LA REALIDAD DE LA BASURA

La severa crisis económica y social que atraviesa Venezuela no tiene referencia en nuestra historia, es inaudito que Venezuela siendo el país de las mayores reservas petroleras del mundo, existan ciudadanos que se ven en la indigna necesidad de comer de la basura por la escasez, por la falta de alimentos, por el desabastecimiento o simplemente porque no les alcanza lo que ganan como salario, en la Venezuela socialista plagada de otros males sociales, el único responsable de esta tragedia es el gobierno insensato que se hace el mudo, el sordo y el ciego ante la realidad de la basura.

Nací en 1989, no hace falta decir día o mes, en la década de los 90, en este periodo de tiempo alguien se inventó como estrategia política, la fábula de que los venezolanos “comían Perrarina”, hecho este fantasioso, sacado de la imaginación de algún trasnochado comunista, pero que aun siendo falso se esparció en la geografía patria como un hecho cierto, de lo cual según la sagrada memoria de muchas personas que vivieron esta época, no recuerda haber visto a nadie comiendo Perrarina, es decir, no hay registro fidedigno de que ese hecho sea cierto, contrario será cuando se hable de la tan cacaraqueada revolución, donde millones de venezolanos somos testigos presenciales de haber visto a miles comiendo de la basura para satisfacer su hambre, este hecho tan indigno no podrá ser borrado de nuestras memorias y será transmitido de generación en generación hasta el final de los tiempos.

La fábula de la perrarina se quedó corta ante la realidad de la basura, es inconcebible que algún venezolano adepto al oficialismo niegue esta gran verdad, eso sería peor que tratar de tapar el sol con un dedo, los venezolanos decentes tenemos el deber de dejar bien asentada esta macabra realidad, no podemos mirar para otra parte, debemos afrontar este régimen opresor y hambreador del pueblo, los venezolanos que creemos en la democracia tenemos que levantar nuestra voz de protesta y activarnos en procura de salir de este nefasto gobierno que solo le importa el poder político y en nada le importa el bienestar de nuestros hijos, de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros vecinos.

La realidad de la basura nos retrata la gravedad de la crisis humanitaria que vive Venezuela, hacernos indiferentes es traición a la sociedad, sería la mayor falta de lealtad con nuestros conciudadanos, todos tenemos el deber de salir de este régimen, de reactivar la producción nacional de alimentos y comida para satisfacer el hambre del pueblo, ya las importación no llegan, todo el dinero de la renta petrolera se lo robaron, incluso los alimentos regalados por otros países los venden, los negociadores enchufados de este gobierno hacen del hambre del venezolano un macabro negocio, la justicia terrenal y divina los espera, saben que tienen los días contados en el poder y por ello raspan la olla, mientras millones de venezolanos apenas sobrevivimos y otros miles comen de la basura.

Escrito por Jhon A. Romero.-