Traición (Tango)

 
Fueron años de gloria
entre los brazos amados,
de una linda porteñita
que conquistó mi corazón,
desde pebeta la presentía
durmiendo en mi cama
acompañando a este bardo
que la quiso con honor.

 
Se hizo jirones mi alma
arrullada en sus brazos,
se olvidó del mundo que giraba
de la mortal y cruel traición,
de lo débil que es la carne
cuando la piel se enciende
de lo volátil que resulta el amor

 
Hoy amigos existo
pero no sé si aún vivo
carcomido por el despecho
soy solo la sombra de un cantor,
que rueda por las cantinas
borracho y amargado
gritándole al mundo
que el engaño me mató.