¿MARMOLISTA O LAPIDARIO? Tú ESCOGES...

Cuando escuché por primera vez el término "lapidario", lo que me vino a la mente fue la persona que hace lápidas para los cementerios, a las personas que ejercen este oficio también se les conoce como marmolistas; sin embargo esta palabra hace referencia también a alguien que trabaja con las piedras preciosas, cortándolas y dándoles forma. Una palabra con varias vertientes en su significado.

Pero hay personas que hacen lápidas en otro sentido, porque se han dedicado a estigmatizar a otros, a cortarles la oportunidad de surgir, de brillar. Este tipo de personas no pueden ver que alguien más aparte de ellos, sea admirado o reconocido, porque de ser así; empiezan a tallar la lápida y gravar el epitafio. El epitafio es el mensaje sobre la placa y el mensaje de estos suele estar grabado con el cincel del odio y tallados con el martillo del menosprecio que sienten por otro. Abren su boca para dañar, si es posible con mentiras; siembran con habilidad discordias. Toman el nombre de alguien para dejarlo como harapos y dejar su dignidad hecha trizas.

Creo que mejor que poner lápidas a otros, es ser un maestro lapidario; que aprovecha su experiencia, el conocimiento que posee, sus recursos para catapultar a alguien más que así mismo. No importando que el otro llegue más lejos o más alto, o que su destello al final opaque el nuestro.
Alguna vez, alguien me dijo: " Eres un diamante... (hizo un pequeño descanso en su hablar y prosiguió su frase) ... Pero en bruto". Esa persona ha sido para mi vida un verdadero maestro lapidario, pues como todo hábil artista suele mirar más allá de lo que sus ojos terrenales ven, para contemplar con otros ojos y ver a los demás como obras maestras, aunque de principio solo adviertan flaquezas, errores e imperfecciones.

El pintor no solo ve un lienzo vacío, vinilos o una paleta y pinceles, él sabe que detrás de un aparente nada, lucirá un día una obra primorosa. El escritor sabe que una simple hoja en blanco o una exigua servilleta, a la postre se harán una bella historia. El escultor sabe que detrás de esa roca, tras uno y otro golpe aparecerá lo que su corazón le dicte.

Piedras preciosas en bruto.

Los talladores de piedras preciosas suele usar como implementos para moldear las piedras:

La lupa hace ver con claridad y más minuciosamente la pequeña roca. Ver a los demás como iguales, acercarnos a ellos, es un trabajo de todo sabio artesano de las personas. Es muy fácil dejarnos llevar por las apariencias, quedarnos con lo que oímos o pensamos de alguien, pero aproximarse a los demás, nos hace más humanos. A Jesucristo lo criticaron por andar con rameras y pecadores, la crítica vino de los líderes religiosos que para ese tiempo, se veían a sí mismos como perfectos y los demás no eran dignos ni siquiera de un pequeño trato. Pero Jesús se acercó, los vio de cerca.

Polvo de diamante u oxido de cerio y de aluminio que van gastando las piedras poco a poco. ¿Qué decir de la paciencia? Porque la joya no se mejora en un minuto, pueden ser horas o quizás días que demandan. A veces nos olvidamos que fuimos pequeños párvulos, que los pasos los aprendimos a dar uno a uno; cayendo y levantándonos. Hoy corremos por el mundo, pero llegó un momento en que nos ganó la inexperiencia cuando éramos muchachos.
El que pule vidas humanas, camina si fuere necesario al paso de los otros, sean sus hijos, sus educandos e incluso sus empleados.

La sierra que hace cortes y debe manejarse con sumo cuidado, porque su mal uso puede hacer pedazos la piedra. ¡Ah... Las palabras que salen de nuestra boca! como aquella delgada cierra, del grosor de una hoja de papel; pero que pueden dañar o hábilmente quitar al diamante lo que le sobra, pues al final de todo el proceso; el diamante lustroso queda pesando mucho menos que al principio. Y es que sapiencia necesitamos para saber que le falta, que le sobra al otro y que cosas son inamovibles.

Disco de brillo, que aunque perfecciona, el mismo está hecho de aleaciones como hierro, zinc, aluminio y hasta plástico.
Cuantas veces exigimos una perfección que ni aun nosotros mismos tenemos, pero el dicho es cierto; queremos sacar la paja del ojo ajeno y en el nuestro tenemos una viga. La perfección, creo, es un proceso de toda la vida.

Calibrador, galgas, quilateras y goniómetro. Se usan con miras a dar una medida adecuada y un peso correcto. Pero ¿quién define cuál es la medida del otro? o ¿hasta dónde debe llegar? Somos dueños de nuestra historia. ¿Quien cree que puede medir a otro, por la cantidad que tiene en el banco? o por los cartones que exhibe jubiloso. ¿Mi medida es la misma del resto o para el resto?

No; somos tan particulares, que ni siquiera tenemos precio, pues no podría calcularse.
Es verdad, faltan herramientas por mencionar, cómo a cada uno de nosotros nos sigue faltando pulimento, no importando de donde somos, el color de piel, ni el estrato social o valor de la cuenta bancaria. Lo real es que somos lapidarios, pero a la vez gemas. Yo escojo ser lapidario y que Dios me ayude a no poner lápidas ¿ y tú?

Con mucho cariño quiero dedicar este post a las personas que me han extendido la mano en esta plataforma, los que al principio me ayudaron, los que lo siguen haciendo. Para mi son como lapidarios.
@yenipaola, @mayvil, @unisat, @etcmike, @breili, @rahesi, @hr1, @clouddan, @arcange, @merlin7 y muchos más.

Enlaces de las imágenes:
Mano lapidario ENLACE sujeta a derechos de autor
Lápidas ENLACE pixabay
Piedras en bruto ENLACE pixabay
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Oxido de cerio en polvo ENLACE
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Calibrador, galgas. ENLACE
Piedras preciosas ENLACE
Los separadores tomados de un hermoso blog de @breili ENLACE
La información fue apoyada en la página http://joyartcolombia.blogspot.com/2008/02/maquinas-para-la-talla-de-piedras.html