Fin de semana de suspenso El Cuadro Del Niño Llorón

in #spanish7 years ago


Fuente: http://lahistoriadewarcraft.blogspot.com.ar/2015/09/la-asombroza-historia-del-mundo-de.html

Queridos amigos de steemit, Quiero agradecer tu presencia y compañía, antes de comenzar con la leyenda. Deseo compartir un poco de historia. Bruno Amadio es un artista Italiano muy conocido por sus obras de niños que lloran, durante su carrera de artista llego a pintar 27 cuadros de niños llorando.

Sus cuadros adquirieron mucha fama, eso hizo que muchas personas tuvieran algunas copias de sus obras, las creencias populares se encargaron de difundir una leyenda, donde aseguraban que su Éxito se debía a un pacto del artista con el diablo.

Era muy común escuchar que sus obras eran instrumentos del pacto con el diablo, incluso se llegó a decir que el artista violaba a los niños, por eso las lágrimas de sus obras parecían muy real.

Otros hablan del primer cuadro, la pintura original, aseguran que estaba en un orfanato que se prendió fuego y fue la pintura, la única que salió ilesa de entre las llamas, dicen que el espíritu de un niño muerto en el incendio quedó atrapado en la pintura, aquellas personas que tuvieran el cuadro, sus casas terminaban incendiadas.

Hace mucho tiempo en una ciudad lejana viva un hombre adinerado llamado Juan, un hombre con un buen pasar económico, muy interesado y conocedor de las bellas arte.

Durante la segunda guerra mundial, los oficiales y soldados alemanes saqueaban los museos y mansiones de las personas de la alta sociedad, al finalizar la guerra estas valiosas piezas quedaron en poder de estos militares.

Estos cuadros no se podían comercializar, en salones, ni en exposiciones de arte, esto alentó a la venta paralela en los mercados negros de las obras de arte.

Juan conocedor de esta situación, no dudaba en asistir a estos mercados para adquirir alguna obras para su colección, que por cierto pagaba mucho menos de la mitad de su valor comercial, esta diferencia de dinero, hacia que pudiera comprar a un precio económico y venderlo a un precio muy conveniente, obteniendo una jugosa ganancia.

Su gran conocimiento del arte y sus contactos con gente muy adinerada, hacía del arte un gran negocio, compraba y vendía las obras en el mismo día de su compra, en muchas ocasiones ya tenía vendida la obra, sin antes haberlas comprado, por sus manos pasaban muchas obras, en algunos casos las guardaba para su colección privada.

Así fue como cierto día encontró un cuadro magnifico, se enamoró de la pieza apenas lo vio, en el lienzo de la obra se podía observar a un niño llorando con un realismo mágico, la imagen delataba un gran sufrimiento, de solo mirarlo te contagiaba una enorme tristeza.

Juan apenas vio la obra, supo que este ejemplar debía ser suyo para su colección personal, pero no podía mostrar mucho interés para poder negociar un buen precio.

Juan un habilidoso comerciante comenzó la negociación.

¿Cuánto vale este cuadro?

Juan Ud. conoce de obras, sabe que ese pertenece a los más caros, pero como se trata de Ud. lo dejo en 100 Francos. Contesto el comerciante del mercado negro.

¡¿100 francos?! ¿Cómo te atreves a pedir ese dinero? No se trata de un artista conocido, dijo Juan con tono de enojado.

Era verdad el lienzo tenía la firma de Bruno Amadio, un artista poco conocido. Juan conocedor de arte sabía que esta obra llegaría a ser muy costosa

¡Por favor no me tomes por un principiante! ¡Te doy 50 Francos que es lo que vale! ¡No me obligues a no venir nunca más!

Disculpe Juan, ya mismo se lo preparo, dijo el vendedor, aceptando el precio, no se podía dar el lujo de perder un cliente como juan.

Juan se retiró muy contento del lugar con el cuadro bajo el brazo, el vendedor envolvió cuidadosamente con papeles para evitar que se viera la hermosa obra.

Esta curiosa obra capto la máxima atención de Juan, sus lágrimas realista habían causado una enorme tristeza en el coleccionista, para este cuadro tenía pensado el mejor lugar de su hogar.

