La leyenda del El Atardecer ruso

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Esta es una leyenda rusa, hace mucho tiempo en Rusia existió un pequeño poblado, hermoso por donde lo mires, rodeados de majestuosas montañas, lagos de aguas cristalinas, árboles exóticos del todo el mundo y una gran cantidad de plantas florales, a pesar de ser un pueblo pequeño no tenía nada que envidiar a ninguna ciudad.

En este pueblo había en una pequeña casita muy acogedora, en el que vivía un matrimonio que tenía un hijo llamado Grischa.

Los padres del niño se pasaban la vida viajando a distintas partes del mundo en compañía del niño, pero no cambiaban ningún lugar por su pequeño y hermoso pueblo.

No había nada en el mundo que se pueda comparar con la felicidad y la belleza del hermoso poblado, ni las grandes ciudades del universo, ni el rio Moskva, ni la ciudad de Moscú, no había nada que pueda cambiar su amor por su tierra, hasta cierto día.

Entrando en la edad de tener novio conoció a una bella joven llamada Natalyja, fue amor a primera vista, ambos jóvenes se enamoraron perdidamente, la cosa iba muy enserio, pasaban sus días planificando las cosas del futuro, veían la posibilidad de tener hijos, era una linda pareja de novio, pero iban muy rápido.

Salían a caminar, otras veces a tomar alguna bebida en algún bar de moda o simplemente pasear por la plaza tomados de la mano, la pareja era muy feliz, Grischa sentía que mientras este con Natalyja la vida era distinta y nada malo podía suceder, estaba muy contento con su suerte de haber encontrado el amor de su vida, aunque en su corazón siempre tenía presente que en algún momento algo malo podía suceder, era tan bello lo que estaba viviendo que asía desconfiar al hombre más crédulo.

Una tarde Grischa llevaba de regalos una caja de bombones a su querida y amada Natalyja, muy enamorado viajaba pensando en las palabras de amor que dedicaría a su novia, al llegar el abrazo a su novia, ella lo recibió diferente, la tomo en sus brazo y la atrajo hacia él y la bezo en sus labios, pero percibió un bezo frio y distante, parecía un bezo de una persona desconocida.

Natalyja se separó de su novio y con lágrimas en sus ojos confesó que su amor por él se había terminado, se marcharía lejos del lugar para olvidar el errado amor, amor que nunca debió existir, ella estaba confundida, lo quería pero como amigos y no como una pareja de novios, lamentaba la situación, era mejor olvidar todo antes de que sea tarde, sin decir más se dirigió al aeropuerto y viajo a otra ciudad.

Grischa trataba de entender que lo que había sucedido, el día anterior estaba todo muy bien, incluso hablaban de nombres de los futuros hijos, que paso para que cambiara tanto la relación, al punto de viajar ese mismo día a otra ciudad.

Pasaron algunos días, el desolado Grischa enfrentaba la realidad como podía, lejos de olvidar estaba más enamorado que nunca, no pudo más con la situación, que tomo la decisión de seguir a su amada novia, viajo ese mismo día a la ciudad que creía que tenía algunos familiares, al llegar a la ciudad la busco por todas partes.

Recorrió la enorme ciudad, calle por calle, los departamentos, los poblados más pequeños y las zonas rurales, no había un solo rincón que no haya pasado.

Cuando estaba a punto de rendirse y regresar a su hermoso pueblo la encontró, al verla su corazón comenzó a latir más fuerte, la vista se nublo y su mente se bloqueó, todo lo que tenía pensado para decir se había olvidado, solo pudo decir palabras equivocadas de reproches y de muy mala actitud, la bella Natalyja respondió con desprecio a los reproches del joven Grischa, con las palabras que había utilizado solo logro que se alejara más.

Pasado un tiempo pudo pensar sus palabras y se dio cuenta del verdadero error que había cometido, por no saber controlar la situación y utilizar las palabras adecuada, la volvió a perder al amor de su vida, ahí fue entonces tomo la decisión de olvidarla y nunca más buscarla, aria lo imposible para no volver a recordar su amor.

El joven Grischa regreso a su hermoso pueblo, pero ya no era lo mismo, faltaba la mitad de su vida, hacia muchas actividades durante el día para no recordarla, un día sentado en un banco de la plaza de su pueblo, a lo lejos vio a su querida Natalyja, a todo esto había pasado varios años, los años a la bella joven la ponía cada vez más hermosa, el solo atino a mirarla desde lejos.

Las llamas de su amor por la joven aún estaban encendidas, pero él se mantuvo firme a su promesa, aquel día que prometió no volverla a ver y que ella fuera libre para siempre, su corazón al verla se terminó de quebrar por amor.

El joven enamorado viendo que sería incapaz de olvidarla, un atardecer tomo la decisión de visitar el mar negro, muy decidido se fue metiendo al mar, hasta que las bravas aguas se llevaron su cuerpo mar adentro.


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Se estima que su pasión de amor por la joven Natalyja era tal que parecía rojo fuego, un fuego tan incandescente que ni las aguas del mar negro pudo apaciguar, desde ese día los atardeceres rusos son rojos como el fuego.

La joven Natalyja jamás se enteró que los atardeceres rusos rojos como el fuego, es en honor al amor que sintió por ella el joven Grischa.

Fuente: http://piruja56.blogspot.com.ar/2016/05/el-ocaso-leyenda-rusa.html

Te espero mañana para disfrutar de otro relato de mi tierra Corrientes.

José Luis Fernández
Corrientes Argentina

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