Últimamente la red ha logrado propagar y generalizar tendencias particulares transformándolas en muchos casos en falsas normas e incluso seguidores de estas divulgan que las mismas no son erróneas y que constituyen licencias poéticas, quizás la mas recurrentes de todas sea la ausencia de signos de puntuación en las composiciones poéticas.

Los que defienden está forma ponen entre los ejemplos a Benedetti, quien practicaba esto, pero se cabe preguntar. ¿Pueden ser las tendencias consideradas leyes?

Al igual que el uso de mayúsculas comenzando todos los versos, esto es una costumbre, tal vez pasajera, que en lugar de hacer crecer puede perjudicar el correcto sentido poético de quienes la usen y esconder carencias que no se superarán ignorándolas sino asumiéndolas.

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Entre todos los géneros literarios, la poesía es el más subjetivo, por lo que su lectura necesita además de atención una buena dosis de intimismo para poder interpretar lo que el poeta, valiéndose de artificios literarios, intenta expresar, obteniéndose como resultado que cada composición puede tener interpretaciones diferentes en cada lector. Podríamos decir que la poesía es para la literatura lo que la corriente abstracta es para la pintura.

Entonces ¿Por qué pretender que quien las lee deba esforzarse adicionalmente para interpretar textos sin demarcaciones de pausas que en lo personal considero incorrectos?

Entre las cosas que nos deben llevar a no practicar esta deformación pueden considerarse algunas como estas.

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1.- Nuestro idioma posee muchas palabras homógrafas, que escribiéndose igual tienen significados diferentes, por ejemplo, creo de crear y creo de creer, corriente, de electricidad corriente de mala calidad.

2.- La ausencia de pausas gramaticales indica erróneamente que todos los versos poseen pausa versal, haciendo que los versos encabalgados desaparezcan.

3.- La ausencia de pausas internas indican que cada verso es independiente y esticomitico.

4.- La aparición de homógrafos podría cambiar el sentido de lo que se intenta escribir.

Hay muchas más pero quizás la más importante es que si ponemos obstáculos para llegar al lector nos transformamos en poetas de un grupo muy reducido de lectores.

Lea este corto poema con signos de puntuación y sin ellos y saque sus conclusiones como se lee mejor.

Con signos de puntuación:

Mi alma voló, sin freno,
sin esperar la tuya,
rompió las cadenas,
consiguió cura.
Lavó sus heridas.

Sin signos de puntuación:

Mi alma voló sin freno
sin esperar la tuya
rompió las cadenas
consiguió cura
Lavó sus heridas.

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