Esta obra resulto ser muy especial para Juan, al punto de no querer compartir con las miradas de otras persona, por esta razón la ubico dentro de la intimidad de su dormitorio, ubico cuidadosamente en el mejor lugar de su habitación, bien enfrente de su cama, termino de colgar la obra y se recostó a contemplar su belleza, llamo tanto su atención que decidió averiguar todo lo que podía de esta obra y la de su artista.

Como hacia siempre que le interesaba una obra, asistía a la biblioteca de la ciudad para averiguar toda la información de interés, su intuición le decía que se trataba de una obra muy costosa.

Al llegar la noche, juan se dirigió a su dormitorio, ya acostado se puso a observar la obra, la expresión de su rostro y las lágrimas realista hizo pensar a Juan, Trataba de imaginar en que situación estaba el niño cuando se retrató la obra, que hacía que el niño llorara con tanta angustia, seria de hambre, malas calificaciones, un castigo, la muerte de un hermano o la de sus padres.

Las expresiones del niño y el llanto transmitían desconsuelo, tristeza, incluso miedo, quizás se trataba de un niño huérfano producto de la guerra.

Juan no pudo evitar sentir pena por el niño, miraba pensativo y reflexivo el cuadro, poco a poco sus ojos se comenzaron a cerrar por el cansancio, pero la imagen lo mantenía inquieto, no podía dormir como estaba acostumbrado, entrada la media noche un llanto de niño lo despertó, en la oscuridad de la noche no podía ver, pero sin ninguna duda los llantos venían del cuadro.

Prendió la luz de una vela y se acercó al cuadro, pudo ver como salían lágrimas de los ojos del niño que corrían por sus mejillas, incluso en el suelo había un pequeño charco de aguas producto de sus lágrimas, esto causo mucha impresión a Juan, miro fijamente y observo que los ojos del niño tenían pequeños movimientos.

Esto provocó un gran susto a Juan, por poco cae al suelo, invadido por el miedo se sentó al pie de la cama, su cuerpo tiritaba del miedo, miraba el cuadro y veía los ojos del niño mirando los suyos fijamente, el semblante del rostro paso de triste ha enfurecido, los ojos azules cambiaron a rojo fuego, del cuadro salieron unas enormes llamas que comenzaron a encender totalmente la habitación.

Juan pego un salto de la cama y se despertó muy sobresaltado, todo fue un sueño, al mirar el cuadro no había nada extraño, todo estaba normal, trato de dormir nuevamente pero le resultó imposible, se levantó para ir a la cocina a beber un poco de agua, al pasar frente al cuadro algo mojo sus medias de lanas, miro hacia abajo y vio un pequeño charco de aguas debajo del cuadro.

Juan jamás había tenido miedo, trato de encontrar una explicación racional al charco de agua, una gotera, un caño de agua roto, pero esto no tenía sentido, ya que no estaba lloviendo y por ahí no pasaba un caño de agua, descolgó el cuadro para comprobar que detrás del lienzo la pared no estuviera mojado, no encontraba nada fuera de su lugar, todo pareciera estar bien, no hace falta decir que juan no pudo dormir en toda la noche, de vez en cuando miraba el cuadro y se cruzaba con las miradas penetrante del niño.

Con un ojo cerrado y otro abierto lo recibió el amanecer, decidió desayunar temprano y salir en busca de información del artista, el día anterior no pudo encontrar nada en los libros de arte de la biblioteca, por lo que tuvo que recurrir a un amigo coleccionista como él.

Su amigo lo recibió con gran alegría, hacía tiempo que se veían, desde la última vez que el negocio de una venta no resulto, al parecer una condesa que presento su amigo a Juan no compro un valioso cuadro.

¿Qué puedo hacer por ti querido amigo? dijo el amigo coleccionista

¡Necesito información de este artista! Contesto juan, después de pasar un papel con el nombre del artista.

El amigo tomo el papel y leyó, segundos más tarde contesto, vaya, se trata de mi amigo Bruno Amadio.

¿Qué quieres saber? y ¿Que yo gano si te doy esta información?

Digamos que me olvido de la pérdida de tiempo por ese cuadro que nunca compro la condesa y estamos a mano. Contesto Juan.

