco de inglés, para no estar muda.

Cuando lograron organizar el grupo me llamaron y para Egipto vamos!!
Mis compañeros se quedaron sorprendidos, estaba en pleno desarrollo la primavera árabe, había un conflicto político en ese país y me decían que no era seguro, lo cual me llevó a investigar. Encontré que el turismo es muy importante para la economía de este país por lo que inferí que los turistas deben cuidarse; además compré un seguro de viaje “por si acaso.”

También me decían que hacía demasiado calor, para eso llevé ropas de algodón en una maleta para 7 días y por supuesto: mi cámara, una Samsung S75, con la cual tomé todas las fotografías.

En el T4 del Aeropuerto Barajas, Madrid

El vuelo Madrid – El Cairo, dura 4 horas y media. A media mañana tomé el Metro en la Estación Nuevos Ministerios hasta la T4 del Aeropuerto Barajas, donde tomé el Vuelo de Egipt Air. Llegamos al Cairo a las 8:30 pm.

En el Aeropuerto de El Cairo, mientras esperaba las maletas, observé a todas las personas y me acerque a dos hombre jóvenes que llamaron mi atención, resultaron ser venezolanos, de Barquisimeto!!.
Me adoptaron durante todo el viaje, juntos gestionamos la Visa, la cual se compra en los mostradores sin ningún problema.

Salir del Aeropuerto de El Cairo y llegar al Hotel en un recorrido de 22 kilómetros, tardó dos horas, pues en esta Ciudad, creo que por el calor, el tráfico más fuerte es durante la noche. Las trancas vehiculares son impresionantes y para trasladarse del aeropuerto al sector donde quedaba nuestro hotel, se hace un recorrido por las periferias que tarda bastante en la llamada Ruta de las Pirámides; así que llegamos al hotel casi a media noche.

Las instrucciones del guía, en perfecto español, fueron: desayuno entre 7 y 8:30. Encuentro en el Lobby a las 8:30 y salida nuevamente al aeropuerto con dirección a Luxor.
En la mañana, al despertar y salir de la habitación
¡Sorpresa!!
La imagen postal al frente eran las pirámides!!

Nos volvimos locos, tomando fotos y retrasamos el desayuno y alcanzamos a comer un pan con mermelada y café con leche. Dejando todo un banquete para ir al encuentro del resto del grupo. Pues mientras íbamos en la van hacia el aeropuerto le dimos una vuelta completa a las pirámides y aun cuando parecían muy cerca, estaban lejos, impresionante tamaño al cual las fotos no le hacen justicia.

Llegamos a Luxor casi al mediodía y embarcamos para el crucero por el Rio Nilo, nos recibieron con un suculento almuerzo y vino espumoso, cocina variada: americana, árabe, mediterránea.

En la tarde descanso a bordo. El calor afuera es realmente fuerte; así que nos quedamos en nuestro barco disfrutando de los espacios, la piscina en la cubierta superior y recibiendo la brisa del Nilo.

Aquí con el hermano de tierra que me adoptó en el viaje.

A las 5 escuchamos una letanía muy lenta y sonora, era el llamado a la oración, desde la cubierta se divisaban las innumerables mezquitas (los árabes oran cinco veces al día en dirección a La Meca)
Hasta aquí por hoy…
Y como hay mucho que contar sobre este encuentro con la cultura milenaria, esta historia continuará

Saludos