Los siete monstruos de la Mitología Guaraní Parte Tres

Fuente: http://www.taringa.net/posts/info/3295147/Criaturas-mitologicas.html

Se alimenta de flores y de pequeños insectos, su dieta lo hizo muy grande que se lo puede ver desde muy lejos, ronda los esteros y laguna, le gusta las sombras y las partes húmedas, produce un sonido ensordecedor, es el protector de los animales del agua. La pobre Kerana atosigada por la tristeza, aturdida por los acosos constantes de Tau, angustiada por los castigos de la vida enviando niños deformes, enfurecida con su vientre que solo es capaz de dar a luz mitológicas criaturas del mal.

Tau enceguecido solo quiere procrear, la pobre mujer duda que fuera lo correcto, no está segura de querer seguir engendrando hijos deformes, a Tau poco le importa y toma el cuerpo de la mujer como si le perteneciera, somete incansablemente, inevitablemente prendió la semilla del tercer hijo, al séptimo mes como sus embarazos anteriores Kerana se dispone a dar a luz.
Nació el tercer niño, llevando consigo la poderosa maldición de Angatupyry, su figura es una serpiente, con dos cuernos en su cabeza, este tiene poderes, hipnotiza a sus víctimas, la pobre Madre muy avergonzada de la situación que pesa sobre su vientre, no sabe cómo actuar y proteger al engendro que dio a luz, pensaba en la reacción de Tau, tanto quiere un niño, la noticia no tardó en llegar a los oídos de Tau, este sin embargo actuó de manera indiferente y mando a arrojar al pequeño monstruo lejos de la selva.

Al tercer hijo de Kerana se lo conoce como Moñái una gran serpiente con dos cuernos en la cabeza, caza por hipnotismo, fue condenado a vivir en los yuyales bajos del campo, es un gran trepador de arbusto, es muy rápido trepando que no da tiempo a las aves a volar, las caza y se alimentas de ellas, se lo conoce como el supremo del aire, por sus rápidos movimientos que parece que volara.
Este engendro es muy habilidoso para robrar, lo que quiere lo toma o lo roba Moñái es el protector de los ladrones, hoy en la jerga carcelaria es el dios protector del que se gana la vida tomando lo ajeno, dicen que antes de un robo se persignan y lo nombran, o señor Moñái dame tu protección, esto basta para que el robo fuese un éxito.

Fuente: https://arescronida.wordpress.com/2011/04/06/la-leyenda-de-los-siete-monstruos-guaranies/

Tau continua con su acecho en busca de un hijo al que pueda confiar su dinastía, la pobre Kerana ya no se resiste solo quiere que se termine tan pronto como pueda, lejos que esto vaya a suceder kerana a pesar de todo conserva un linda figura y motiva a Tau a saciar su deseo carnal noche tras noche, el cuarto hijo no tardó en hacer sus primeros movimientos dentro del vientre de kerana.
A diferencia de los otros embarazo este se nueve más normal, esto entusiasma a Kerana, quizás el cuarto hijo sea el regalo que tanto ansia.
Al llegar el séptimo mes como de costumbre, los cólicos comienzan a hacerse sentir, señal de la nueva llega, kerana con miedo pero con una cuota de esperanza espera a su nuevo bebe, llega el día y comienza el trabajo de parto, al ver al niño se pone a llorar desconsoladamente no puede creer que haya dado a luz a este niño, un niño de piel blanca, cabellos rubios con rulos, unos ojos grandes y negros, de seño fruncido, dolorida por el trabajo de parto estaba que se dormía de dolor y entre pestañeadas y pestañeadas miraba a su bebe que pareciera normal, el cansancio la vence y entra en un profundo sueño.
Kerana despierta y no sabe si soñó o era verdad que había dado a luz a un niño de verdad, se levanta despacio, con cautela y ve al hermoso niño, cuando va a festejar la hermosura de su niño advierte su brazo izquierdo posee un bordón fulgurante, como si fuera un bastón de un hechicero, y sus pies parecen dos manos.
En la mitología guaraní a este niño se lo conoce como Jasy Jatere, tiene el poder de desaparecer, con solo agitar el batón encantado, desaparece y aparece don quiere, puede recorrer grandes distancias apareciendo y desapareciendo, desde su primer día causo mucho miedo en Kerana, a diferencia de sus hermanos no necesito ser arrojado en algún lugar, con solo frotar su bastón desapareció para instalarse en le selva.
Jasy Jatere ama la naturaleza, es el protector de los animales, el bosque, los pájaros, dueño de los montes y todo lo que viva en él, conserva su apariencia de niño.
Las jóvenes adolescentes que subestiman el poder del monte y de los dichos camperos son conquistadas y poseídas por este duende, muy enamoradizo de las chicas jóvenes, a las casadas que engañan a sus maridos en el monte, las embruja y hace de su mujer, no hay mujer que resista su embrujo, utiliza su vara para dominar la lechiguana y cosechar la miel, con la que se alimenta y alimenta a su hermano mayor Teyu Jagua, vive con él en la caverna a la vera del rio Paraná.

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Al llegar a la noche Tau no hace otra cosa que poseer a la ya cansada mujer Kerana, no dice ni hace nada solo se acuesta y es automático, solo piensa en el próximo engendro que vendrá, ya no pide nada ni suplica nada, si el tupa quiere enviara un niño normal.
Llegado los siete meses se prepara para parir a su quinto hijo, en una noche tormentosas dio a luz a su quinto niño como era de esperar, la maldición de Angatupyry no perdona, dio a luz a otro engendro hijo de su padre muy parecido a Tau, un niño de piel marrón de ojos achinados parecen ojos de mosca y de boca grande, brazos y pies deformes, los dedos de los pies y manos están unidos. Este engendro corrió la misma suerte de sus hermano fue abandonado en la selva por su padre, se habituó en la espesura y no sale nunca de él, salvo para hacer su maldad.

En la alegoría guaraní al quinto hijo de Kerana se lo conoce como Kurupi, lo que más llama la atención de su deforme cuerpo, es una enorme soga de carne que envuelve a su cuerpo, por este órgano es que la mujeres temen al Kurupi, lo que enrolla en su cuerpo es el miembro viril.
No pierde la oportunidad de atacar a mujeres solas que deambulan por la selva, el Kurupi no solo viola a las mujeres, después de saciar sus deseos carnales las mata.
Al igual a su padre Tau le encantan las adolescentes vírgenes, ataca las aldeas y rapta a sus víctimas, se interna en la selva las viola y las atiende los siete meses de gestación, hasta que las niñas dan a luz a su hijo, los hijos del Kurupi todos mueren al séptimo día.
El Kurupi es el rey de los montes y es más poderoso que su hermano Jasy Jatere, domina toda vida del bosque, los animales le temen incluyendo el yaguareté, amo y señor de la selva nunca abandona, salvo para salir a buscar a su próxima víctima.

Fuente: https://arescronida.wordpress.com/2011/04/06/la-leyenda-de-los-siete-monstruos-guaranies/

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Te espero mañana para disfrutar de otro relato de mi tierra Corrientes.

José Luis Fernández
Corrientes Argentina

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