El Calendario Gregoriano y cómo pudo haber sido más exacto

in #spanish7 years ago

Nuestra vida cotidiana se rige por el Calendario Gregoriano, una reforma que se efectuó en 1582 y que plantea que un año bisiesto es aquel que es divisible entre 4, exceptuando los divisibles entre 100 que no son divisibles por 400. En este post explicaré cómo se llegó a esta conclusión y cómo pudo haber sido mejor.

Primero miremos un poco de historia!

Existen muchos calendarios que fueron creados alrededor del mundo (persa, hebreo, maya, egipcio, romano, ...), de entre todos ellos me centraré en uno que fue evolucionando hasta llegar hasta nuestros días: El calendario romano.

En el calendario romano un año tenía exactamente 365 días, comenzando desde marzo y terminando en febrero (de allí que septiembre venga de siete, octubre de ocho, noviembre de nueve, y diciembre de mes diez). Pero siempre se desfasaba dicho calendario y los generales muchas veces lo usaban a su favor y adicionaban días a su gusto para ajustarlo.

Una vez llegó Julio César, se estudió cuál era el problema y el astrónomo Sosígenes llegó a la conclusión que un año tenía 365 días más 1/4 de día! por tanto decidieron compensarlo adicionando 1 día cada 4 años, el año bisiesto, y este día se adicionaba a febrero. Este fue el calendario juliano, que se introdujo en el 45 a.C.

Pasaron los años y en el año 325, en el Concilio de Nicea, la iglesia definió cómo era el cálculo de la Pascua de Resurrección, la fiesta principal del cristianismo. Debía ser el domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera, que en ese año se fechó el 21 de marzo. Este dato es muy importante porque viene a explicar lo que sucedió después.

El Calendario Gregoriano

Si el equinoccio de primavera es un evento astronómico que sucede 1 vez al año exactamente, todos esperarían que cayera siempre el 21 de marzo. Sin embargo, esto no fue así. Año tras año y muy lentamente esta fecha se fue desfasando. Hasta que en el siglo XVI (1200 años después!) había un error de 10 días, el equinoccio de primavera se estaba fechando el 11 de marzo. Esto confundía a la iglesia y mucho más si a esto le agregamos el ciclo lunar, que es totalmente diferente, y era necesario para calcular la fecha de Pascua.

En este momento entra en juego la propuesta de reforma de Luis Lilio y que continuó el destacado Cristóbal Clavio. Ellos se basaron en las Tablas Alfonsíes para decir que el año tenía 365 días 5 horas 49 minutos y 16 segundos, es decir, 365.242546 días. Y por tanto se propuso quitar 3 días bisiestos cada 400 años. Hagamos el cálculo de cuánto dura el año: 

Cada 400 años, en vez de agregar 100 días bisiestos, se agregan solo 97 días bisiestos. Por tanto es 365 días + 97/400 = 365.2425 días. Y de esta forma se aproxima bastante a las Tablas Alfonsíes.

Finalmente esta reforma se introdujo en el año 1582 por el papa Gregorio XIII, y para corregir los 10 días de retraso se decidió que en ese año al día 4 de octubre le siguiera el 15 de octubre (quien cumpliera años entre estas fechas que no esperara pastel).

Y este es el calendario con el que nos regimos actualmente. Cada 4 años tenemos un bisiesto, pero, por ejemplo, entre el año 2000 y el 2400 se quitarán 3 bisiestos, que serán el 2100, 2200 y 2300. Como menciona la regla: Los años bisiestos son los divisibles entre 4, exceptuando los divisibles entre 100 que no son divisibles por 400.

...y podría haber sido más exacto?

La respuesta es que sí. Para ello debemos regresar a los equinoccios de primavera y hacer un cálculo sencillo de regla de 3.

Entre el año 325 y el 1582 hay 1257 años, en los cuales hubo un retraso de 10 días. Por tanto 1257/10 = 125.7

cada 125.7 años había 1 día de retraso.
cada 251.4 años habían 2 días de retraso.
cada 377.1 años habían 3 días de retraso.
cada 502.8 años habían 4 días de retraso.

Si cada 377 años hay un retraso de 3 días, podemos quitar 3 días bisiestos cada 400 años y así se compensa aproximadamente. Esto es el Calendario Gregoriano.

Sin embargo, tomando el siguiente caso nos acercamos más: Si cada 502 años hay un retraso de 4 días, podemos quitar 4 días bisiestos cada 500 años para compensarlo!! notan que se aproxima mucho más?

En este caso podríamos decir que la regla sería: Los años bisiestos son los divisibles entre 4, exceptuando los divisibles entre 100 que no son divisibles por 500. O dicho de otra forma: los divisibles entre 4, exceptuando los que terminen en 100, 200, 300, 400, 600, 700, 800 y 900.

Ahora, hagamos el cálculo de cuánto dura el año en este caso: Cada 500 años, en vez de agregar 125 días bisiestos, se agregan solo 121 días bisiestos (4 menos). Por tanto es 365 días + 121/500 = 365.2420 días.

Los astrónomos de aquella época se fijaron solamente en las Tablas Alfonsíes. El problema es que dichas tablas consisten en observaciones realizadas durante 9 años, lo cual puede ser poco si se quiere detallar algo que desfasa en un tiempo mucho más largo. Sin embargo, esto no quita su gran mérito, fuera del trabajo que realizaron para calcular los ciclos lunares, el cual no he abordado aquí.

Por último, quiero resumir en una tabla la precisión de los calendarios que mencionamos. A día de hoy sabemos, con mayor precisión, que un año tiene 365.242189.

Gracias por leer este artículo, espero que haya sido de agrado. Si alguno conoce más en profundidad sobre este tema es bienvenido en los comentarios. Un saludo.

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Muy interesante. Me perdí algo conlos cálculos pero aún así es un muy buen post. Enhorabuena!

Gracias. En una próxima intentaré dejarlo más claro. En todo caso, si es necesario podemos profundizar en algún cálculo por aquí en los comentarios y así quien lo lea la próxima vez podrá enriquecer su lectura con los comentarios.

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