La Caída de los Reinos Capitulo XIII
Capitulo Anterior
CAPITULO XIII
Una gran ventisca
Para Marcus solo parecía que acariciaba los árboles, pero al menos si el sabio podía ver el rastro, sería la mejor opción. Una ventisca azoto contra el bosque, las ramas se mecían mientras un cumulo de nieve les caía encima. Fría y helada nieve que rápidamente se quitó de encima. El clima estaba empeorando, decidió tomar un trozo de cuerda y atarla a su cuerpo y a el sabio Tremulus, el rango de visión se reducía por momentos a solo unos cinco pies de distancia.
Caminaron durante más de seis horas, Marcus ya sentía los pies pesados de la agotadora caminata por el bosque en esas condiciones. Se disponía a pedirle al anciano que se detuvieran a descansar por un momento, ya pronto saldrían del bosque y deberían estar preparados para lo que fuera que encontraran en las frías tundras de Kalia. Pero al voltear solo vio la cuerda que los unía sobre la fría nieve.
Marcus se apresuró a volver sobre sus pasos la ventisca de nieve borraría el rastro rápidamente. Debía dar con el anciano lo más pronto posible. Su respiración si hizo agitada, sus pisadas cada vez más largas y su vista clavada al suelo para seguir los pasos que había dejado. Al igual que el de una fina y delgada marca que ya se desvanecía por la nevada, esa sería la de la cuerda que los unía, y que llevaba a rastras sin saber, desde hace cuánto el anciano se habría separado de él.
Lo que más lo mantenía agitado y pensando era que el trozo de cuerda que los unía fue cortado. No había sido el anciano quien se soltó, debió haber sido alguien más. Cada minuto que pasaba le era más difícil a Marcus continuar al desvanecerse ya casi por completo las huellas. Llego el punto en el cual ya la nieve había cubierto sus antiguas pisadas. Marcus miro a su alrededor, un paisaje idéntico lleno de pinos y blanca nieve hasta donde lograba ver.
Tomo aire y se encamino en una dirección, solo guiado por su instinto y esperando que la suerte le favoreciera a él y al anciano. Ya casi salía del bosque que rodeaba el lago Teeyilas. Cuando se detuvo a tomar un poco de aire y descansar. Algo le empezaba a incomodar, una sensación que ya le era muy conocida. Un escalofrió recorría su cuerpo y un agrio sabor de boca, incluso pudo sentir que el fragmento del alma de Adelay estaba más cálido de lo usual.
Se ocultó entre algunos arbustos, y al cabo de unos instantes pudo observar una gran masa de demonios sin cuerpos pasar por encimas de entre los altos pinos. Todos se movían como un cardumen de peces en la misma dirección que Marcus había elegido. Ya no tenía dudas su presentimiento era correcto, y adonde se dirigían los demonios debía ser donde estaba el anciano Tremulus.
Luego de asegurarse de que ya se habían retirado continuo, ya lograba divisar el final del bosque que da con la tundra helada. Al llegar allí la ventisca azotaba con más fuerza al no tener resistencia con el bosque. Luego de unos metros pudo ver que la blanca nieve terminaba, y daba paso a una de color negro. La corrupción había tomado estas tierras, aunque desconocía la razón por la cual se asentarían tan al norte.
La ventisca se disipaba y pudo ver hacia donde se dirigía la masa de demonios sin cuerpo. Una ciudadela Negra, afianzada en las montañas Gélidas de Krom. Algo de gran valor estarían custodiando para construirla, solo había llegado a ver una de ellas. La habían construido para asegurar un pequeño templo en el que se guardaban armas sagradas durante las guerras de los reinos. De allí obtuvo las dos espadas que siempre llevaba consigo.
Y a unos cien pasos de él logro ver tres figuras. Era el anciano Tremulus y dos demonios Bahafeles. Demonios que ansían absorber toda clase de magia sea natural o humana. Eso lo explicaba todo, debieron seguir el rastro de magia del anciano.
No había donde ocultarse en la tundra helada y ennegrecida, debía atacar frontalmente. Marcus ni siquiera lo pensó simplemente camino hacia ellos, desenfundo las espadas y las choco entre si para llamar su atención. Se le daba mejor hacer las cosas sin mucho pensar.
Inmediatamente estos voltearon y lanzaros un grito bestial, mientras Marcus sacaba una moneda y la tiraba al aire con una de sus espadas.
- Veamos cuál es su suerte demonios –Con una sonrisa en su rostro.
Los demonios se sumergieron en la corrupta nieve desvaneciéndose en ella. Marcus mantuvo su mirada en las hojas de sus espadas, en ellas podía ver de qué dirección atacarían los demonios con claridad incluso si estos se sumergían en las sobras de la corrupción. Estos decidieron abalanzarse uno a cada lado de Marcus. Emergiendo tan rápido como desaparecieron, sería imposible esquivar ambos ataques, pero para él, el que estuviesen ambos tan cerca era su mayor ventaja. Con fuerza clavo ambas espadas juntas contra el suelo, esto destruyo toda la oscuridad a su alrededor incluyendo a los demonios que se abalanzaban a cada lado suyo; dejando un gran circulo de nieve blanca bajo sus pies.
- La suerte no está con ustedes escorias –atajando la moneda que había arrojado al aire.
Se dirigió adonde habían dejado tirado al sabio, estaba tendido en el suelo. Pero solo estaba agotado le habían drenado mucha magia.
- ¿Cuantas veces tendré que salvarte anciano?
- Gracias idiota, tardaste demasiado.
- Me conformo con las gracias viniendo de ti Anciano –Extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse.
Obra de mi Autoría.
Imágenes de:
https://www.gamezone.com/news/new-diablo-3-expansion-in-the-works-3423117/
https://www.huffingtonpost.com/2014/10/27/westeros-george-rr-martin_n_6056720.html
https://www.artstation.com/artwork/rw6E5
https://www.pinterest.es/pin/111956740721065596/
https://www.pinterest.es/pin/111956740721092961/
Pronto estaré publicando el siguiente capitulo, espero sea de su agrado y lo disfruten, recuerda que puedes apoyarme con tu Upvote, Reesteam y no olvides comentar! se despide @Kalte
Which language?
Hello Friend @bilal9808 in Spanish.