Las brumas de mi cabeza se tambalean, es normal, me siento cómodo al saber que todavía están ahí, sirviéndome como pestañas para disipar mi entorno y lo que pasa a mi alrededor, sin ellas, siento el desbalance de una persona normal, aunque no sé si el normal sea yo.

   El bosque escondido que solo yo se andar se siente frío, son las hadas que me acompañan en los pasadizos de mis neuronas, las que me dicen que todo está bien y que el camino está igual. Me río, y es porque soy así, oscuro como las caricaturas de mis ensueños, en las cuales veo la risa como llanto, la carcajada como murmullo y las sonrisa como gemido, por eso río, como sintiendo esa tristeza animada que es mi sustento.

   El ser externo me mira de costado y yo lo miro desde arriba, mientras lucho por comprenderme a mí mismo, mis batallas más duras son con los que creen estar iluminados, encontrándome en un universo donde se cruzan dos bosques, el del bien el y el del mal, aunque yo prefiero estar en el mío que es neutro, porque mi albedrío es tal, que no necesito de inyecciones de ánimo de nadie para comprender más allá de lo que creo.

   No puedo apagar mi oscuridad, porque el bombillo que me pusieron como cerebro es más complejo que la corriente que lo alimenta, no soporto los apagones que tienen que ser controlados con las pastillas mal calculadas, que no corresponden a este circuito tan complejo que es mi mente, por eso, creo que mi mundo es inalámbrico, en razón y en pasión.

   La brumazón que me lleva a escribir sobre un lápiz y un papel, es la misma que siento al ver mi alma mojada; mojada por los sentimientos que me invaden cuando veo que esta oscurana es tan mía como tuya, que te crees estar en el alba de una realidad paralela, que nos envuelve a los dos y sin embargo te crees diferente, ¿O el diferente soy yo?

   Valgo tanto como soy y menos de lo que imaginas, me sumerjo en las anginas de mi pecho sediento de colocarse en su lugar, porque todo lo que tengo esta mi cabeza, mi cuerpo es tan oscuro como mi mente, aunque mi alma es más blanca de lo que piensas; pero tu baja luz no lo puede ver, porque si crees que soy oscuro, es porque a ti te falta luz, ¿Qué si soy oscuro? Si lo soy.