El viento frío que entra por la ventana haciendo danzar las cortinas al vaivén de su melódico ritmo y produciendo un ambiente de suavidad en medio del día o la noche que posee un sabor a sal, a melancolía, a tierras remotas que se perfilan más allá del azul marino, misteriosas, exóticas y desconocidas, con ruidos de rocas que se rinden ante el empuje de las olas que con furia desde altamar van a descargar su bravura contra sus anatomías desuniformes, que con la erosión van creando
formas caprichosas con arquitecturas naturales que van dejando cegadores monumentos en las orillas.
La noche siempre trae recuerdos que escondidos y a hurtadillas se van colando por los sueños y los pensamientos, en la lucha de mantener vivas huellas del pasado que se han ido diluyendo como el azúcar y la sal en un vaso de agua que se agita para conseguir tal resultado, evocaciones de momentos
que se van borrando heridos por la crueldad de verdades que mezcladas con mentiras dan como resultado una amalgama de situaciones irreales, idealizantes y solamente pueriles intentos que quedan en fracasos.

Fuente de imagen

A lo lejos la montaña que limita la extensión de la playa que se interna en la tierra mira muda los cambios que la circunferencia de la tierra van provocando, estoicamente desnuda ante los embates del tiempo que inmisericorde junto al hombre van explorándola.
Siempre el agua posee la magia del abrazo, la paz de la tranquilidad que drena la sangre y le proporciona un fluir constante de calma que explota en la piel dándole a los minutos extensiones inusitadas de placeres
Ella llegó inesperadamente, mientras mi pluma trazaba los contornos de los recuerdos buscando crear la catarsis necesaria para que emergieran al exterior los dolores que una vez fueron espinas dejando cicatrices que se van disipando con los días, con nombre de guerra y ansias de paz, confundida con la timidez de la lejanía, sin el impacto de la violencia, sobreviviente de combates que depositaron sobre su valija temores que laten en simbiosis con sus ansias de nuevos caminos, que puedan llevarle al relax que producen los brazos que pueden atrapar los delirios de la piel que se rebelan ante la intolerancia de la soledad.

Fuente de imagen

Llegó como bálsamo que calma el dolor sin pensarlo, con la magia de palabras que fueron explorando lo más profundo del corazón dándole nuevos ojos, brotando luces desde la oscuridad del túnel oscuro de la esperanza, con labios de promesas que volatizan las distancias, con fiebre de trópico y fuego de mujer, sin las prisas que marchitan las flores que van naciendo, con sabor a amor de fruta madura, de cordura y locura, de necesidad mutua de dedos que acaricien con paciencia y ternura la piel dormida para explorar mundos desconocidos que se inventan y reinventan en cada noche.
Llegó sin darme cuenta, cercando las salidas de emergencia por donde otras veces he huido, sin imponerlo como ley ni obligación, sin atropellarme con el histerismo que pudiera ahuyentar mis ganas, suavemente como el toque de un ángel, volátil y perenne, fugaz y eterna, valiente y generosa ante la timidez de mis esfuerzos, humana y real, solitaria y dispuesta a vencer juntos los temores de nuestros pasados que han ido asesinando los esfuerzos postreros de felicidad.
Un segundo entre horas arcanas que van marcando el oráculo de los seres, un ínfimo grano de polvo que navega por la extensión del universo, un pequeño gran amor para ir escribiendo los próximos siglos.

Fuente de imagen

Si te ha gustado este post dale UPVOTE, Y SIGUEME

Si quieres leer mas obras mias visita mi blog