Escritura libre: Gorvenal

Gorvenal andaba por un sendero sinuoso y largo, no era noche aun pero tampoco de día,el cielo se veía naranja, azul y negro. Pardo caminando era el único sonido que se hacia ademas de una sola cigarra que se escuchaba no muy lejos y un golpe de vez en cuando de la armadura con la espada." ¿Estaré condenado? " se preguntaba Gorvenal.

Gorvenal se sentía cómodo, hacia mucho que no tenia esta tranquilidad y hacia mucho que no cargaba algo medianamente importante como lo que ese día cargaba del cuerpo de la espalda del caballo en un costal demasiado sucio y demasiado viejo y de hecho muy grande, era lo primero en lo que se hubiera fijado alguien si hubiera estado ahí para ver la escena, pero no había nadie ahí, nadie escuchaba ni nadie veía a pardo y Gorvenal dirigirse cada vez mas hacia arriba, así como nadie vio que Gorvenal decidió volver colina abajo cuando llegó a un sendero que se extendía hacia arriba, una vez que volvió tomo un camino mas plano y llano por el que continuó su viaje por dos horas en las que siguió sin prisa pero sin pausa y durante las cuales vio a la luna dominar el cielo cada vez más imponente, era una luna llena, grande y muy clara, el camino se extendía por mucho territorio más, pero Gorvenal decidió desmontar a Pardo , a su lado izquierdo y derecho se extendían hectáreas de arboledas que formaban un bosque, de un lado muy frondoso, del otro no tanto, Gorvenal se adentró en el bosque no tan frondoso y por ahí caminó aproximadamente cuarenta minutos, jalando a pardo con una soga que tenia atado. Llegó a una parte grande del bosque donde la falta de arboleda hacia posible que la luz de la luna iluminara la tierra y piedras que formaban el suelo, de hecho había una piedra muy grande en el extremo contrario de donde el estaba. Se acercó con pardo al centro de ese "hueco" de bosque, una vez ahí, desató el costal de donde lo llevaba cargando Pardo dese hacia cinco días, lo colocó en el suelo y desamarró la atadura de la boca del costal, de ella sacó su contenido, una espada no muy ancha pero larga, que brilló con la luz de la luna y dio un destello bastante luminoso, la espada era plateada en su totalidad, con un mango exageradamente decorado de relieves, sostuvo la espada en el aire muy arriba de su cabeza,para apreciarla en su totalidad, la volvió a su cara y la observó de mango a punta cuidadosamente, prestando especial atención en los detalles de la agarradera, «seis sangres probó altajura y seis más probará... » no podía evitar pensar en los seductores ojos de la bruja cuando decía eso, su cabello rojizo pero apagado y su piel arrugada contrastaban muy bien con su vestido intensamente negro, el cual nunca había visto Gorvenal de día, ¿esa mujer saldría de día?, se preguntó, volvió a pensar en su cabello rojizo y en que era muy atractiva para ser tan vieja, aunque ¿Cual sería su edad?..."¡a lo que viniste!" se dijo a si mismo para callar sus pensamientos. Rápidamente prosiguió a amarrar a Pardo a uno de los arboles cercanos y volvió a el centro donde se hincó y extendió su mano izquierda para pasarle a Altajura por encima y hacer una cortada que manchó a la espada y derramó en el suelo la sangré del hombre. Tomó la espada por el mango con ambas manos y sintió como ardía la mano izquierda al contacto. ahora su otra mano y el cabo de la espada estaban también ensangrentados, Pardo relinchó repentinamente y jaloneó su atadura con el cuello como queriendo quitarla, seguia relinchando y haciendo ruido a lo que Gorvenal se puso de pie y giró lentamente mirando hacia el bosque, pero nada habia, Pardo seguía alterado pero ya no relinchaba, sus pisadas des uniformes se callaron poco a poco y volvió el silencio.

Altajura se encendió en llamas por la parte del filo, esas llamas no se apagaron sino que se mantenian como si altajura fuera una antorcha, Gorvenal vio a las llamas.