En el Parque Nacional Henri Pittier puedes vivir muchas aventuras, hoy te cuento sobre pedalear… ¿lo harías?

Amigos lectores, esta es mi primera publicación en español, espero que a través de las letras pueda llevarlos a un lugar que quizás no conozcan o que si conocen, pero seguro quieren recordar.  

El parque nacional Henri Pittier es el más antiguo de Venezuela, y esta ubicado al norte del Estado Aragua, en el encontraras las más hermosas y refrescantes playas aragüeñas, un agua cristalina y un oleaje un poco intenso, pero no peligroso en todas las costas. Las montañas del Henri Pittier son unas bellezas, decoran el horizonte de la ciudad de Maracay y pertenecen a la gran cordillera de la costa, limite entre el mar caribe y la zona central del país. 

 La Biodiversidad de este lugar es impresionante, miles de especies conviven en este ecosistema que resisten al daño hecho por el ser humano. El clima es tropical, selva húmeda, árido en la costa, una combinación mágica de climas sin duda. Digamos que el parque tiene muchas partes y en esta publicación solo les comentare de un de ellas: la carretera a Choroni.  

¿Y que es Choroni? 

 Bueno… este es un hermoso pueblo costero muy pintoresco, con calles muy angostas y casas de tiempos de la colonia, con una hermosa playa llamada: PLAYA GRANDE.  

Para llegar a este sitio hay que atravesar las montañas del parque, a través de una carretera bastante complicada para los conductores, desde carros y camiones, hasta nosotros los ciclistas. Hay partes de la carretera sumamente empinadas y curvas cerradas por toda la montaña, claro cuando llegas a la cumbre sabes que lo próximo es descenso y la vía es más amplia, además ya tienes la sensación de que llegaras y todo se te hace “relajado”.  

Pero ocurre lo siguiente…el ciclista comúnmente llega a la cumbre y retorna a la ciudad. Entonces les narro como es el paseo en bicicleta… subimos por una de las arterias viales principales del norte de la ciudad de Maracay, Avenida Las Delicias, ella se conecta con la avenida principal del Castaño, un amplio sector que se encuentra en frontera con el parque Pittier, seguimos el ascenso por esta vía y terminamos llegando a la carretera de Choroni que atravesara las verdes montañas del parque nacional, esa frescura de la naturaleza es uno de los principales combustibles que uso para no parar. 

Ya hemos pedaleado unos cuantos kilómetros, nada exigentes para los que se vienen, el inicio es bastante fuerte, y se suele subir con un día soleado y caluroso (condiciones climáticas que facilitan el desempeño del ciclista), claro está que bajo estas condiciones la clave es el uso de bloqueador solar y buena hidratación. Después de unos kilómetros calurosos, con el sol quemándote, te consigues con la selva, un techo natural que te arropa y reconforta…no olvides que durante todo el camino puedes ver en alta definición uno de los más hermosos paisajes que he visto en mi vida, las montañas verdes y el cielo azul, rozándose uno con el otro dándote una paz interior que te hace olvidar el caos de la jungla de concreto que te espera en la ciudad.

El viaje es agotador… no obstante con un entrenamiento constante, por lo menos 3 sesiones a la semana, 1 hora de entrenamiento en cada sesión durante 3 meses, te puede garantizar que en 2 horas podrás lograr ascender sin problemas hasta la cumbre, solo hay que animarse e inspirarse. 

Este es un paseo sin muchas complicaciones con el terreno, el asfalto no te complicara la experiencia, con lo que si debes tener ¡ALERTA! es con el tránsito, son solo dos canales y tu puedes estar en uno de ellos, aunque no confíes mucho en los conductores, a veces no respetan a los ciclistas…tristemente.   

!VAMOS!  anímate a esto y más, en mi país, en tu ciudad o en otra parte del mundo... te invito a llenar de aventuras tu vida.