¿Por qué es tan difícil tomar una decisión?

A todos los seres humanos cuando se les presenta un problema que requiere de la toma de decisiones, se les hace muy complicado elegir una opción por temor a no tomar la decisión correcta para resolver una situación determinada. Esto podemos atribuirlo a la falta de determinación, seguridad, carácter o valor.

La gran mayoría de las personas son indecisas por naturaleza y esto se debe a que ninguna persona quiere enfrentar las consecuencias que acarrean la toma de una mala decisión, ya que estas tienden a traer serias repercusiones a sus vidas.

Las causas de las indecisiones pueden estar orientadas a la falta de confianza en las habilidades propias para resolver problemas, que debido a crecer en un ambiente familiar autoritario hace que los hijos no tengan un desarrollo personal óptimo, por lo que llegan a la edad adulta sin saber tomar decisiones. Lo mismo pasa en un ambiente sobre protector donde prácticamente le resuelven la vida a los hijos aligerando responsabilidades y afectando su propia madurez.

A lo largo de nuestras vidas, el tomar decisiones es todo un reto y las indecisiones siempre estarán presentes, pero poco a poco y decisión tras decisión estaremos venciendo estos miedos a equivocarnos. Debemos tener presente que la toma de decisiones es un aprendizaje que mucho tiene que ver con la propia seguridad y la confianza en uno mismo, nada tiene que ver con acertar en lo que se decida hacer o no hacer. Tengamos presente que todos nos equivocamos, hay que perder el miedo a errar para poder elegir sin temores y así poder tomar decisiones, ya sean buenas o malas.

De ahora en adelante cuando tengamos un problema que requiera de la toma de decisiones, apartemos el miedo y la desconfianza, debemos ser capaces de resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico motivo, enfocándonos en hacer uso del razonamiento y pensamiento, eligiendo primeramente un camino a seguir, por lo que anteriormente debemos analizar las alternativas de solución y así estaremos bien encaminados a tomar una buena decisión.