Casos y Cosas de Casa: ¡De los errores, definitivamente se aprende!
Creo que nadie es perfecto, aunque dicen que al ser hechos a imagen y semejanza de Dios Creador, somos elegibles para que así como él, disfrutemos de la perfección. ¡Bueno! en mi caso, creo que tengo que echarle un camión (léase: hacer un esfuerzo grande) para lograr la perfección, y es que definitivamente, desde mi imperfección, yo me siento "todopoderoso", eso sí, sin sobrepasar la magnificencia del que todo lo puede y podrá por tiempo indefinido...porque con mi pana el "chivuo" (léase: amigo) no hay poder que pueda. ¡Enhorabuena!
Creo que nadie es tan perfecto, como para arrojar la primera piedra y esconder la mano. Por lo menos, eso es lo que estimo, a título personal. Aunque quizás, yo esté equivocado. Lo que sucedes es que muchas veces uno se confunde con tanta información alrededor y con tantas etiquetas colocadas a las personas,
animales, objetos y cosas: ...¡Tú, eres bueno! ¡Tú, eres malo! ¡Ese perro, es feo! ¡Ese gato, es bonito! ¡Esa caja está inservible! ¡Ese reloj es barato!...y así sucesivamente se va procediendo con el día a día.
Pero, saben algo, amigos y amigas míos, errar es de humanos, equivocarse no es malo,
lo contraproducente es cometer la misma falta repetidamente, sin enmendar el mal proceder, y es posible así,
por lo que ya expresé: ¡No somos perfectos! Por tanto, lo ideal es asumir el error, la culpa, el desacierto, con humildad, reconociendo la falta cometida y actuando en lo sucesivo, conforme a las intenciones de rectificar de manera inmediata.
Yo soy de los que piensan y creen que, aquel o aquella que se tropieza con una piedra la primera vez, lo hace, porque no la vio, por un descuido u otra acción ajena a su voluntad, pero si tropieza una segunda vez, con la misma piedra, ya es por negligencia, que es la palabras más adecuada que encontré, para justificar el doble error, la doble culpa, el doble desacierto...y no incurrir con ello en etiquetas peores, aunque ya de hecho el término "negligencia", denota que alguien es negligente. ¡Pero como ya lo expresé, nada es perfecto,
no soy perfecto.
A mí no me gusta errar, no me agrada hacer las cosas mal hechas. Siempre procuro la excelencia -repito- no la perfección. Lo que hago, en primer lugar debe cubrir mis intereses y necesidades, llenar mis expectativas, gustarme a mí, para que luego pueda transmitirlo y compartirlo con los demás, con entusiasmo y alegría, ofreciendo lo que mejor pienso, lo que mejor digo, hago y siento. De no ser así, nadie creerá en mí, si no lo hago, yo primero. Pero, si cometo un error, lo asumo y busco las mil y unas formas de corregir.
Los errores, aunque no son buenos, nos permiten aprender de las vivencias y experiencias diarias. Nos permiten comprender lo que está bien y lo que está mal en todas y cada una de las acciones que ejecutamos en vida. Los errores, definitivamente nos permiten aprender, crecer, evolucionar como seres humanos y como personas, con virtudes y defectos, como usted, como yo, como todos. Por tanto, si comete algún error,
primero, admítalo, y después, enmiéndelo. ¡Se sentirá mejor!
No podría estar más de acuerdo, todos cometemos errores, pero lo importante es aceptarlo y arreglarlo. Lamentablemente a muchos nos puede tomar toda una vida aprender de nuestros errores, pero nunca hay que dejar de intentarlo. Saludos :)
Así es amigo, es algo que aunque nos cueste 100 años, no debe dejar de intentarse y lograrse. Nos hace sentir mejor, al asumir que erramos, pero a la vez rectificamos. Un abrazo, y saludos. Reitero éxitos...
Excelente , comparto su pensar... somos seres humanos con nuestros defectos y virtudes tratando de llegar a la perfección... pero primero tenemos que aceptarnos a nosotros mismos . saludos.
Totalmente de acuerdo con lo que expresa. Además, en la búsqueda de esa posible perfección, es hasta necesario errar, para aprender del ensayo y error. Saludos y éxitos...
Exactamente....Feliz Día ....saludos.