Mi primer día en Miami.

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Llegue a Miami para asistir a una importante conferencia sobre criptomonedas. Semanas antes había acordado con Carlos, un viejo amigo de mi época en el teatro, quedarme quince días en su casa y así evitarme el gasto de hotel. Además podría verlo nuevamente después de 17 años. Desde que el emigro solo nos habíamos comunicado por medio de facebook en contadas ocasiones.

Nos saludamos eufóricamente, me recogió en el aeropuerto. Estábamos contentos de vernos frente a frente luego de tanto tiempo. En el trayecto hasta su casa nos pusimos al día, sobre los viejos amigos, recordando anécdotas y contándoles los motivos por los cuales decidí dejar el teatro. La crisis del país n pudo faltar en la conversación y por un instante nos pusimos algo tristes recordando a los amigos que ya no estaban con nosotros.

Paramos a hacer unas compras, allí me contó que tenía 6 meses de casado con una gringa llamada Elissa. El era ingeniero, pero durante sus 17 años en Estados Unidos le toco trabajar de todo, hasta de mesonero en un restaurant. A Elissa la conoció en su último empleo, un taller mecánico donde ella era encargada de la contabilidad. Retomamos el camino a su casa y ahora solo la conversación giraba en torno a ella.

Al llegar a su hogar, la conocí, Elissa e inmediatamente me sorprendió su belleza, quede un tonto al presentarme, entiendo un poco el ingles, pero hablarlo nunca lo he podido dominar, me imagino que sonaba como Tarzan hablando con Jane. Ella se reía, seguramente de mi acento y las palabras mal pronunciadas. Carlos sirvió de traductor durante la cena, tomamos algunas cervezas. Pero yo no podía dejar de mirar a Elissa cada vez que tenia oportunidad. Era increíblemente hermosa y tenía un cuerpo perfecto, tenia unos jeans ajustados que resaltaban sus curvas.

A mitad de la noche me desperté, la cerveza me dio malestar y tenía mucha sed, sigilosamente fui hasta la cocina a buscar agua y entonces me detuve al escuchar unos gemidos y risas, preste más atención y pude escuchar a Elissa y Carlos con sus agitadas respiraciones. ¡Están follando! Tuve una erección, el escucharla gemir despertó una gran excitación en mi. Cerré los ojos y comencé a imaginarla perfecta y risueña entre mis brazos, haciéndola mía ¿cuándo podré observarla mientras gime con locura?, ¿cuándo podré recorrerla con mis labios?” ¡Dios mío es tan perfecta! Regrese a mi habitación, tenía que calmarme, no era justo tener esos pensamientos con la mujer de mi amigo.

Me levante muy temprano para hacer varias llamadas y comunicarme con los de la conferencia y ella ya estaba en la cocina preparando el desayuno. Llevaba puesto un vestido de pijama, sus piernas blancas y sexys bailaban antes mis ojos… ¡Dios mío! Se ven tan sedosas que no sé si aguantaré unos días más sin tocarla. Como pude controlé mis emociones y fui hasta donde ella estaba, cuando me vio me saludó con cariño. Good Morning fue lo único que le dije en ingles, luego con gestos le dije que la ayudaría con e desayuno. Vaya, ¡qué buena idea fue esa! Mientras cocinábamos rozada su piel constantemente. De pronto se le cayó un tenedor, se agachó sin el más mínimo cuidado y dejó a mi vista el mejor paisaje que he contemplado en mi vida. ¡Dios mío!¿Qué coño hago? Siento que quiso provocarme, no solo se agachó sin precaución sino que duró varios segundos en aquella posición y mi imaginación voló. Tuve una erección instantánea. Si, soy un Básico como dirían las feministas. ¡Pero con mucho orgullo! Nuevamente controlé mis instintos y terminamos el desayuno y ella con su hermosa sonrisa pero esta vez con un toque de picardía, me dijo Good job.

Carlos salió de su habitación, se notaba que estaba hambriento, se sentó a desayunar y la magia en el lugar seguía. En la mesa, las miradas entre Elissa y yo iban y venían, llegué a sentir culpa, estaba deseando a la mujer de mi amigo, que me había ofrecido estadía y comida en su casa. Fui el primero que terminé de comer así que me levanté de la mesa y me fui a mi habitación, me acosté y traté de hallar una explicación lógica a eso que había sucedido pero no la hallaba. Carlos toca la puerta, y me dijo que saldría al taller donde trabajaba, haba un problema con unos repuestos y era el único que podía solucionarlo, no sabía cuanto tardaría. Siéntete como en tu propia casa, me dijo.

Ahora estábamos ella y yo solos. Esa idea no se iba de mi cabeza. ¿Será que me voy? Pero ¿Para donde?¿Qué hago? Finalmente, decidí tratar de dormir y así evitar aquellas deliciosas provocaciones pero sorpresa para mí cuando Elissa toca la puerta y me dijo: You would like to see a movie with me. ? I'm bored... Le entendí todo de manera clara pero no le respondí al instante, sentía que ya no iba a poder controlarme, sin embargo, salté de mi cama y abrí rápidamente la puerta… Allí estaba aún con su vestido corto de pijama y su hermosa sonrisa. Fuimos hasta la sala encendió el televisor, selecciono una película con la opción de subtítulos en español, fue y cerró las cortinas de los grandes ventanales que tenía la casa, quedó la sala inmersa en una oscuridad fascinante. Comenzó la película y Elissa se sentó a mi lado, la verdad es que yo miraba para todos lados menos la película, sentía como mi corazón se aceleraba. De pronto ella se acostó y pude observar como su corto vestido se fue subiendo lentamente. ¡Dios mío! No aguanto.