¡Nooooo! Esta información es muy valiosa, yo estoy pensando en un 30 % de la venta del cuadro, dijo el coleccionista amigo.

Lo razonable es un 20% contesto Juan

Está bien acepto un 25%, olvidamos lo de la condesa y tú tienes la información que has venido a buscar, dijo el habilidoso amigo.

Este número resultaba ser un buen negocio para Juan que aceptó gustoso.

Toma asiento querido amigo, es mucha la información que debes saber, dijo el coleccionista.

Bruno Amadio nacido en Italia, es un fascista repudiado, huyo de su país al finalizar la guerra, en una ocasión compartimos unos tragos en una taberna, estaba tan borracho que no paraba de decir cosas sin sentidos, habla de su pacto con el diablo y de grandes sumas de dinero

Al poco tiempo supe que sus obras se hicieron muy populares y valían una fortuna, incluso logro vender varias de sus obras a una duquesa, pero ya sabes que la bebida no conduce a nada bueno y no pudo disfrutar de su fortuna y de ahí no supe más nada de él.

Juan escuchaba con mucho entusiasmo el relato de su amigo, de pronto pregunto ¿No será algunos de los cuadros de la condesa que compre? ¿Será arriesgado vender el cuadro?

¡No te preocupes por eso! Dijo su amigo, dando comienzo a su relato.

Bruno Amadio pinto 27 cuadros de niños llorando, pero ninguno con el realismo del primero, los 26 cuadros son conocidos, pero no tanto como el primero, se pueden vender muy fácil, pero tengo la leve intuición que el cuadro del que tú tienes es el original !El primero!

Esa cara que estas poniendo vos, la puse yo al ver por primera vez el cuadro, ¡ese cuadro es hermoso! Pareciera que el niño llora de verdad, dijo el coleccionista.

¡Si es verdad! Contesto Juan, aunque me cuesta desprenderme de él.

¡Si te entiendo, pero créeme si te digo, cuando la vendamos a la duquesa tendrás 100.000 razones para venderla!

Juan estrecho la mano de su amigo sellando la sociedad de la venta, al día siguiente partirían rumbo a la mansión de la duquesa, la información que había encontrado superaba ampliamente sus expectativas, el dineral que iba a ganar era abismal, sentía pena y escalofrío a la ves por el cuadro del niño.

De camino a su casa, Juan decidió celebrar la excelente noticia, ingreso a una caverna y ordeno la cena y unos balones de cerveza, terminado de cenar continuo viaje en dirección a su hogar, al llegar a su casa se dirigió directamente a su dormitorio, al ingresar observo al cuadro tirado en el suelo, lo tomo con sus manos y verifico que nada haya pasado al cuadro producto de la caída, para asegurar coloco el cuadro sobre un silla de madera.

Se desvistió y se acostó en su cama, de repente escucha un ruido, prende una luz de una vela y encuentra nuevamente el cuadro tirado en el piso, volvió a tomar con sus manos y verifico que nada haya pasado a la pintura, pero estaba en perfecto estado, ahora volvió a colgar en la pared donde amaneció la noche anterior, se volvió a costar, antes apago la vela quedando la habitación totalmente a oscuras, por el cansancio de no haber dormido la noche anterior se quedó dormido profundamente.

Al llegar la media noche, igual a la noche anterior lo despertó un llanto de un niño, nuevamente encendió la luz de la vela y volvió a observar que de los ojos del niño salían lagrimas que rodaban por sus mejillas, Juan se acercó al cuadro y miro fijamente a los ojos del niño, pero esta vez fue diferente, atreves de los ojos del niño pudo ver porque tenía tanto miedo el niño en esa mirada.

Como si fuera una película vio el frente de un orfanato de Italia, vivían cientos de niños huérfanos producto de la guerra, entre ellos vio al niño del cuadro llorando desconsoladamente en el medio de la habitación, mientras un hombre fascista Italiano lo retrataba, cada vez que dejaba de llorar lo insultaba y pegaba con una bota militar, por lo que veía no era un hombre normal, tenía aspecto de estar endemoniado, pintaba a gran velocidad y se reía a carcajadas cuando veía llorar al niño, otra imagen que podía ver era un cuadro abandonado en un pasillo del orfanato, al igual a su sueño, al dormir los niños, de los ojos del niño del cuadro salían grandes llamas, el pasillo quedo anegado por el fuego, pero lo más curioso era que el cuadro permanecía intacto, no sufría daño alguno por las llamas del fuego.

