Los Reyes Magos

jgcastrillo19 (70)in #spanish • 7 years ago (edited)

Alguien escribió en Arameo una de las páginas más bellas de la Literatura Universal.

¿Tomó la idea de otras tradiciones orales o escritas? No sabemos nada acerca del origen absoluto.

Lo que sí sabemos es que ese primer texto, un tal Mateo, probablemente un maestro de escuela, lo transcribió y tradujo al griego unos años después de la desaparición de Jesucristo, él o alguno de sus discípulos.

En el siglo IV, un tal Jerónimo, otro maestro de escuela, lo tradujo al Latín y pareció tan bello a todo el que lo leía que se “divulgó” a través de todas las lenguas que tenían escritura. Sí, se divulgó, es decir: se propagó entre el vulgo, o lo que es lo mismo entre todas las gentes. Es la misma palabra que vulgada, o di-vulgada. o di-vulgata o vulgata.

Ya hacía algunos milenios que el ser humano se había desgajado del resto de los seres vivos. Hay científicos anatomistas que sostienen que el ser humano se desgajó cuando ya tenía suficientemente desgastada la articulación troclear del dedo pulgar y pudo recoger una astilla del suelo con los dedos pulgar y el índice como una pinza. Pero no, eso fue un paso en la evolución anatómica nada más. La verdadera eclosión en esta evolución hasta lo que ahora somos surgió cuando los humanos consideraron que lo más importante de la existencia es la concepción, creación y la admiración del arte.

De ahí, y gracias a esa nueva y única disposición de las corrientes neuronales del cerebro se dispararon como ráfagas multicolores por distintos caminos del intelecto todas las manifestaciones artísticas consustanciales al ser humano y que las hacen ser único entre todo lo existente.

Pues una de las luces de esas ráfagas es este texto excelso traducido al español desde la versión Vulgata del tal Jerónimo:

2:1 Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén

2:2 y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".

2:3 Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
2:4 Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.

2:5 "En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:

2:6 Y tú, Belén, tierra de Judá,
ciertamente no eres la menor
entre las principales ciudades de Judá,
porque de ti surgirá un jefe
que será el Pastor de mi pueblo, Israel”.

2:7 Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella,

2:8 los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje".

2:9 Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.

2:10 Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,

2:11 y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.

2:12 Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.”

De tanto oír la belleza del texto condensado con tanta información, la imaginación de los lectores, como en cualquier obra literaria, llevó a la culminación de la creación artística, porque la obra de arte literaria no sólo es del autor, esa es la primera parte, sino que la culmina el lector evocando en su cerebro todo lo que le ha sugerido la lectura.

Con el correr del tiempo y de las generaciones, se cuantificaron en tres, se les dio nombre y hasta se le atribuyeron los tres regalos simbólicos.

Y después, pintores, escultores, poetas, prosistas, hasta comediantes con el “Auto de los Reyes Magos” en el siglo XII los vistieron con ropajes de púrpuras y armiños, con coronas de piedras preciosas engastadas en ricos metales.

La estampa de los Reyes Magos es una obra de arte total, digna de que perdure para que todos los niños disfruten de su noche mágica viendo encarnados a Melchor, Gaspar y Baltasar saltando por los balcones. y dejándoles aunque nada más sean unos caramelos.

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Todos estos días he buscado a los auténticos, con los que soñaba siendo niño, y no encontré más que imitaciones, unos por exceso y otros por defecto. Estos son los que me trajeron la peonza un año, y otro un aro con soldadura y el guía, y otro el balón, y otro el futbolín, y finalmente el ajedrez. Los he encontrado después de dejar los juguetes en el balcón y despidiéndose, porque se vuelven a Oriente, camino inverso a la estrella, en mi Salamanca, como los vio Rubens y Salzillo y los pintores anónimos del "quincuechento" italiano...como Dios manda,

Mechor con capa de armiño, y larga barba rubia, y Baltasar negro, negro como el azabache, nada de subsahariano...¡Qué suerte han tenido los niños de Salamanca!

Estos también son verdaderos, son los mismos aunque estén en distintas ciudades, que se han cambiado la ropa porque se les manchó al descender de los camellos con tanto barullo, y los que no sean así son puras falsificaciones. Es que a Barcelona llegan antes que a la Coruña por la diferencia de la hora; y a Canarias , no te digo nada... A los que no sean así, no les creáis, que son alcaldes, concejales, concejalas a las que se les notan las tetas, sólo tenéis que fijaros en el que se disfraza de Baltasar o Baltasara, miradle bien el cuello y las muñecas que se les nota que están pintadas con betún negro. Es que hay tantos niños que no pueden llegar a todas las partes en el mismo día, y donde están disfrazados no son los Reyes Magos, son los padres los que compran los regalos.

Y si Baltasar dice a los niños "... apartavos, apartavos..." en vez de "...apartaos...", para que no os metáis entre las patas de los caballos, si es negro, negro, y no le veis el disfraz, es que es auténtico de Oriente, que ha dejado el camello cansado de tan largo viaje y le han prestado el caballo, y no le ha dado tiempo a aprender a expresarse en español académico.