Todos somos migrantes
En realidad, todos en algún momento hemos preferido movernos a otro sitio, por diferentes razones y/o circunstancias.
Nos ha tocado movernos de una emoción a otra, de un sentimiento a otro, de un pensamiento a otro muy distinto, de un estado a otro, de un municipio o localidad a otro, de una habitación a otra, de una pareja a otra, migrar de colegio o universidad, en fin, migrar.
Todos y cada uno de estos movimientos a implicado grandes cambios, por muy básico que aparente ser dicho cambio.
Nos ponemos en situaciones que son pruebas de vida, hay que enfrentarlas, aprender y seguir.
De eso se trata la vida, salir fortificado de cada situación, para que nuestra verdadera energía crezca, avance, evolucione.
Seguimos en ese proceso, nos guste o no, depende de nosotros sacar lo mejor de nuestro ser ante las situaciones y de estas para nosotros mismos.
Sí, yo también, siempre aprendiendo, ¡eso es la vida!
Qué brillante reflexión la de definir como migrante a todo aquel que cambia, incluso, de pensamiento. Todo somos migrantes, no es únicamente una cuestión de traslado del cuerpo, también de traslado de mente. Constantemente estamos rehaciéndonos.