HOMO HABILIS (Hombre constructor) Parte tres
La cubierta con tejas la concebí con una terraza pequeña al sur y una grande de servicios orientada a los cuatro puntos cardinales para antenas, depósito de agua de emergencia, tendederos, etc. etc.
El tejado fue lo que más trabajo me costó porque me salían seis aguas -se llaman aguas a las distintas superficies del tejado), que al final tuvieron que ser siete por el quiebro de la arista del oeste.
Un arquitecto lo hace en unos minutos, pero a mi me costó unas horas dar con la solución. El tejado ha de salir según la distribución de la planta más alta. No hay más remedio.
Y ya no quedaba más remedio que dibujar la distribución para salir a las terrazas según las medidas del acceso:
Los alzados fue lo que más fácil me resultó pues no cabe más que ajustarse a las alturas que permite el Ayuntamiento y a las dimensiones de las paredes según los planos anteriores. Sólo había que calcular las medidas de las ventanas.
La estética exterior ya es cosa de más o menos adornos, dependiendo del gusto de cada cual. El mío fue este para la fachada:
El paso siguiente fue buscar arquitecto. Todos los arquitectos son buenos profesionales porque esa carrera en muy dura y no la pasa cualquiera, pues los profesores hacen unas cribas brutales. Además de lo técnico exigen lo artístico.
No olvidemos que la arquitectura también es un arte. Pero en este caso, que le damos la distribución y las medidas según la norma del Ayuntamiento y también el aspecto externo —por lo tanto el arte mejor o peor lo ponemos nosotros—, lo que tiene que hacer el arquitecto es calcular los armados (los hierros) del hormigón de la estructura ( muy importante) revisar todo lo que le damos por si hay algún fallo, redactar la memoria de materiales y lo más importante firmarlo, y cobrarnos su minuta.
Yo busqué el más barato y al que no le importara que hiciera yo la casa a mi gusto.
Hay arquitectos que prefieren no firmar un proyecto que no lo hayan concebido ellos mismos. Pero esto no es discutible.
Su parte de razón tienen porque al ser un arte y tener poder de firma sobre el proyecto, es lógico que se nieguen a firmar si no les gusta artísticamente.
Con esto que yo le proporcioné al arquitecto, en unos días me presentó todos los planos con los cálculos de los hierros tanto de cimientos como de pilares y forjados.
Decidimos entre los dos que la cubierta fuera de vigas de acero.
Es imprescindible y obligatorio contratar a un aparejador que controle todos los pasos de la obra. Yo también contraté al que mejor precio me propuso.
Ahora tocaba buscar albañiles. Hablé con cuatro durante más de media hora cada uno, y me decidí por el que me pareció más serio y formal y además estaba dado de alta como pequeña empresa con una cuadrilla de albañiles y peones. No me equivoqué. Se llama Antonio.Terminamos siendo amigos. Yo creo que lo más importante de la obra es encontrar un albañil que sepa bien el oficio y que no tenga problema para interpretar los planos cuando no esté el aparejador delante, para que cuando llegue el aparejador no tenga que corregir nada y deshacer el trabajo realizado, como a muchos les ha pasado.
Él mismo albañil trazó las líneas de la excavación en la parcela, con hilos y estacas, según los planos, y de paso aprendí yo para otra posible y futura obra. Contratamos una excavadora y un camión por horas.
Llegó la hora de sacrificar el huerto temporal.
Contratamos al especialista en hierros para el hormigón, que dominara los planos del arquitecto. El aparejador está para resolver cualquier duda que tenga el "ferralla", nombre coloquial que le dan los colegas que intervienen en una obra.
También tuvimos que contratar a una pequeña empresa de encofradores.
Antonio se encargó de buscar los mejores precios en una planta de hormigón.
Y al cabo de unos días terminamos los cimientos, el muro del semisótano y la primera tanda de pilares; y esperamos un mes para que el hormigón —le llaman la piedra líquida— se endureciera.
De encofrar el primer forjado ya se encargaron los encofradores.
¿Construir tu propia casa? Pero, si es muy fácil... (Seguirá)