El fuego rápidamente tomo la habitación de donde estaban los niños, al estar el pasillo lleno de llamas, los niños no pudieron salir, los gritos de los niños eran aterradores, las llaman no tuvieron compasión y quemaban sus pequeños cuerpos, el niño del cuadro vio como sus amigos morían de a uno quemados por las llamas del fuego, el destino cruel lo dejo sufrir hasta el último momento, finalmente las llamas consumieron su cuerpo, grito y sufrió por un largo rato, sus gritos fueron espantosos.

Luego tuvo una tercera visión, era las dependencias del orfanato consumidas por las llamas, en medio del pasillo junto al resto de las cosas quemadas estaba el cuadro del niño llorón, que había muerto hace instantes juntos a sus 26 amigos del orfanato, instantes después pudo ver al hombre fascista tomar el cuadro con las manos, el hombre miraba su obra fijamente a los ojos del niño que estaban rojos de la furia, luego el niño del cuadro hablo y dijo.

Con esto se termina nuestro pacto, tendrás dinero de sobra para vivir tu vida, disfruta, yo te estaré esperando en el infierno.

Juan Tenia el cuadro en sus Manos mirando a través de los ojos del niño, esta era la única manera que tenía el niño de mostrar lo que había sucedido, ahí se cortó la visión, juan asustado alejo su rostro del cuadro y pudo ver el ojo del niño que estaba rojo, de pronto su boca se movió y le dijo

¿Qué deseas?,¿Dinero?, ¿Amor? Pide lo que quieras te lo daré.

Juan soltó el cuadro dejando caer al piso y salto para atrás, al dar el salto golpeo su cabeza contra el respaldo de la cama, ahí despertó de su sueño, lo primero en ver fue el cuadro colgado en la pared, normal como siempre.

Juan sabía que esto no fue un sueño, el charco de agua de la pieza así lo demostraba, convencido que fue real, salió corriendo rumbo a la cocina, tomo un cuchillo y regreso a su habitación con la intención de destruir el cuadro, sin importar el dinero que ganaría con él, era su responsabilidad terminar con esta maldición.

Al regresar a su habitación las puertas se cerraron herméticamente, los ojos del niño comenzaron a largar grandes llamas, la habitación comenzó a arder, juan no pudo salir de la habitación, las puertas estaban trabadas, el fuego gano el cuerpo de juan que comenzó arder, los gritos de dolor se escuchaban desde lejos, murió lentamente, su cuerpo se consumió con el fuego.

Lo más llamativo es que solo se prendió fuego la habitación de Juan, los gritos aterradores que daba juan del dolor nadie pudo escuchar, a la mañana siguiente vino su amigo el coleccionista para ir a vender el cuadro a la duquesa, ingreso a la habitación de su amigo y lo que encontró fue aterrador.

Toda la habitación estaba quemada al igual del cuerpo de Juan, solo se salvó el cuadro que estaba intacto en un rincón de la habitación.

Juan vivía solo, no había testigo alguno de la situación, el amigo coleccionista tomo rápidamente el cuadro y salió huyendo del lugar antes de ser visto por algún vecino.

El coleccionista regreso a su hogar con el cuadro, ahora más tranquilo pudo ver que era más hermoso de lo que recordaba, cuanto más lo miraba más dudaba en vender la obra, finalmente decidió quedárselo. Su posición económica era muy buena, no tenía ninguna necesidad de dinero.

Era una hermosa obra y sentía la necesidad de quedárselo para protegerlo.


Fuente: http://aullidosdelacalle.net/pintura-los-ninos-llorones/

Fuente: http://www.leyendas-urbanas.com/el-cuadro-del-nino-lloron/

Te espero mañana para disfrutar de otro relato de mi tierra Corrientes.

José Luis Fernández
Corrientes Argentina


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