Carta a usted, mi ciudad.

Oh majestuosa ciudad capital, cuanta falta me hace ese ritmo de vida al que nos acostumbraste desde que nacimos, tu caos, tu ruido y tu gente. Debo admitir con franqueza, que estando fuera conocí cosas tan espectaculares, inmensas, hermosas y útiles, muchas de esas cosas tan simples como ''Áreas verdes'' que en ti escaseaban, o la seguridad que por culpa de malos manejos perdiste, ¿Sabes cuantas más fotos te habría tomado de haber podido sacar el celular con tanta tranquilidad como hoy lo hago?.

También y aunque te duela, entendí a mi llegada que aquella montaña de la que tanto presumimos los Caraqueños, ''is just another cerro''; Hoy vivo rodeado de cerros imponentes con lagunas gigantescas que amenazan la ciudad en cada lluvia, y por si no fuese suficiente, los pocos días en que la nubosidad lo permite, tengo la vista de tres volcanes nevados que adornan en el paisaje, al mismo tiempo que convierten en vientos gélidos cualquier brisa. Nuestro Ávila, es solo una montaña más, nada especial, pero era especial para nosotros, porque era tuya y era nuestra.

_{Fotografía de mi propiedad}