Decidí prestarle atención a la película, No recuerdo cual de era la película, solo se que salía un tipo llamado Grey, justo en ese momento iniciaba una escena sumamente candente entre los protagonistas. Yo estaba sudando frió, quería tomarla y recrear aquella escena.

Mientras tanto, ella miraba fijamente la película hasta que le dieron ganas de ir a la cocina para preparar algunas palomitas de maíz. Se levantó y su vestido permanecía más corto que esta mañana o no sé si era mi imaginación que cada vez más la visualizaba desnuda. ¡Joder! Le puse pausa a la pelicula y luego de algunos minutos decidí también ir hasta la cocina, ella al verme sonrió y dijo - Will you help me again?

Solo sonreí y me metí a la cocina, ya me sentía un experto en ingles, entendía todo con demasiada claridad.. Ella estaba de espalda y ya… ¡No aguanté.! La tomé por la cintura y la pegué a mi pantalón, comencé a rozarla suavemente para ver cuál era su reacción, ¡Que sea lo que dios quiera! –me dije. Ella se tomó el cabello y se lo llevó todo hacia el lado derecho, dándome así la oportunidad de besarla por el cuello así que eso fue lo que hice, mientras la besaba ella movía su cadera, rozaba mi pantalón y mi polla estaba dura como una roca… Tomé sus senos y ella empezó a pedir que la besara –¡kiss me! ¡Kiss me! - pero antes, llevé mi mano por debajo de su vestido y sentí como estaba mojada, mis dedos se deslizaban por su pantie, hasta que decidí introducirlos lentamente, mientras le besaba el cuello y con la otra mano tomaba su seno. Primero fue lento y luego rápidamente, su respiración se iba acelerando y yo disfrutaba sentirla. La alcé y la llevé al sofá donde antes habíamos estado viendo la película, le abrí las piernas y me sumergí en ella… tuve el mejor paisaje ante mis ojos, era una belleza en todos los sentidos, mientras la devoraba, ella gemía desenfrenadamente… Me tomó por el cabello y se revolcaba en el sofá, cada vez más abría sus piernas… Nunca olvidaré su rostro, sus ojos llenos de placer, disfrutando ser devorada por mí.

Me quitó la franela e hizo que me quedara de pie mientras ella de rodillas en el sofá bajaba mis pantalones… Tomo mi miembro entre sus manos, lo acariciaba y sentí como sus labios y lo besaban para luego penetrar su boca y sentir toda la humedad y ricos movimientos de su lengua. Solo puedo decir que aquel día recibí el mejor sexo oral de toda mi puta vida de fornicador. ¡Dios mío! ...Qué mujer tan perfecta.

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Recorrí con mis labios todos sus rincones, la fantasía que apenas una horas rondaban mi mente, se había hecho realidad, la hice mía… Duramos varias horas dándonos placer y sucumbiendo ante el pecado. Terminábamos y volvíamos a jugar, ninguno de los dos quería detenerse hasta que oímos el carro de Carlos… ¡Coño! ¡Dios mío! ¿Ahora que hago? La cocina y la sala estaban hechas un desastre, habíamos “hecho travesuras en todas partes. Tratamos de arreglar todo mientras nos reíamos incesantemente Ella rápidamente se puso su corto vestido y yo… bueno, me tocó tomar mi ropa y salir corriendo a mi habitación.

Yo que cierro mi puerta y Carlos que abre la de la casa. ¡Coño! ¡Qué susto! Lo primero que hizo fue preguntar por mí, yo estaba con la puerta entreabierta escuchando. ¡Diablos! ¿Y si este tiene amaras de vigilancia oculta y vio todo? ¿Me va a matar? Estaba un poco asustado, debo reconocerlo. Fue hasta mi habitación y me tumbe rápidamente en la cama y me hice el dormido. Sentía mucha culpa, sentí apena por el, yo era un perro, una rata de dos patas. El no merecía que yo lo traicionara de esa forma. Pasaron algunas horas y salí nuevamente, hable con Carlos y le comenté que al día siguiente me iría, le invente un cuento, le dije que los de la conferencia me ofrecieron un súper descuento para hospedarme en el mismo hotel donde se llevaría a cabo el evento y debía estar allá lo más pronto posible. Note que se puso algo triste, intento convencerme para que me quedara, pero le dije que era mejor así, que lo llamaría para invitarlos a pasar una tarde en la piscina del hotel y también podíamos salir a cenar otro día.

Al día siguiente, me levante, tome algo de tiempo para empacar y me fui de la casa de mi amigo Carlos, pero antes, llamé a Elissa al baño, la tomé contra la pared y apretando sus nalgas, la bese desesperadamente y luego comencé a comerle el coño como el día anterior.

Carlos, si lees esto, lo siento… pero soy un fornicador.

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Primer capitulo de otro de mis proyectos de ebook de relatos titulado Criptofornicador

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